Parece increíble pero no lo es. El Salón Internacional del Automóvil de Ginebra (GIMS), cancelado en 2020 y pospuesto para 2021 por el virus de Covid-19, y reprogramado este año para regresar en marzo de 2022, ha vuelto a sufrir otro traspié.
Según comunicó el Comité Permanent du Salon international de l’automobile este jueves en Suiza, problemas aun en curso relacionados con la pandemia, es otra vez el motivo de la cancelación.
De hecho, usando palabras muy similares a las que fueron parte de la comunicación anterior que pasaba la famosa GIMS 2021 para 2022, la decisión se tomó teniendo en cuenta los mejores intereses tanto de los fabricantes de automóviles como de los fanáticos de la automoción.
Tanto por problemas directos como indirectos, han vuelto a dejar a los organizadores sin opción, aun cuando faltan seis meses para el evento.
Los problemas de la exposición están referidos a las restricciones que todavía rigen en muchos países para la circulación libre, no solo de los asistentes en carácter de público, sino para los participantes como expositores, sus proveedores que deben comenzar a trabajar antes de fin de año, y hasta el mismo movimiento de la prensa, que edición tras edición, llega a Ginebra desde todos los destinos.
En tanto la otra parte de las dificultades llegan de la industria anexa al automóvil. La escasez de chips ha obligado a muchos fabricantes a cambiar sus prioridades, como abastecer al mercado no solo de automóviles que han sido adquiridos o que se vayan a comprar en los próximos meses. Esto ha generado que muchos proyectos, prototipos y modelos que aún no están en línea de producción, hayan sufrido notables retrasos e incluso cancelaciones.
“Muchos expositores han indicado que las incertidumbres causadas por la pandemia de COVID-19 les imposibilitan hacer un compromiso firme para GIMS 2022. Además de esto, está el impacto negativo que la actual escasez de semiconductores tiene en los fabricantes de automóviles. Es probable que esta crisis se prolongue hasta el próximo año, con implicaciones financieras negativas para los manufactureros de automóviles de todo el mundo. En estos tiempos de incertidumbre, muchas marcas no pueden comprometerse a participar en una feria que se habría realizado en poco más de cuatro meses. Al considerar todos los factores, quedó claro que era necesario posponer la feria, y dar la noticia más temprano que tarde para no cancelar luego con poca anticipación y generar otro tipo de problemas”, dijo en un comunicado el director ejecutivo del Salón del Automóvil de Ginebra, Sandro Mesquita.
La exposición de Ginebra es una de las más importantes del mundo, y otras sedes menores como Barcelona debieron posponer algunos meses su evento por las mismas razones, Nueva York ha debido hacer lo mismo apenas hace 90 días y Tokio sigue sin anunciar el regreso de su tradicional muestra, el problema claramente no es de los suizos sino de la industria en general.
“Vemos esta decisión como un aplazamiento, más que como una cancelación. Estoy seguro que el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra volverá con más fuerza que nunca en 2023″, dijo el presidente organizador Maurice Turrenttini.
Hace apenas un mes, en Alemania, la IAA Mobility 2021 no tuvo la convocatoria esperada para el primer evento en su nueva sede, que ahora es Múnich en reemplazo de la tradicional plaza de Frankfurt.
La decisión de Ginebra podía ser la de seguir adelante, pero asumiendo un riesgo similar, que termine quitando brillo a una verdadera fiesta de la industria automotriz.
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