En medio de muchas dudas planteadas por episodios confusos de accidentes que no se han podido explicar completamente, y de una serie de críticas de la propia NTSB, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de los EE.UU., Tesla ha lanzado finalmente el esperado Autopilot Full Self-Driving, también conocido con la sigla FDS, que no es otra cosa que el modo máximo de conducción autónoma de la marca de autos del controversial Elon Musk.
Y para evitar mayores problemas y a la vez poder mostrar su tecnología, es que Tesla lo ha puesto como versión Beta (es decir, en versión de prueba), y se ha asegurado estar cubierta de problemas en la mayor medida posible.
Para eso, si bien el pack denominado FDS 10.1 Beta está listo para ser descargado, no todos podrán hacerlo, incluso si han pagado los 10.000 dólares que cuesta, ya que solo aquellos que demuestren que conducen de forma segura durante un mes tendrán la posibilidad de actualizar el sistema.
Tesla había lanzado este sistema FDS durante este año, pero no estaba disponible para los usuarios comunes, sino para un pequeño grupo especialmente seleccionado, que no solo sirviera para corregir defectos y desarrollarlo, sino también para evitar accidentes poco convenientes para una tecnología sobre la cual existen más prejuicios y temores de lo esperado. Incluso en ese mismo seleccionado de conductores responsables, algunos no lo utilizaron con la suficiente responsabilidad, por lo que la marca les inhabilitó el software.
De tal modo que ahora, además de lanzar el Autopilot Full Self-Driving, Tesla lanzó simultáneamente el Safety Score, que será el responsable de evaluar a sus conductores durante 30 días de acuerdo a una serie de verificaciones bien definidos.
Se evaluarán las alertas de colisión frontal, las frenadas bruscas superiores a 0,3 G, los cambios de dirección agresivos superiores a 0,4 G, la distancia de seguridad con otros vehículos, un parámetro que se mide a partir de los 80 km/h, y que se desactive automáticamente el Autopilot porque el conductor no está con sus manos en el volante.
Con esta información, el Safety Score examinará al conductor día a día, mediante un algoritmo que analiza esos parámetros y los compara con los días anteriores. La misión del sistema es hacer un promedio de la conducta de cada conductor en ese período de tiempo, para establecer si está capacitado para descargar e instalar el sistema Autopilot FDS 10.1 Beta.
Como servicio complementario, el sistema tendrá un asistente que podrá dar consejos u observaciones día a día, que permitan al conductor, mejorar su puntaje para aplicar a la máxima versión de conducción autónoma. La nota con la que se aprueba para Tesla es 80/100.
El sistema Autopilot Full Self-Driving incorpora la conducción autónoma también en ciudad, ya que ahora es capaz de detectar semáforos y señales de stop, cosa que la versión anterior no hacía. Opera en 4D y no en 2D, a través de cámaras, sensores ultrasónicos, radares y sobre todo un nuevo chip que, aseguran, es 21 veces más efectivo que el que se utilizaba hasta la versión previa.
Si bien no es un software autónomo de nivel 4 como se podría imaginar al hablar de Full Self-Driving, ya que no hay legislación que lo permita en ningún país del mundo, tampoco es Nivel 3, aunque podría serlo. Tiene la capacidad, pero por esas mismas normas de transporte, debe requerir que las manos del conducto estén sobre el volante, es decir, que un ser humano atento y listo para interactuar con él. La legislación se cubre con esas limitaciones impuestas. Tesla se cubre con el examen individual. La Inteligencia Artificial ya ha roto esas barreras, pero nadie se anima a dar el paso y todos prefieren ir lentamente. Más vale prevenir. Para el futuro todavía hay tiempo.
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