Bajar de la línea M1, la de color rojo, del Metro de Milán, en la estación Doumo. Subir a la calle y quedarse mudo es inevitable. Imponente, majestuosa, única, ahí está la Catedral de Milán, famosa en todo el mundo como Il Duomo di Milano. Es imposible atravesar la Piazza del Duomo sin quitar la mirada de semejante edificación gótica que se comenzó a construir en 1386, que llevó 600 años en completarse. Tras bordearla por la avenida Corso Vittorio Emanuelle II, y caminar unas pocas cuadras, se llega al Quadrilatero della Moda, y se confirma todo. Milán es la ciudad del diseño y la moda por excelencia.
No es casual entonces que en 1910, en el noroeste de la ciudad, se haya creado A.L.F.A., acrónimo de “Anonima Lombarda Fabbrica Automobili”, y que su emblema original fuera el Biscione, la serpiente con cabeza de dragón del escudo de la familia Visconti, que gobernó Milán en la edad Media y comienzos del Renacimiento; y la Cruz de San Jorge, roja sobre fondo blanco, que es el símbolo del escudo de Milan. Después de algunos años, tras la entrada de Italia en la Primera Guerra Mundial, el empresario Nicola Romeo compró la A.L.F.A. y creó Alfa Romeo, pero A.L.F.A. y Milán quedaron para siempre como una marca indeleble.
El Trilobo o “rostro de trébol”, nacido en los años de posguerra con el modelo Freccia D’Oro, continuó desde entonces en la parrilla de cada modelo, con sus evoluciones, pero siempre mostrando pertenecer a un Alfa Romeo.
Por eso, quien tiene un Alfa es porque ama Alfa. Y se dice Alfa, a secas. Y eso muestra una pasión que se contagia por la mística y también por el diseño, que está en su ADN. Alfa Romeo ha creado un lenguaje visual único que ha generado apasionados “Alfistas” en todos los rincones del planeta, aseguran ellos mismos.
Raíces italianas
El principio de tensión entre tendones y músculos que descubre y remarca Leonardo Da Vinci puede haber inspirado el diseño automotriz. En un vehículo hay “tendones” y “músculos”. Un balance de tensión entre ambos permite encontrar la forma perfecta.
En el Alfa Romeo Disco Volante de 1952, se pudo apreciar la aparición de esos “tendones”. Tenía una forma radical que representaba una circunferencia que rodeaba el auto en su totalidad, haciendo curvas la trompa y la cola, e incluso atravesando con una línea la propia parrilla, que por otro lado, ya mostraba forma de trébol. En la línea lateral del automóvil, aparecían los “músculos”, que formaban una Zeta dentro de los guardabarros delanteros, y entre las dos puertas y los pasaruedas traseros.
El Alfa Romeo Tonale es el nuevo SUV compacto que Alfa Romeo presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra de 2019 y que verá la luz en 2022. Ese modelo es un claro ejemplo de cómo se transmite la herencia Alfa Romeo.
Con los años 60 y la llegada de la Giulia, aparece un nuevo concepto de diseño que hoy continúa vigente en otros modelos. Es la línea descendente lateral del Tonale, o “Línea GT”, que para Alfa Romeo representa la confianza y la presencia de aquel icónico modelo, y conecta la temática de diseño desde las luces frontales hasta las traseras. El Tonale también muestra la clásica forma en cuña de la ventanilla trasera, así como una atractiva forma que envuelve la superficie acristalada.
También aparece el diseño en las llantas que se vieron en la Giulia, y que tienen su inspiración en los discos telefónicos de aquellos años. Desde entonces, e inmortalizados pocos años después en el Alfa 33 Stradale, quedaron como un sello distintivo que también se aplican al Tonale.
El Alfa Romeo 8C Competizione fue presentado en el Salón de París de 2006 y producido desde 2007 a 2010. En las aperturas de luz natural al habitáculo del Tonale, se pueden ver las similitudes y la inspiración común, mostrando que la conexión no solo es con el pasado sino también entre todos los tipos de vehículos y segmentos, incluso en modelos contemporáneos.
También en el Tonale se puede ver una nueva interpretación de la legendaria parrilla con forma de Scudetto. Mientras el Scudetto del Alfa Romeo Stelvio está rodeado por la carrocería, el del Tonale conecta con las luces delanteras. Este diseño da una pista de una posible nueva imagen de la marca.
Herencia deportiva
Probablemente el Alfa Romeo 33 Stradale haya sido uno de los automóviles que dejó su marca definitiva en el diseño al servicio del más puro rendimiento. Era un vehículo que combinaba requerimientos funcionales y mecánicos de alta performance con un diseño que contenía a un chasis tubular de acero y aluminio.
El Alfa 4C de 2020, ofrece una interpretación moderna de aquella idea, con una carrocería liviana de materiales compuestos, monocasco en fibra de carbono, cuadro de aluminio para el tren motriz y motor turboalimentado de alto rendimiento. El moderno 4C se inspira en el tamaño compacto, dinamismo y agilidad que caracterizaban al 33 Stradale.
Tablero con historia
El panel de instrumentos del 1750 GT Veloce de los años 60 y del nuevo Stelvio está dividido por elementos horizontales, que recuerdan a alas de aviones que se conectan con las imaginarias turbinas: las rejillas de ventilación y los clásicos velocímetros y tacómetros redondeados de Alfa Romeo.
Disrupción
El Giulia TZ de 1963, siglas de “Tubular Zagato”, representó una evolución significativa con la introducción del concepto “coda tronca” o cola trunca. Diseñado para la competición, el abrupto corte de la parte trasera del Giulia TZ no era únicamente un elemento funcional para mejorar la aerodinámica, sino que también sirvió como guía de diseño para futuros modelos Alfa Romeo, como el 33 Stradale de los 60, la Alfeta GTV de los 70, la 8C Competizione de la primera década de los años 2000 y la SUV Stelvio actual.
Versatilidad como forma de tener estilo propio
Al comienzo, la marca Alfa Romeo desarrollaba internamente las arquitecturas de sus vehículos, los motores y los componentes mecánicos, mientras que encargaba los diseños exteriores e interiores a carroceros italianos como Castagna, Pininfarina, Bertone, Touring o Zagato.
Esta colaboración entre marcas y carroceros era habitual desde el nacimiento mismo de la industria automovilística italiana hasta los años 70. Pero mientras la gran mayoría de compañías italianas se asociaban con un único carrocero, Alfa Romeo desarrolló una asociación creativa con varios de ellos, generando un modo flexible que todavía influye en su aproximación actual al diseño.
Desde 2009, el Centro Style Alfa Romeo se trasladó a su ubicación actual en Turín, pero antes, en Milán, primero se llamó Reparto Carrozzeria (Departamento de Carrocería) en los años 30, y luego, en 1957, se transformó en Ufficio Style (Oficina de Estilo). El actual nombre del departamento de diseño se cambió en 1997. Y es ahí donde se mantiene viva la esencia Alfa.
Y el rojo, nacido con las carreras de automóviles como el color que representaba a Italia, que usó Alfa, pero también Ferrari y Maserati, sigue siendo parte del estilo Alfa. No es un rojo igual al de los otros, se trata del Rojo Tiziano, un rojo cálido y elegante, que no quita la deportividad al carácter de los autos de Alfa Romeo, sino que le da clase y distinción.
Alfa Romeo es una marca aspiracional, no es la única del mundo del automóvil, pero claramente es una de las distintas, icónicas y emblemáticas. Es que tener un Alfa, es tener un Alfa.
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