Hace pocas semanas, el padre de las baterías de iones de litio, Akira Yoshino, Premio Nobel de Química 2019, dijo que había que estar atentos a un posible anuncio antes de fin de año de parte de Apple, referido al tipo de automóvil que producirán, y también del tipo de batería que tendrá para propulsar sus motores eléctricos. El químico japonés, dijo que posiblemente quisieran entrar antes de 2025 y que es parte de un proceso en el que habrá una convergencia entre la industria automotriz y la industria de la Tecnología de la Información, todos pensando en el futuro de la movilidad.
Desde el año 2015, la cantidad prototipos no oficiales que se han visto representando el auto de Apple y las hipótesis de alianzas con compañías automotrices para producirlo han sido de lo más diversas.
Inicialmente se dijo que harían su propio auto sin colaboración alguna de una compañía de la industria, pero pasaron los meses sin mayores novedades y pronto aparecieron noticias de algunos problemas que habían encontrado, y que probablemente con un socio que tuviera el “Know how” y las herramientas para esos desarrollos, se acortarían los tiempos y los costos.
No está muy claro si Apple quería aportar su tecnología a un proyecto de un auto eléctrico autónomo que hiciera una fábrica del rubro, o se pretendían que le fabriquen un auto que se llamaría Apple. Probablemente en cada caso podría ser un poco más de uno y menos del otro, y viceversa, pero la cuestión es que empezaron las negociaciones con varios fabricantes y se fueron cayendo unas mientras aparecían nuevas opciones. Los nombres fueron BMW, Hyundai y KIA, Nissan y después la manufacturera independiente Magna (austríaca), hasta que se ha llegado a la última que se conoció, que era Toyota.
Pero parece que en todos los casos, el impedimento para continuar el “joint venture” era el mismo. Apple pretendía unos estándares muy altos en tiempos y modo de trabajo comparado con los de la industria automotriz, y además, no parecía muy rentable producir un auto que no sería masivo sino más bien exclusivo, de alto costo y pocas unidades.
Después de esos intentos, todos con el mismo resultado fallido, Apple habría decidido que ya no puede retrasar el proyecto de movilidad debido a que el mercado automotriz está cambiando rápidamente.
Según el nuevo informe, Apple ha decidido una vez más continuar el desarrollo por su cuenta, para lo cuál ha contratado ingenieros de Mercedes y Ford como últimos movimientos estratégicos. Fuentes locales dentro de la compañía, le habrían dicho al sitio coreano económico mk.co.kr, que ya se está restaurando su centro de desarrollo de vehículos y está procesando los documentos requeridos asegurarse los contratos de proveedores necesarios.
Así, Apple se mantiene firme en su plan original de desarrollar un vehículo eléctrico de alta tecnología con funciones autónomas, aunque ya no se habla de un vehículo autónomo completamente como un tiempo atrás era prácticamente una certeza.
Sin embargo, se cree que al gigante tecnológico de Cupertino, todavía le faltan al menos cuatro años para lanzar su producto al mercado, lo que coincide con la afirmación de Akira Yoshino con una exactitud demasiado notoria para ser casual. Una vez que salga a la venta, los expertos creen que Apple podría vender alrededor de 1,5 millones de unidades para 2030, lo que sacaría el proyecto de esa segmentación de auto exclusivo, costoso y de pocas unidades en que se lo había encasillado.
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