La principal razón para que la industria automotriz mundial esté invirtiendo, y en algunos casos perdiendo, miles de millones en desarrollar la plataforma de autos eléctricos, es el cuidado del medio ambiente. Eso es un hecho indiscutible, al que se pueden presentar cuestionamientos relacionados con la concentración de esfuerzos solo en ese campo y no también en otras opciones que permitan una movilidad que no emita gases de efecto invernadero.
Por eso hay todavía muchas voces que se alzan señalando que, si la producción de tanta energía eléctrica como será necesaria, no se logra hacer con fuentes renovables, habrá una contradicción de base que transforma el proceso en una causa más política que ambientalista.
Entonces aparecen las energías renovables alternativas como el hidrógeno verde o la energía eólica y fotovoltaica como posibles caminos para una real reducción de la contaminación de la movilidad del mundo.
Pero mientras todo ese proceso recorre los vericuetos más escabrosos, la tecnología no puede detenerse a debatir y esperar mientras el planeta se sigue calentando, de modo que, apostando por el camino más probable y masivo, el de los autos eléctricos, empiezan a aparecer soluciones derivadas del tipo de vehículo que se puede crear aprovechando las posibilidades que la electricidad ofrece.
Y aun sabiendo que habrá una cantidad de soluciones que todavía no se imaginan siquiera, ya hay certezas e innovaciones que se pueden contabilizar como verdaderos aportes de los autos eléctricos ante los convencionales con motores de combustibles fósiles.
Al no tener un motor, una caja de velocidades y un sistema de escape, el auto eléctrico tiene espacios que puede aprovechar para ser más confortable, por ejemplo tener el piso plano y no con el túnel longitudinal que tienen los autos que sí llevan motor de gasolina. También se pueden hacer más grandes los habitáculos, porque con dejar espacio solo para un motor en el interior de cada rueda, se puede ocupar mucho más volumen de carrocería. Pero también hay otras soluciones como ser un acumulador que pueda proveer energía externamente, y que sea el auto el que alimente por lapsos determinados de tiempo de electricidad a una casa ante un cote de luz.
Para Volkswagen ahora hay una nueva idea, y tiene el mismo fundamento de aprovechar las posibilidades del concepto para otras utilidades, pero con una salvedad: su precio. El auto eléctrico es siempre más costoso que su equivalente o similar de combustible derivado del petróleo, y los alemanes han dicho que este nuevo modelo, tendrá un precio que ira de los 20.000 a los 25.000 euros según la versión.
La presentación del concepto ocurrió en el Salón de Múnich, donde se ha mostrado el Volkswagen ID. Life, el modelo de entrada en la línea ID, exclusiva de autos eléctricos, que ya tiene el ID. 3 y ID. 4.
Fiel al estilo VW, el ID. Life no tiene formas futuristas llamativas, sino más bien diseño minimalista clásico con un capot plano, una línea de cintura alta, guardabarros marcados, ruedas de grandes dimensiones y una pintura bicolor de carrocería y techo.
Pasando al aspecto mecánico, el ID. Life será el primer eléctrico de la marca con tracción delantera, con un motor de 172 kW o 234 CV, una batería de 57 kWh, y una autonomía eléctrica de unos 400 kilómetros.
Pero lo que promete ser una innovación grande es su aspecto de auto pensado como entretenimiento para seducir al consumidor joven, porque gracias a ese espacio interior que solo un auto eléctrico puede tener, el ID. Life despliega una gran pantalla desde el tablero hasta el techo, en lugar del parabrisas, en la que se pueden ver películas o videos, o conectar una consola de juegos. Si son cuatro los ocupantes, cada uno ocupará su butaca, pero si son dos o incluso tres, reclinando los asientos delanteros, las plazas posteriores se transforman en unos cómodos sillones con apoya pies, que convierten el auto en una sala de juegos con un confort y aislamiento acústico único. El ID. Life puede, perfectamente, ser la sala de juegos digitales que se usa en el garage de una casa, sin molestar al resto de la familia con el sonido.
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