Los vehículos autónomos para uso particular todavía no están desarrollados ni tienen legislación. Los de transporte de pasajeros como taxis, ya se ven circulando por las calles de algunas ciudades chinas y también en California. Pero lo que no habíamos visto aún eran los vehículos autónomos sin conductor pero tampoco sin asientos para pasajeros, es decir, solo para transporte de carga, mensajería o delivery.
La empresa norteamericana Nuro está en eso desde hace un tiempo, y si bien ya ha presentado sus prototipos, está iniciando una segunda etapa de ajuste completamente inédita. Construirán una mini ciudad, para hacer todas las pruebas necesarias que les permitan desarrollar al nivel de precisión necesario, un método de reparto que cambiará muchas costumbres en la sociedad.
Alcanzar una pertenencia olvidada, vender algo en una tienda virtual y tener que enviarlo al comprador, hacer las compras y tener que cargas con pesadas bolsas, o simplemente pedir comida y que un repartidor las tenga que alcanzar, son algunas tareas que requieren que una persona conduzca un vehículo, moto o automóvil, que muchas veces es mucho más voluminoso de lo necesario para esa tarea que se debe realizar. Eso es algo que, aunque no nos parezca, también contamina más de lo que podría bajo otro método de transporte o envío.
Por su tecnología, las cápsulas de reparto Nuro, pueden hacer transportes durante las 24 horas del día, los siete días de la semana, ya que son vehículos autónomos que se encargan de recoger y llevar todos los paquetes sin la necesidad de que una persona actúe en ningún punto de la cadena. Solo el que envía y el que recibe. El procedimiento es sencillo. Es cuestión de pedir, cargar el paquete en el vehículo y este, mediante posicionamiento GPS lo trasladará por la mejor ruta hasta el destinatario, quién, una vez que Nuro está en la puerta detenido, recibirá una alerta y deberá salir a recoger su pedido.
La mini ciudad no solamente será el banco de pruebas. También en ese espacio que se construirá al sur del estado de Nevada, estará la fábrica de los vehículos, junto al circuito de pruebas donde ensayar las nuevas tecnologías desarrolladas para el desarrollo de la actividad de los Nuro autónomos. La planta ocupará más de 30 hectáreas de terreno con más de 11.600 metros cuadrados de superficie en total.
La pista de pruebas servirá para medir las capacidades de esta particular cápsula de reparto en todo tipo de escenarios, como también bajo determinadas situaciones límites, sin el riesgo para el tráfico y las personas de una ciudad funcionando. Nuro deberá aprender a circular rodeado de peatones y ciclistas, y evitar obstáculos inesperados como obras o cortes de calles.
Nuro contará con la ayuda de BYD North America, la división americana de la empresa BYD, que ya ha anunciado una inversión de 40 millones de dólares en el proyecto, pero además, el estado de Nevada ha anunciado que la inversión generará más de 2.200 millones de dólares de impacto económico en la zona, durante los 10 primeros años.
Las obras arrancarán en estos meses con la intención de finalizarlas a lo largo de 2022. Se espera que ambas instalaciones estén operativas a finales del año que viene o a más tardar a principios de 2023.
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