La cantidad de sensores, cámaras y radares de los autos de nueva generación, tienen por finalidad ofrecer un entorno más seguro y confortable para los pasajeros. Ver en el tablero la velocidad máxima permitida en cada zona porque una cámara del auto leyó las señales de tránsito, o saber que otro vehículo está en el punto ciego trasero porque un sensor lo advirtió, son solo algunas de las ayudas llamadas ADAS que la tecnología ha incorporado en autos de media gama, casi como un equipamiento standard para ese nivel de automóviles.
Lo qué pasa dentro de un auto con esa misma tecnología es el otro gran desafío de la industria, que ya ofrece, por ejemplo, mucha conectividad interna y externa al vincular incluso más de un perfil de teléfono celular simultáneamente. En el universo de los desarrollos que todos los fabricantes van mostrando permanentemente, cada tanto sale alguna novedad que sobresale por ir en una dirección que otros no han tomado. Este es el caso de Ferrari, que acaba de sorprender al registrar la patente de un inesperado sistema de climatización.
De una marca como Ferrari se podría esperar un desarrollo que tenga relación por con altas prestaciones, o performance a través de algún sistema como el de las ruedas traseras directrices, pero leer que ha patentado un sistema de aire acondicionado inteligente, pone a Maranello en un claro camino de entrar por otro lado al interés de los consumidores.
El sistema en sí mismo lo que hace es sincronizar la lectura de mediante sensores y cámaras térmicas, de la temperatura corporal de al menos una parte del cuerpo de uno o hasta cuatro ocupantes dentro del habitáculo, y transmitir la temperatura corporal detectada al sistema de aire acondicionado que controla una pluralidad de dispositivos de ventilación.
Paralelamente, un procesador de datos muy complejo y sofisticado, es capaz de detectar datos sobre la temperatura exterior y la radiación solar, y también compararlos con la temperatura corporal del conductor y los pasajeros, pero también con su altura e incluso con el sexo al que pertenecen y su vestimenta.
Una vez comparados todos los parámetros, la unidad de control ajusta la intensidad del flujo de aire, su dirección y la temperatura adecuada para cada ocupante con dos objetivos: mejorar el confort dentro del automóvil, y crear un sistema capaz de evitar ineficiencias y derroches de energía, lo que será fundamental para consumir menos electricidad en los autos del futuro, cuando sean 100% dependientes de una batería.
Que el sistema está proyectado para cuatro pasajeros y haya sido patentado, muestra que Ferrari lo usará en el esperado SUV Purosangue que se comenzará a producir en 2022, ya que la casa de Maranello no tiene actualmente ninguna berlina de cuatro plazas en el mercado. A la vez, patentarlo tiene por objeto tener para sí, los derechos de utilización del sistema ante la competencia, que deberá pagarles si lo desean, o buscar otros caminos que no estén incluidos en el registro de marcas y productos a nivel internacional.
Lejos de las pistas, Ferrari le ha marcado una Pole Position a sus rivales, al menos en términos de confort sobre un automóvil y economía de energía eléctrica.
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