La “Z” es el símbolo de una raza de autos que trascendieron incluso a un cambio de marca. El primer modelo que la usó fue el Datsun 240Z en 1969, después vino el 260ZX y entonces llegó el que hizo famosa a la sigla, el Datsun 280ZX. A partir de allí como parte de la mutación a Nissan, vinieron el 300ZX generación 1 y más tarde, con una transformación total, el generación 2, que lo puso al deportivo japonés en otro nivel.
Los herederos cambiaron de concepto, y así el 350Z y el 370Z fueron autos más pequeños aunque más picantes también. El último, salió a la luz hace poco más de 10 años, en 2009 y desde entonces, se ha producido en series pequeñas bajo su especificación más rabiosa, el 370Z Nismo, probablemente más alejado de los primeros puestos en preferencia que tuvieron sus antepasados.
Ahora llega la renovación y se llama Nissan Z a secas. Se presentó en la misma fecha que hubiera sido exhibido en el Salón del automóvil de Nueva York, que debió cancelarse un par de semanas atrás por recomendación sanitaria ante el brote de la variante Delta del Covid-19.
El Nissan Z tendrá un nuevo motor V6 biturbo y un interior rediseñado, con un estilo casi idéntico al Z Proto, el concepto que ya se había mostrado en 2020, cuando se anunciaba la renovación de esta serie de deportivos japoneses, que alguien definió alguna vez como “un auto con estilo europeo, músculo estadounidense, calidad japonesa y atractivo global”.
El nuevo Nissan Z viene en dos versiones: Sport y Performance, más una opción especial llamada Proto Spec en el modelo de gama alta que está inspirada en el mismo Concept Car del año pasado. En todos los casos, la trompa afilada, la parrilla cuadrada y las lámparas LED retro del Z Proto se conservan. Un difusor negro brillante rodea las puntas de escape dobles. Los modelos de alto rendimiento también cuentan con un pequeño spoiler en el filo del portón trasero.
El modelo Sport viene con llantas de 18 pulgadas y el Performance de 19 pulgadas. Los amantes de este auto podrán elegir entre seis pinturas de dos tonos, cada una con un techo negro como constante. Las opciones son plata brillante, gris Boulder, azul Seiran, amarillo Ikazuchi, rojo pasión y blanco Everest. Quiénes prefieran un solo color, en cambio, podrán elegir entre Black Diamond, Gun Metallic y Rosewood Metallic.
En el interior, una de las primeras cosas que saltan a la vista son los asientos que imitan a los que se pueden encontrar en el GT-R. La consola central cuenta con un grupo de relojes analógicos inspirados en el 240Z. No falta la pantalla táctil de 8 pulgadas para la versión Sport y una de 9 pulgadas con navegación y Wi-Fi en la versión Performance.
La versión extrena, Proto Spec trae algunas diferencias de equipamiento para distinguirse de las dos “más tranquilas”, como mordazas de freno de color amarillo y llantas de bronce de 19 pulgadas, mientras que en el interior trae asientos y tablero de cuero con detalles en amarillo e inserciones de gamuza.
Nissan está limitando la versión Z Proto Spec a solo 240 ejemplares en los EE. UU., en homenaje al 240ZX, el primer modelo de 1969. Está disponible exclusivamente como una opción en la versión Performance.
Mecánicamente hablando, el motor V6 de 3 litros con doble turbo alcanza los 400 CV con un torque de 475 Nm que transmiten la potencia a las ruedas traseras, a través de una caja de velocidades de seis marchas que se combina con un embrague de alto rendimiento, ajuste de revoluciones integrado e incluso un sistema de control de partida detenida en la versión Performance. Quienes quieran caja automática, tendrán la opción con una transmisión de 9 velocidades y un un diferencial de deslizamiento limitado.
En este Nissan Z se mejoró la rigidez estructural, se ajustó la suspensión, y se agregó una dirección asistida electrónica con lo que se busca transmitir una sensación mecánica fuerte. Junto con todo ese rendimiento, Nissan agregó algunos sistemas de seguridad como frenado de emergencia automático con detección de peatones, advertencia de punto ciego, advertencia de cambio de carril, control de crucero adaptativo y alerta de tráfico cruzado trasero.
No solo de Ferrari, Porsche, Corvette o Mustang se alimentan los sueños de aquellos que todavía quieren sentir que se puede andar rápido sobre cuatro ruedas. Los japoneses, además, son los número uno en autos tuning y han producido autos deportivos de altas prestaciones también a través de Toyota, Mazda, Mitsubishi y Honda. De hecho, el campeonato de Súper Turismo Japonés, ha quedado como el de mayor potencia ante la decaída actualidad del DTM (Turismo Alemán), y sólo son superados por el Mundial FIA de autos sport que este fin de semana corre su clásica carrera de 24 horas en Le Mans.
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