Desde que en 2018 anunciaron que serían los primeros fabricantes de un pick-up 100% eléctrica, distintas variables han retrasado la puesta en producción. La última fecha anunciada era junio de 2021, pero ante la escasez de microchips en todo el mundo (consecuencia de la pandemia), aparentemente la compañía ha debido postergar la entrega de sus primeras unidades para el mes de septiembre. Se trata de Rivian, la marca de vehículos eléctricos norteamericana que salió a competir fuerte con Tesla y que se encuentra en una carrera para poner en las calles su modelo R1T, antes que Ford haga lo mismo con la F-150 Lightning y Tesla con la CyberTruck.
Pero el dueño de la empresa, R. J. Scaringe, no tiene preocupación alguna al respecto. Los plazos siguen estando a su favor respecto a la competencia, y el horizonte no vislumbra nuevos obstáculos. De hecho, la primera gran inversión que Rivian recibió fue nada menos que de Jeff Bezos, el CEO de Amazon, y para mayor respaldo aún, la misma empresa le encargó 100.000 vehículos utilitarios para reconvertir a eléctricos, la totalidad de su flota de distribución para el año 2030.
Pero si quedaba alguna duda de la participación de Bezos en Rivian, todo quedó más claro cuando el mundo entero pudo verlo junto a los pasajeros que viajaron al espacio en el Blue Origin, trasladándose hasta la mismísima nave espacial en un R1S, el SUV que Rivian lanzará junto con la pick-up R1T.
De todos modos, no es solamente Bezos quién ha confiado en esta marca, ya que primero fue la misma Ford Motor Company la que invirtió en la plataforma con vistas a producir en conjunto algunos modelos, sino que luego llegó una inversión multimillonaria de T. Rowe Price Associates, un fondo de inversión que había apostado al comienzo por Tesla, pero que en 2019 decidió vender el 80% de su participación ante unos malos resultados económicos.
Mientras Amazon comenzará a recibir a fin de año una parte del primer 10% de vehículos Rivian para comenzar a operar en 16 ciudades de Estados Unidos, Scaringe ya se encuentra en negociaciones que son de público conocimiento con los estados británico, alemán y holandés, para comenzar a vender sus R1T y R1S en esos países, aunque todo parece indicar que hay grandes posibilidades de la instalación de una fábrica en la ciudad inglesa de Bristol, desde la cual proveería el mercado europeo. Hasta el momento, la única fábrica de Rivian está instalada en Illinois, en lo que anteriormente fue una factoría de Mitsubishi en EE.UU.
Ambos vehículos Rivian, tanto la pickup como el SUV, se destacan por su gran amplitud interior, no sólo física sino visual, con techo solar que ocupa la totalidad de la superficie. Pero lo que hace aún más especiales a estos vehículos es su equipamiento y formato novedoso.
La Pickup, por ejemplo, tiene un túnel que aprovecha la ausencia de cárdan, y que permite que detrás de la cabina y delante de la caja, se pueda generar un espacio novedoso. En ese túnel, como opcional de serie, hay un Kit de cocina para camping, que se monta como extensión lateral, y que incluye una mesada, pero también hornallas eléctricas y cajones para utensillos.
Al mismo tiempo, una carpa autoportante, también como equipo opcional, se puede montar hermética y solidaria con la forma de la cabina y la caja de la R1T, utilizando el piso de la caja como cama. Ese piso es plástico y guarda, debajo, el neumático de auxilio, lo que genera un gran campo de aislación térmica para la tienda de campamento.
Técnicamente, los cuatro motores eléctricos, uno por rueda, sumados entre sí, dotarán a ambos modelos con una potencia estimada en los 750 CV y una autonomía cercana a los 600 kilómetros.
Mientras el precio de la F-150 Lightning se anuncia en los 40.000 dólares para la versión menos potente y en 53.000 dólares para la de mayor autonomía que equivaldría a la Rivian, la pickup R1T se vende ya en 67.500 dólares, mientras las E1S supera los 70.000 dólares.
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