Comprar el auto de un actor puede ser siempre muy atractivo para cualquier fanático de las estrellas del cine o la TV, algo similar puede ocurrir con los automóviles de grandes figuras del deporte, aunque en este caso, suele encontrarse que algunos autos tienen detalles personales que los hacen únicos. Tal fue el caso de varios modelos de Ferrari que el alemán Sebastian Vettel puso en venta el año pasado, tras terminar su relación deportiva con la casa de Maranello. Los autos de Vettel tenían, de hecho, su nombre grabado, impreso o incluso bordado en los distintos modelos que sacó a la venta.
Pero hay vehículos verdaderamente especiales por otras cosas, como por ejemplo, por la historia que se vivió con ellos. La casa rodante Airstream de Tom Hanks, es una de esos raros casos.
Las casas rodantes Airstream son muy populares en EE.UU. y suelen verse en todo el país, incluso cuando los Motorhome autoportantes son un verdadero furor. Por su diseño, su color y su largo, son probablemente tan típicos como los Ómnibus de Greyhound que hemos visto en las películas toda nuestra vida.
Pero aunque por fuera lo parezca, este Airstream modelo 34 Limited Excella de 1992 no es común. En primer lugar, porque al ser la “casa fuera de casa” de Tom Hanks durante tantos años de rodajes, tiene una colección de calcomanías con las locaciones, sus fechas y las películas en las que se utilizó, pero una vez adentro, es realmente una casa rodante con un diseño personal.
Hanks la compró en 1993 y pidió que la decoración interior fuera de determinada manera. Pidió que la cocina y el baño estuvieran uno al lado del otro en el centro. Al entrar a su casa rodante, lo primero que encontraban sus visitantes era un living con un gran sillón, una chimenea eléctrica, un pequeño comedor con una mesa y sillas frente al artefacto de cocina, y una buena pantalla de TV sobre la cabina del conductor. En la parte trasera, una cama común de una plaza y media con su placard y una mesada que podía servir como escritorio. Todo esto con una buena superficie vidriada propia del diseño de las casas rodantes Airstream.
Pero la casa rodante se subastará completa, con todo lo que hay dentro, como platos y utensilios de cocina, cafeteras espresso de metal, y una taza del Apolo 13 firmada por Hanks y sus coprotagonistas en la película: Gary Sinise, Kevin Bacon y Bill Paxton. Para que tenga más valor, Hanks también autografió un mueble al lado de la puerta y el aire acondicionado.
“No olvidaré las sesiones nocturnas en Gump y The Green Mile con las ventanas abiertas y el aire fresco entrando. O la vez que Kevin Bacon, Bill Paxton y yo vimos un documental de Buster Keaton en la televisión, antes de correr por Forest Lawn cementerio con nuestros trajes de Apolo 13 para rendir homenaje en su tumba”, dice el actor ganador de un Oscar.
Para Hanks, venderla no es más que desprenderse de algo que le recuerda grandes momentos, pero que ya no es útil, porque “las películas se mueven más rápido ahora y ya no tienen tanto tiempo durante durante las filmaciones”.
Vale el juego de palabras, para decir que la subasta del Airstream arrastra también a su medio de arrastre. Porque junto a la casa rodante, se venderá también la Ford F-150 Super Duty Lariat de 2011. Una camioneta que hace combinación con su remolque por su color, aunque no tanto por su aspecto. Mientras adelante tira una “bestia” con un V8 diésel de 6.7 litros que logra 400 CV con un aspecto moderno e imponente, atrás hay una casa rodante Vintage. Combinaciones que un astro de Hollywood se puede permitir.
La F-150 está completamente equipada con un sistema multimedia, climatizador, iluminación interior, monitor de presión de neumáticos o asistente de arranque en pendiente, control de balanceo de remolque y controlador de freno de remolque especialmente ajustado para frenos hidráulicos y eléctricos. Y por supuesto, tiene la firma de Hanks en su tablero.
Pero fuera de la casa rodante y la camioneta que el actor no manejaba por razones de seguridad, hay dos autos completamente distintos entre sí, pero igualmente únicos que se subastarán el próximo 13 de agosto a través de Bonhams Quail Lodge, en Carmel, California.
Uno es el Toyota Land Cruiser FJ40 de 1980, en el que, por pedido de Hanks, se reemplazó el motor original Toyota 6 cilindros de 4,2 litros que tenía unos 135 CV, por un poderoso GM V6 de 4.3 litros que alcanza 180 CV. Además, por sobre otra reforma en las suspensiones, que lo elevaron más aún del despeje original de este fabuloso 4x4, uno de los más extremos de todos los tiempos, la sorpresa está en el interior, ya que los asientos originales fueron reemplazados por dos butacas Porsche, y el actor le agregó un poderoso equipo de aire acondicionado, que naturalmente no venía de serie en este vehículo en los años 80.
El último auto del “lote Hanks” es también único, pero por su color. Se trata de un Tesla Model S P85D de 2015, el predecesor del actual Model S Plaid. ¿Y por qué es especial por su color? Porque el protagonista de Forrest Gump, Apollo 13, Sully, Rescatando al Soldado Ryan o Naufrago, lo encargó de color verde oscuro British Racing Green, que no viene de serie en los autos de la empresa californiana de autos eléctricos y es el color favorito de Hanks.
Cuánto se pide por estos vehículos es la cuestión. Por la casa rodante Airstream, se calcula que el monto estará cerca de los 300.000 dólares. Por la F-150 se espera alcanzar los 85.000 dólares, por el Tesla Model S unos 60.000 y por el Toyota Land Cruiser, nada menos que 150.000 dólares, aunque claro, al ser subasta, cada vehículo puede encontrar su media naranja que sea capáz de pagar el doble si así lo cree necesario para asegurárselo en su garage.
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