Hace pocos días conocimos la imponente lancha Tecnomar for Lamborghini 63, del peleador de la UFC, Conor McGregor, que deslumbró por si estética y su performance. No era un Lambo de calle que entraba al agua, claro, pero su diseño hacía imposible no relacionarlo con el modelo de calle llamado Lamborghini Sian 63 de la casa de Sant’Agata Bolognese.
Pero siempre hay alguien que va más allá, y que quiere venir transitando por una ruta y al llegar a un lago, poder navegarlo sin tener que estacionar y subir a una lancha. Ese tipo de automóviles son conocidos como anfibios, de los cuáles, a lo largo de la historia del automóvil, han existido en cantidad, incluso como vehículos militares.
Entre esos emprendedores, en la ciudad de Bluffton, Carolina del Sur, está la empresa CAMI (Cool Amphibious Manufacturers International), fundada hace veinte años por el matrimonio de John y Julie Giljam, que se dedica exclusivamente a fabricar vehículos anfibios. Han desarrollado ocho inventos de este tipo, pero el que más ha llamado la atención es un Motorhome de lujo, que han denominado Terra Wind RV, y que tiene un precio cercano al millón de dólares.
Es que se trata de un Motorhome que no tiene plástico ni materiales baratos en su interior. De hecho, es una réplica del equipamiento que podría encontrarse en un lujoso yate, con todos los pisos de baldosas de mármol y mesadas de granito, gabinetes de madera teca, cuero real en los muebles, y hasta un jacuzzi en el baño.
La cocina está equipada con todos los electrodomésticos, como la de una casa. El living funciona también como sala de entretenimiento, dotado de un sistema de audio de alta fidelidad y una pantalla Led Full HD 4K de gran tamaño. El rincón donde se encuentra la mesa, se desliza hacia afuera, haciendo esa sección expansible, para brindar aún más espacio en el interior.
El dormitorio principal está en la zona trasera, con una cama tamaño Queen, con colchón personalizado, techo con espejos y puerta balcón a través de la cual se accede al porche que funciona como plataforma o terraza para ir a nadar cuando el RV está en el agua. Esta plataforma es ampliable y puede acoplar un par de motos de agua.
En el medio, entre la sala de estar y cocina, y el dormitorio principal, hay un segundo dormitorio con camas individuales, y está el baño que cuenta con un inodoro electrónico y una combinación de bañera y jacuzzi, que a su vez tiene una gran ventana desde la cual se puede tomar un baño de inmersión mirando la vista de un lago desde el propio lago, algo por lo menos poco frecuente.
El exterior es impermeable o estanco, aunque dispone de bombas de emergencia en caso de inundación. El panel de instrumentos es un poco más complicado que el de un Motorhome convencional, pero solo porque también tiene uno para el modo marino.
Está propulsado por un motor diésel Caterpillar 3126E turboalimentado de 330 CV, con una transmisión automática para conducir en calles y una caja de cambios marina para operar en el agua, poniendo las hélices en movimiento. Para cambiar del modo tierra al modo agua, solo es cuestión de poner uno en neutral y el otro en drive, pero antes hay que detenerse, salir, e inflar los dos pontones de 3,9 metros que mejoran la estabilidad en el agua, y que salen de la sección de bauleras del Motorhome, telescópicamente.
Una de las claves del Terra Wind RV es que está diseñado con un centro de gravedad muy bajo para evitar el riesgo de vuelco. La adición de los pontones inflables y alejados del cuerpo del Motorhome, le permiten controlar olas de hasta 1,2 metros y vientos de hasta 65 km/h como un verdadero barco.
En el modo yate, el RV se desplaza a baja velocidad, unos 4 nudos, que equivalen a menos de 10 km/h. En su modo casa rodante autoportante, en cambio, viaja sin problemas a 130 km/h. En ambos casos, tanto para las ruedas como para las hélices en el modo acuático, la propulsión está originada en el mismo motor.
Según el equipamiento y algunos detalles de terminación, una versión del Terra Wind RV, puede costar 750.000 dólares o 1,2 millones. En cualquier caso es muy caro, pero si sumáramos el mismo lujo a un Motorhome convencional y a un Yate, quizás los números no serían tan alejados.
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