Elon Musk está otra vez en boca de todos. Como cuando dijo que sus autos Tesla se podrían comprar con Bitcoin, o como cuando anunció que Tesla dejaba de vender sus autos con esa misma cryptomoneda porque “Nos preocupamos por el rápido incremento del uso de combustibles fósiles para la minería de bitcoin y las transacciones, especialmente carbón, el cual tiene las peores emisiones entre cualquier otro combustible”. En ambas oportunidades, esos posteos del sudafricano de 50 años en su cuenta de Twitter, hicieron subir y bajar la cotización del Bitoin como pocas otras cosas podrían haberlo conseguido.
Solo que esta vez, la controversia fue menos trascendente para el mundo y quedó dentro de los miles de fanáticos de Tesla como marca de autos eléctricos, una comunidad enorme y en crecimiento, peor muy menor en comparación con el mundo financiero.
Este año, en el refresh que Tesla ha hecho al exitoso Model S y en el lanzamiento del nuevo Model X, la novedad que más llamó la atención es su nuevo volante. Tesla lo llama Yoke, y en lugar de ser un aro como el que todos conocemos como volante de forma convencional, es una especie de volante de un auto de Fórmula 1, aunque también podría decirse que es de una nave espacial, o incluso un gran joystick. El Yoke no tiene parte superior y no es redondo en sus otras secciones, sino que es un rectángulo de puntas redondas, muy grueso de empuñadura, y tiene adicionados en los radios superiores, los botones de varias funciones que habitualmente están en palancas detrás de los volantes convencionales también.
La controversia nació unos días antes, cuando el famoso Influencer de YouTube, Marques Keith Brownlee, publicó en su canal que siguen más de 14 millones de personas, una revisión crítica del nuevo Model S Plaid, que viene ahora con tres motores eléctricos y varias mejoras de gran calidad, pero también viene equipado con el volante Yoke.
El youtuber dijo que el volante no es cómodo para conducir en ciudad, ya que, como hay que darle muchas vueltas a la dirección para un giro cerrado, tomarlo desde los laterales, resulta poco práctico. Además criticó que los botones táctiles no son tan efectivos como si fueran teclas convencionales, y esto es porque en ciertas maniobras, el conductor puede accionarlas involuntariamente, justamente porque al tener que tomar la dirección en la posición 9:15 de un reloj, y no 10:10, quedan expuestas a ser rozadas y activadas.
Musk respondió que “en general las interfaces al comienzo tienen errores. Con cada actualización de software, la intuición del auto va mejorando. La gente tendrá que presionar menos los botones y el sistema detectará cuándo se hayan presionado accidentalmente.
Entonces, un usuario de Australia, preguntó si había posibilidades de tener un Model S con volante convencional, a lo que el creador de Tesla respondió tajantemente con un: “No”.
Los autos de Fórmula 1, que tienen este tipo de volantes sin aro en la parte superior, tienen muy poco radio de dirección, y salvo en Mónaco, jamás las manos del piloto se cruzan al doblar la dirección. Lo que debería ocurrir para que un volante de este tipo sea más adecuado para las calles, es una progresividad de la dirección, de modo que no haya que dar más de media vuelta para poder girar las ruedas. Pero ese es un sistema sumamente complejo, porque esa dirección debería adquirir la multiplicación de giro de acuerdo a la velocidad. No es lo mismo girar las ruedas para estacionar, cuando tenemos que tener mucho ángulo de dirección, que si vamos en una autopista o una ruta, por encima de los 100km/h. Sin embargo, Tesla está trabajado en ese dispositivo, y el propio Musk lo ha confirmado, aunque también explicó que todavía falta un tiempo algo extenso para tenerlo desarrollado e incorporado a los autos.
La otra crítica de Marques Keith Brownlee era referida a qué dispositivos se accionan desde los botones táctiles. Las luces de giro o el cambio de luz baja a luz alta, están en el radio izquierdo, y en el derecho encontramos el botón que activa el dispositivo para detectar la voz del conductor, el Autopilot, el limpiaparabrisas y la bocina. Y esta fue una de las críticas mayores del youtuber, quién dijo que es frecuente que cuando alguien se cruza delante nuestro, sea un reflejo propio del conductor común, y casi sin pensarlo, presionar el corazón del volante para tocar la bocina, y por lo tanto no podríamos estar buscando con qué dedo presionar el botón, porque entre otras cosas, nos obliga a sacar los ojos de la calle.
Es cierto, algo de razón tiene, pero quizás, si continuase el debate entre Musk y Brownlee, el pretoriano le diría que un Tesla no necesita tocar bocina si alguien se cruza en su camino, porque el auto frenará por sí mismo.
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