Luego de conocerse dos semanas atrás, la propuesta de la Comisión Europea de eliminar para el año 2035 la venta de vehículos con motores de combustibles fósiles, es decir gasolina y diésel, algunos gobiernos avanzan en nuevas medidas, un poco movilizados por posicionamiento político frente a procesos eleccionarios por venir, y otro poco como modo de prepararse de mejor modo posible, para el nuevo tiempo que vendrá. Los países con una industria petrolera o automotriz fuerte, probablemente sean los que mayor actividad muestren en los próximos años, ya que la paulatina desaparición de una de ellas y la conversión de la otra, afectará mayormente a su economía y sociedad.
Prohibiciones en Francia
En Francia, se ha aprobado el proyecto de ley “Clima y Resiliencia”, que impulsa el gobierno de Emmanuel Macrón, con 233 votos a favor y 35 en contra, lo que ha puesto a la Ley climática en el centro de la escena política y ambiental del país galo. El texto del proyecto de ley incluye medidas como la supresión de líneas aéreas internas cuando haya una alternativa en tren de menos de dos horas y media, prohíbe ciertas prácticas de construcción de edificios poco ecológicas, y prescribe el etiquetado de la “huella climática” en ciertos productos. Pero la industria del automóvil tendrá un impacto directo porque se ha dado un primer paso en dirección a combatir los motores de combustibles derivados del petróleo, ya que en su artículo 4, introduce la prohibición de la publicidad de combustibles fósiles, es decir, nafta, diésel y otros derivados de origen extractivo como el metano, a partir de la segunda mitad de 2022.
Lo que se intuye a partir de este artículo, es que el siguiente pase será la prohibición de publicitar los vehículos más contaminantes, aunque se cree que ese punto sólo será aplicado para autos con emisiones de CO2 superiores a 123 g/km, que serán los mismos autos que ya no podrán venderse en Francia después de 2030. Otra de las imposiciones que impulsa el proyecto de ley “Clima y Resiliencia”, es la obligatoriedad de indicar el impacto climático de los productos en la publicidad que se haga, con aplicación inmediata en los sectores de automoción y electrodomésticos.
Más allá de le ecología, este tipo de medidas, podrían afectar seriamente también al deporte del motor, puesto que las compañías petroleras son uno de los sustentos vitales de la actividad a través del patrocinio. Algo similar ocurrió en los años 80 y 90 cuando se comenzaron a ver restricciones a la publicidad de tabaco, hasta quedar completamente prohibida a comienzos de este siglo. Muchas de las compañías petroleras ya han comenzado hace tiempo a convertirse en proveedoras de energía limpia, pero esa transformación dejará afuera a algunas que no lo consigan hacer eficientemente, es decir, en tiempo y forma.
Las automotrices aceleran sus plazos
Mientras esto ocurre en Francia, en otro país productor de combustibles y automóviles de varias marcas como Alemania, Mercedes acaba de anunciar que desde el año 2025, ya no fabricará más autos con motores de combustibles fósiles.
Y este es un cambio de rumbo de la casa de Stuttgart ha cambiado sus prioridades y planes, y ha pasado de “electric first” (eléctricos primero) a “only electric” (solo eléctrico), lo que se comprobará ya en 2022, cuando tendrá disponible una versión a batería de todos los sus modelos, y en 2025, cuando ya no producirán más desarrollos de vehículos con motores de combustibles fósiles.
Para que esta transformación sea posible en tan corto plazo de tiempo, Mercedes subcontratará tecnología ya existente, comprando la empresa de motores eléctricos YASA, lo que les dará el conocimiento y la base técnica para desarrollar una nueva generación de motores de mayor rendimiento y eficiencia.
En cuanto a la producción de baterías, Mercedes adicionará ocho giga-fábricas a las nueve plantas de fabricación que tiene en la actualidad, para que se pueda cumplir con la demanda que vendrá. Paralelamente, se optará por un módulo de pilas estandarizado, que pueda ser adoptado en el 90% de los autos de la marca.
Por último se anuncia una expansión de la red de carga “Mercedes me Charge”, que actualmente ya es de 530.000 puntos de despacho en todo el mundo, mientras desarrollan un nuevo estándar de carga “Plug & Charge” que permitirá a los usuarios, enchufar, cargar y desenchufar sin necesidad de pasos adicionales para la verificación y el procesamiento del pago de esa carga.
Ese dinamismo deberá ser adoptado por todos en algún momento, mientras se desarrollan los súper cargadores de alta velocidad y se eficientizan las cargas parciales, puesto que con tanta circulación de autos eléctricos, las demoras de recarga de baterías, será un problema que habrá que prever.
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