El primer Salón del Automóvil que debía abrir sus puertas al público luego de la Pandemia en Europa, era el Salón de Barcelona, previsto originalmente para recibir a la prensa el 8 de julio y a los visitantes a partir del 10. Sin embargo, los organizadores decidieron unas semanas antes del día inaugural, postergarla por tres meses y reagendar la muestra para la primera semana de octubre. Las razones no tuvieron que ver con las restricciones por COVID-19, sino porque al menos siete fabricantes habían declinado de participar, principalmente por la falta de microchips en todo el mundo y un considerable retraso en la producción de modelos en varias de esas compañías, aunque también hubo algunos problemas debido al reducido espacio que contaban en el recinto de Montjuic para cada expositor.
Así, el mundo occidental tuvo que virar al oeste y poner rumbo a Norteamérica, donde efectivamente, el pasado 15 de julio, comenzó el Chicago Auto Show, la muestra de la industria más importante de los EE.UU.
Europa tendrá que esperar entonces hasta la primera semana de septiembre para tener su Salón del automóvil presencial otra vez, y es justamente uno de los que habitualmente se realizan cada dos años, pero que en esta oportunidad cambiará su sede histórica por 70 años, por una nueva ciudad que lo albergará en adelante. Se trata del Salón de Munich, conocido como IAA (Exposición Internacional del Automóvil), y que toma la posta nada menos que del clásico Salón de Frankfurt. La muestra de Munich, sin embargo, ha mutado respecto al formato y contenido que supo tener la feria alemana por excelencia, y tendrá toda la atención puesta en movilidad y energía renovable como insignias para exhibir.
Esta muestra clásica, que se hace bianualmente intercalándose con el Salón de París, había quedado con dos ediciones consecutivas cuando la Pandemia obligó a cancelar la edición 2020 del salón francés, que hizo su última exposición en 2018. Los organizadores acaban de anunciar la fecha del regreso para París, que abrirá sus puertas otra vez entre el 17 y el 23 de octubre de 2022.
El Salón de París 2022, combinará su actividad conjuntamente con el “Equip Auto”, una feria especializada en la postventa de automóviles y en los servicios de movilidad. La idea de los organizadores es que, además de asegurarse un mayor número de expositores interesados, la exposición sea un evento global que atienda tanto a particulares como a profesionales, buscando volver por la “puerta grande”.
Y amoldándose a un nuevo formato que ya está percibiéndose en las dos ferias que han concretado su apertura en 2021, como fueron Shanghai y Chicago, en la capital francesa habrá actividades de todo tipo, pero especialmente muchas mesas redondas y pruebas de vehículos en pistas especialmente diseñadas en el Paris Expo Porte de Versalles.
París apuesta al futuro de los Salones del automóvil, sabiendo que las plataformas tecnológicas digitales, las simulaciones de Realidad Aumentada, las restricciones de circulación post COVID-19, y los altísimos costos de un evento puntual como estos, han minado el interés de muchos fabricantes, que prefieren otro modos de lanzar sus productos al mercado mundial. Pero como la industria ha cambiado por el formato de sus productos, y hoy, un automóvil tiene más dispositivos para mostrar desde la virtualidad que desde la presencia física, las ferias deberán cambiar su formato también para seguir siendo atractivas.
Y una de esas formas de correr la frontera más allá de los límites físicos de un Salón del Automóvil, es algo que los franceses pondrán en práctica en la reapertura de 2022. Porque además de ser una muestra real, será también virtual, a través de una plataforma digital específica para la ocasión, que permita a cualquier persona, desde cualquier lugar del mundo y de manera online, ver las presentaciones mundiales que tengan lugar en el Salón.
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