Nadie puede dudar que la vida de Brian Johnson ha sido y sigue siendo una de las más vertiginosas de la historia del Rock. Este británico nacido el 5 de octubre de 1947, hijo de un sargento mayor del ejército británico y una madre italiana, creció en Dunston, Inglaterra, “surgiendo de la sombra de la Segunda Guerra Mundial”, detalla un comunicado de prensa en el que se anuncia la presentación de su autobiografía, que verá la luz en octubre de 2021, cuando cumpla 75 años de edad.
El mismo comunicado dice que “vio a Little Richard en la BBC y cambió el curso de su vida”. Tras probarse en diferentes bandas a lo largo de una década, en las que forjó su voz tan característica, fue invitado a Londres para una audición con AC/DC, “una banda en crisis tras la trágica muerte de Bon Scott, su cantante principal”.
El último concierto de AC/DC había sido el 27 de enero de 1980 en el Teatro Gaumont en Southampton, Reino Unido, cerrando la gira de presentación de “Highway to Hell”, el disco que los había puesto en la cima. Tres semanas más tarde, Scott murió en el interior de su auto, ahogado en su propio vómito mientras creían que simplemente estaba durmiendo.
Brian Johnson se sumó al grupo australiano entonces en 1980, y permaneció como su voz inconfundible. Con Johnson, AC/DC grabó 16 álbumes, entre ellos, uno de los discos de rock más vendidos de la historia: Back in Black.
Pero este libro llamado “The Lives of Brian” no es el primero, sino su segunda obra literaria. Su antecesor, en 2012, fue “Rockers and Rollers: A Full-Throttle Memoir”, en el que escribió todo acerca de su pasión por los coches y los deportes del motor.
Y este es el tema del que vamos a hablar hoy. Porque esa pasión por los autos lo ha llevado a coleccionar en su majestuoso garage en Miami, una cantidad de modelos valuada en más de 220 millones de euros. No hay forma de contar todos los autos porque son demasiados. Además tiene, por ejemplo, más de un Ferrari y más de Rolls Royce, pero también encontraremos un moderno Fiat 500 Abarth y un Mini Cooper de los años 60, así que vayamos a los favoritos de esta increíble colección.
Ford Popular de 1959
“Fue el primer auto que tuve y me lo compró mi padre con 17 años. Por dentro la tapicería era color salmón y probablemente era el coche con el peor motor del mundo. Si conducías a 30 millas por hora sonaba como un perro ahogándose, pero ese automóvil significó la libertad para mí, nunca más tuve que coger el autobús”.
Bentley Vandem Plas Le Mans de 1928
El rockero aseguró que este modelo es su predilecto entre todos los autos que tiene. No cabe duda porqué, ya que es una verdadera obra de arte. Cuando Johnson habla de este auto se le iluminan los ojos. Además, considera que en este Bentley, se resume toda la tradición y estilo inglés en un solo auto, se lo mire por dónde se lo mire.
Lola T70 Mark 1 del año 1968
De este deportivo pura sangre sólo se fabricaron 15 unidades, y el de Johnson es el último de esos 15, lo que aumenta aún más su valor y su simbología. El vocalista de AC/DC dice que “canto rock & roll en una banda de rock. Pero no hay música como la de este vehículo”. El Lola T70 Mark 1 es propulsado por un V8 de 640 caballos. Una bestialidad para un auto de fines de los años 60.
Ferrari 458 Italia de 2013
“Simplemente amo este automóvil. Probablemente sea uno de los Ferrari más bonitos que jamás he visto desde el Dino o el 250 Testarossa. Además, me fascina todo de él: su velocidad, estilo y confort. Se conduce como la seda y me siento genial en él”.
Jaguar F-Type Project 7
Un auto del que solamente de fabricaron 250 unidades. “Creo que amo este auto porque rinde homenaje a uno de mis coches Jaguar favoritos de todos los tiempos, el tipo D ganador de Le Mans. También porque es un coche bastante raro; apenas han construido 250, y solo 50 de ellos vienen a los Estados Unidos. Literalmente tuve que rogarles que me vendieran uno. Por supuesto que me preguntaron de qué color quería. Les dije: ¿Hay algún otro color que no sea el British Racing Green?”
Petty Garage Mustang GT
Se trata de una edición limitada de la cual sólo se pusieron 42 a la venta, ya que el número 43 quedó para el propio Richard Petty, el famoso piloto conocido como “The King” en la categoría de Stock Car americana, más popularmente llamada Nascar. Como Brian no es un tipo de los que esperan a saber la opinión de un amigo, fue el primero en adquirir uno.
Rolls Royce Phantom
Este emblema de los autos de lujo de la industria automotriz inglesa se lo compró cuando cumplió 60 años. La razón más sentimental detrás de su amor por este Rolls descapotable es que los amigos de su padre solían decir que viajarían en uno cuando murieran. “Eso nunca me va a pasar. Siempre quise comprar uno antes de morir”, dice riéndose.
Si habrá sido una montaña rusa la vida de Brian Johnson, que cuatro años después de publicar aquel primer libro, referido a su pasión por los autos, durante una gira por Estados Unidos en 2016, se vio obligado a abandonar repentinamente los escenarios, para no quedarse completamente sordo. De hecho, debió retirarse de la banda y fue reemplazado por Axl Rose.
Pero pasaron otros cuatro años y recuperado de su padecimiento, Johnson regresó al frente de la banda para grabar Power Up en 2020, otro álbum marcado por la tragedia, porque Malcom Young, guitarrista, fundador y compositor de AC/DC falleció víctima de una enfermedad degenerativa.
Así, Power Up ha sido una especie de resurrección para la banda, homenajeando al compositor de todos los temas del grupo, y poniéndole más emociones a la vida de Brian Johnson, que entre la música y los autos, ha sido verdaderamente vertiginosa.
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