Hace exactamente 65 años, una crisis de petróleo dio origen a un auto que marcó una época. Su ciclo duró hasta fines de los años 80. Pero su fin bien pudo ser el nacimiento de otro automóvil que ocupó ese lugar, porque 40 años más tarde, la fusión de una compañía de relojes suiza y una poderosa automotriz, mostraban al mundo una nueva opción a la movilidad urbana, económica y moderna. El MINI y el Smart marcaron, cada uno en su tiempo, un antes y un después en el concepto de auto pequeño.
MINI, una solución revolucionaria
Podría decirse que el mes de julio de 1956, indirectamente, fue el punto de partida de una serie de acontecimientos que determinaron el nacimiento del Austin Mini.
La crisis del Canal de Suez, también conocida como la Guerra del Sinaí, desatada por la invasión a Egipto por parte de una fuerza conformada por Francia, el Reino Unido e Israel en su intento por recuperar el control del paso navío más importante que conectaba el Golfo Pérsico con el Mar Mediterráneo sin tener que rodear África, generó un caos en la economía inglesa, debido al desabastecimiento y encarecimiento desmedido del petróleo.
Fue entonces que el Presidente de la British Motor Company (BMC) decidió anticiparse a la caída de ventas de los autos de gran porte y mucho consumo de combustible, y crear un auto muy pequeño, que debía entrar en una caja de 3 metros de largo, por 1,2 metros de ancho, por 1,2 metros de altura. Pero además, debía ser un auto muy fácil de manejar, ágil no solamente por su tamaño, sino por sus características. El vehículo tendría incluso neumáticos tan pequeños, que Dunlop tuvo que fabricar un modelo específico de 10″. El proyecto se llamó inicialmente ADO15, pero un año más tarde, sería develado como Austin Seven.
Recién cinco años después, la misma marca le cambió el nombre por Austin Mini, y allí nació el mito de un auto que trascendió su tiempo. Hasta entrados los años 80 se fabricó en tres versiones, Mark I, II y III, antes de quedar anticuado frente a los nuevos compactos que invadían el mercado. La marca pasó a llamarse Rover Austin Group y el Mini pasó a ser solo un modelo más entre tantos. A comienzos de la década del 2000, BMW compró la marca, se desprendió de la deficitaria línea de Rover y se quedó con Mini, relanzándolo en 2004, como un auto completamente distinto, que sin embargo tuvo millones de adeptos en todo el mundo.
Así como el petróleo fue el causante de la invención del Mini original, nuevamente es el petróleo el que parece estar dando el puntapié inicial a una nueva generación de esta marca icónica. Aquella vez era por la escasez del oro negro. Hoy por la contaminación ambiental, que no solo impulsa los autos eléctricos, sino también, como una consecuencia del modo en que se ve al automóvil para las nuevas generaciones, a los autónomos.
Ahora nace el Mini Vision Urbanaut, un prototipo de más de cuatro metros de largo, totalmente alejado de los tres metros originales del Mini de 1956, pero con el que la marca muestra sus ideas y soluciones en el uso del espacio para los vehículos urbanos y autónomos del futuro. Bajo la premisa de un “uso inteligente del espacio” esta Van o Monovolumen muestra formas suaves, casi sin líneas, en la que llaman la atención las superficies delantera y trasera, formadas por una especie de pantalla que permite modificar la forma de sus ópticas.
Pero como lo importante es el interior, Mini ha derrochado ideas y aprovechado cada centímetro cuadrado de superficie para crear un ambiente de esparcimiento y recreación visual, que incluso pretende en el proyecto, poder adaptarse a seguir siendo un lugar de uso una vez que el viaje ha terminado. Es decir, un departamento con ruedas, que nos lleve al sitio que queramos, y una vez allí, siga siendo un lugar de estar al que, por supuesto, le faltará baño y cocina. Claramente es un auto, pero no es un motorhome.
Si bien no se han conocido más detalles, se sabe que este será un auto totalmente eléctrico, ya que no se pondrá en producción la versión definitiva antes de 2030, fecha para la cual, Mini tiene previsto ya no fabricar más autos de su marca con motores a explosión. Además, los autónomos todavía son proyectos, que así como Volvo ha desarrollado con una idea similar de auto que permita hacer viajes cortos en el ámbito de un espacio de descanso y ocio, parece que primero serán permitidos por una legislación para taxis autónomos y no para automóviles particulares.
Inteligencia Smart
Es un juego de palabras y a la vez una realidad. El otro pequeño que marcó un antes y un después en la concepción del auto urbano y maniobrable nació en 1995, cuando los MINI ya eran más un recuerdo nostálgico que una realidad de ventas en el mercado. Surgió de la alianza de las empresas Swatch y Mercedes, y aunque bien podría relacionarse con la palabra “inteligencia” en inglés, la realidad es que el nombre no tiene nada que ver con esa definición, aunque lo parezca. Smart es simplemente el acrónimo de Swatch Mercedes Art.
Aquel primer Smart, llamado Smart City Coupé, se hizo famoso por sus dos asientos, apenas 2,5 metros de largo y la posibilidad de cambiar su combinación de colores entrando en uno de los centros creados para tal fin, en sólo cuestión de minutos, al reemplazar puertas, capot y portón trasero por otros de un color diferente, que seguía combinando con el techo, parantes y guardabarros del original.
A lo largo de 25 años, Smart ha evolucionado y al conocido e icónico fortwo, se le sumó el forfour, y dos versiones que no tuvieron tanto predicamento y se discontinuaron: el roadster y el roadster coupé. Pero sin dudas es el fortwo el que quedó como emblema de auto revolucionario a lo largo de todo ese tiempo. La última decisión de Smart GmbH fue anunciar el fin de los autos con motores de combustión interna, que ya es una realidad, pero quedaba por dar un paso más.
Aprovechando la alianza con el gigante chino Geely, en el próximo Salón del Automóvil de Münich, que reemplaza al tradicional de Frankfurt con una nueva concepción de Feria IAA Mobility, y estará destinada mayormente a emprendimientos basados en los eléctricos, el nueno e-SUV Smart fabricado en China, se presentará en sociedad entre el 7 y el 12 de septiembre.
No han trascendido demasiados detalles de sus especificaciones, aunque sí es seguro que utilizará la misma plataforma de que tendrá el nuevo B-SUV de Volvo, el XC20. Esa plataforma le permitiría alojar un motor eléctrico con autonomía aproximada a los 300km, y por los bocetos que se han visto, y alguna foto descubierta en China de una unidad totalmente camuflada, todo parece indicar que tendrá unos 4,3 metros, lo que lo convierte en un SUV de 5 plazas.
“El nuevo e-SUV de Smart será reconocible al instante como un auténtico Smart: ultramoderno, sofisticado y avanzado en soluciones de conectividad. Lo más importante es que poseerá la más “Smart” de todas las características: ser supercompacto por fuera y grande por dentro”, anuncia Daniel Lescow, vicepresidente de Ventas Mundial, Marketing y Postventa de Smart Automobile Co. Ltd.
Como sea, ni el MINI será tan MINI, ni el Smart será tan Smart, porque los tiempos cambian, y así como un día aparecieron para romper esquemas, en su ADN está esa mutación y ambos chicos se preparan para crecer.
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