No siempre algo más chico es menos. No siempre un motor V6 pierde frente a un V8 o un V12, aunque lo parezca. Ferrari ha decidido regresar a la media docena de cilindros que no utilizaba desde 1974, cuando cambió el motor V6 del 246 Dino por un V8. Cuando en 2022 el nuevo auto, llamado 296 GTB, salga a las calles, habrán pasado 48 años desde que una berlina de Maranello no se motorizaba con un V6. El nombre, como siempre en Ferrari, obedece a la cilindrada de 2.9 litros, los 6 cilindros y la sigla GTB al tipo de auto que define como Gran Turismo Berlinetta.
Pero si los amantes de Ferrari pensaban que el nuevo 296 GTB será poco potente como aquel Dino que apenas superaba los 200 caballos, están muy equivocados. Este nuevo biplaza que regresa a esa motorización le agregará alimentación biturbo a sus 3 litros de cilindrada, alcanzando nada menos que 830 CV de potencia máxima. Esto es posible porque gracias a tener un motor de menores dimensiones, podrá alojar al temido enemigo de los apasionados del Cavallino Rampante, un motor eléctrico.
Así es. El Ferrari 296 GTB será un híbrido enchufable, que erogará 634 CV de su motor térmico y 167 caballos de su paquete eléctrico. La batería tiene 7,45 kWh y permite usar esa potencia eléctrica por separado para circular hasta 25 kilómetros sin emitir gases contaminantes, o bien para adicionarlos al motor V6 para desplegar toda la potencia y alcanzar los 830 CV.
La mecánica se completa con una caja automática de doble embrague de siete marchas y la tracción trasera. Mide 4,57 metros de largo, 1,96 de ancho, 1,18 de altura y 2,60 entre ejes, lo que permitirá que entre su menor peso y dimensiones, pueda ser “el Ferrari más divertido para conducir”, como lo han definido en Maranello al momento de presentarlo en sociedad.
Precisamente gracias a la relación peso/potencia, esta 296 GTB arroja prestaciones asombrosas, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y 0 a 200 en 7,3 segundos. Su velocidad máxima llega a los 330 km/h. Pero también una frenada espectacular de 200 a 0 km/h en 107 metros.
Esa eficacia de frenada se apoya, según anuncia Ferrari, en las últimas evoluciones de la electrónica de gestión que utiliza la marca, que refuerza la eficacia tanto en frenadas en recta como en apoyo, con el coche levemente recostado sobre alguna de sus suspensiones, lo que ha mejorado hasta en un 8,8 % la distancia hasta quedar detenida completamente comparándola con el nuevo F8 Tributo.
El interior de este biplaza se asemeja al estilo del SF90 Stradale, que estrenó el tablero más moderno de Ferrari, con nuevo volante, pantallas incluso en el frente del asiento de acompañante lleno de opciones y ajustes. En general, con las butacas, generan una apariencia más deportiva y limpia de otros modelos, buscando dar esa imagen de modernidad de los autos eléctricos, aunque sin perder la personalidad de un Ferrari.
Y para quienes deseen un modelo más deportivo aún, habrá una versión denominada Assetto Fiorano, con otros ajustes, menos peso y una pintura especifica en gris y detalles amarillos, además de varios elementos aerodinámicos en fibra de carbono.
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