El sistema Autopilot del Tesla ha sido probablemente el más avanzado y completo de todos los sistemas de asistencia al conductor, gracias al cual permite que por lapsos cortos de tiempo, quién está a cargo de manejar el auto pueda desatender esa tarea para ocuparse de algún otro asunto. En todo caso podría decirse que es un paso intermedio entre los autos convencionales y los autónomos que llegarán en un futuro que parece cada vez más cercano.
Justamente una de los impedimentos para que los autónomos ya sean una realidad al alcance de los usuarios, es la legislación. No está permitido en ninguna parte del mundo, que los autos particulares funcionen solos por las calles, sino solamente taxis y desde este año también buses pueden hacerlo, precisamente porque son un servicio de pasajeros que tiene regulación y control por esa misma esa condición.
Imaginar un mundo de autos que funcionen sin conductor requiere estudiar muy profundamente algunos aspectos como los seguros o las rutas y hasta los lugares para estacionar. Y también debe haber una legislación para la fabricación de estos vehículos, que no solamente deben ser producidos y programados de acuerdo a ciertos parámetros preestablecidos, sino pasar rigurosos tests, antes de salir a la venta. Esa legislación es la que fábricas como Volvo intenta impulsar, al menos para que los autónomos puedan ser usados en viajes de corta distancia fuera de las ciudades, sin un ser humano que los conduzca.
Ante esta situación, es que Tesla ofrece este conocido sistema llamado Autopilot, que ha maravillado al mundo del automóvil, aunque también ha empezado a presentar ciertos conflictos que revisar o estudiar.
El sistema Autopilot permite que el conductor deje de llevar por sus medios el automóvil, pero requiere que esté pendiente de la conducción. Así, aunque quitemos las manos del volante, sólo podemos hacerlo por poco tiempo antes que una alarma nos indique que debemos tomar el mando con las manos y mostrarnos atentos al camino. De hecho, uno podría desobedecer esa orden, ya sea por no querer hacerlo o por haberse quedado dormido, en cuyo caso, el auto detendrá la marcha autónomamente en cuánto considere que puede hacerlo. Desde entonces habrá una sanción del sistema, que consiste en no permitir que Autopilot vuelva a ser activado por un lapso prolongado de tiempo, obligándonos a manejar por nuestra cuenta si solo era por comodidad que no lo hacíamos, o a descansar si esa era la razón de no haber acatado la orden de conducir.
En el Condado de Kenosha, Wisconsin, se ha presentado un caso curioso, que no hace otra cosa que reforzar la idea de una legislación actualizada a la tecnología que los autos empiezan a ofrecernos. Un oficial de policía de caminos, recibió una alerta que indicaba que un Tesla Model 3 estaba circulando con su conductor durmiendo al volante por una autopista de ese estado de EE.UU. y salió en su búsqueda.
Efectivamente el auto estaba circulando a unos 130 km/h y durante dos millas lo siguió alertando una primera vez a su conductor con sirena y alarma, sin resultado alguno. Recién en su segundo intento, logró llamar su atención, despertarlo y que se detenga en la banquina. Entonces, el conductor negó haber estado durmiendo y dijo que solamente se había distraído confiando en el Autopilot, que estaba activado. En su descargo, lo que argumentó para justificar su teoría, fue que el sistema requiere que periódicamente el conductor ponga las manos en el volante, y así lo había hecho. Sin embargo, se comprobó que efectivamente estaba activo pero también aparecieron otras dos advertencias anteriores por conducir en aparente estado de desatención al camino. Esa fue la razón de la infracción de tránsito que le levantaron además de sacarle el auto y llevarlo con una grúa de tránsito de la autopista.
Ese parece ser el espacio sin legislar. El auto requiere que tomemos el control cada cierto tiempo de no hacerlo, pero si los sensores solo detectan que poniendo las manos en cualquier parte del volante, esa función queda cubierta, en realidad podemos dormitar o dejar de ir atentos y simplemente mover una mano cuando escuchamos la alerta, y en realidad no estar conduciendo el automóvil.
Es por eso que existen varios sistemas de detección de somnolencia o distracción que ya equipan varios modelos de diferentes marcas. Son desarrollos de empresas de tecnología, comunicaciones y conectividad e industria automotriz, que crean alianzas estratégicas para mejorar algo que como herramienta tecnológica parece infalible, pero que puede ser mal usado por nosotros, los seres humanos.
Recientemente, Tesla ha comunicado que el sistema Autopiot cambiará alguna de sus tecnologías para reemplazar radares por un nuevo sistema de cámaras que va aprendiendo de diferentes situaciones a partir de las imágenes registradas durante la marcha. Se llamará Tesla Vision y quizás sea la respuesta de Elon Musk a estas situaciones que el hombre puede generar, rompiendo una programación casi perfecta.
SEGUIR LEYENDO