Con los Porsche 911 y Boxster como emblemas en los noventa, la marca alemana debía ofrecer una nueva opción para sus clientes. El concepto SUV se había puesto de moda y por ese motivo el desarrollo del Cayenne se concibió a finales de la década y, en 2002, recién llegó a los diferentes mercados.
Según la marca, el Cayenne fue el precursor en un segmento y con el paso de los años continúa estableciendo estándares y mejorando su calidad. Este modelo, que rescató a la compañía de una crisis, fue pionero y batió récords, hizo crecer la rentabilidad de la marca y hasta hoy, es un símbolo en la gama de la firma alemana.
Decisiones: un SUV con el ADN Porsche
La gran caída del tipo de cambio del dólar, la estrategia de modelos y los altos costes de producción crearon problemas en Porsche. A partir de 1986, la marca atravesó dificultades económicas. En 1991, solo vendió 23.000 unidades, la mitad que cinco años antes. A finales de 1992, las pérdidas sumaban 240 millones de marcos alemanes y el punto más bajo se alcanzó en el año fiscal 1992/1993 con ventas de solo 14.362 vehículos. En el ejercicio 1989/1990, el volumen de ventas era todavía de 31.235 unidades.
Poco tiempo después, en enero de 1993, el prototipo del Boxster presentado en el Salón de Detroit dio el primer paso de la recuperación. La empresa parecía haberse reinventado a sí misma y produjo entonces el deportivo junto a la gama 911. Esto aseguró un fuerte repunte en 1996, con 32.000 ejemplares comercializados.
A pesar de esa mejora, Porsche no quiso dejar pasar una gran oportunidad. El siguiente paso fue decidir qué modelo podría complementar la gama en un futuro próximo. ¿Qué es lo que demandaría el público a principios del siglo XXI? ¿Qué había que desarrollar a finales de los años 90? ¿Un tercer modelos de dos puertas? No. Finalmente se lanzó el proyecto “Colorado”, una colaboración con Volkswagen, ya que Porsche no quería aventurarse sola con un SUV. Los requisitos: potente, con grandes cualidades dinámicas y adecuado para todo tipo de terreno.
“A finales de los años 90, fabricar un SUV era decisión audaz. Pero, poco tiempo después, Porsche fue capaz de superar todas las expectativas”, recordó Hans-Jürgen Wöhler, ex vicepresidente de la gama SUV. “Ferry Porsche dijo una vez que si construyéramos un todoterreno de acuerdo con nuestros conceptos de calidad, sin duda se vendería”, comentó este nativo de Hamburgo, citando al fundador de la compañía.
Hemmingen, el lugar de nacimiento del Cayenne
Había nacido la idea del Cayenne. Con ese modelo, Porsche haría todo de manera diferente a cómo lo hacía antes. Zuffenhausen lideró el desarrollo. Como no había capacidad en Weissach, Porsche alquiló una fábrica de 3.800 m2 en el polígono industrial “Nord” de Hemmingen, una comunidad de 8.000 habitantes, aproximadamente a mitad de camino entre la fábrica matriz y el Centro de Desarrollo.
Inconfundible, rodeada de vallas y con ventanas de espejo. Se realizaron varias transformaciones, así como un estacionamiento de varias plantas al lado para el personal, los transportes y los prototipos.
Considerada una “inversión de futuro”, Porsche compartió con Volkswagen la sede de Hemmingen creada para el proyecto “Colorado”, que consistía en preparar el Cayenne y el Touareg para su producción en serie.
En Hemmingen ya trabajan casi 700 empleados hoy en día y Wöhler cree que “tiene su propia alma. Todos se conocen entre sí”. También recuerda que lo mejor de esta sede era que “podías conducir prototipos dentro y fuera de las instalaciones sin ser fotografiado”.
Híbridos: una palabra importante en la vida del Cayenne
El estilo de la primera generación del Cayenne fue obra del Jefe de Diseño en esa época, Harm Lagaaij. Inicialmente, hubo versiones Cayenne, Cayenne S y Cayenne Turbo, para posteriormente añadirse el GTS, el Turbo S y, finalmente, el Diesel. En total, salieron de la línea de producción más de 275.000 unidades. La segunda generación se lanzó en 2010, con una imagen actualizada y nuevas versiones, el S Hybrid y un S Diesel. En 2014, Porsche volvió a marcar la pauta con el primer híbrido enchufable en el segmento de los SUV premium.
Cayenne: logros y récords mundiales
Las cifras también hablan en favor del SUV y ponen de relieve su éxito: en el ejercicio económico 2007/2008, el Cayenne superó al Porsche 911 en casi 50.000 unidades, con una producción total de más de 105.000 unidades.
Otros logros: entre 2003 y 2008, la TransSyberia cubría una ruta de más de 7.000 kilómetros en dos semanas. En este exigente maratón, el Cayenne realizó un excelente papel en 2007: conquistó los tres primeros puestos. Y, un año más tarde, ocupó los primeros cinco lugares. Diez años después, Porsche se aseguró una referencia en el Libro Guinness de los Récords Mundiales cuando el Cayenne arrastró un Airbus A380 de 285 toneladas durante 42 metros. Superó en 115 toneladas el récord existente de un “auto de producción en serie que arrastra el avión más pesado”.
Espacio interior y otros proyectos
Desde el principio, Porsche no asumió compromisos. Ni siquiera en términos de diseño. Los genes de la marca dirigen la toma de decisiones. Wöhler: “Nos fijamos en la competencia y optamos por un aspecto visual elegante, junto con una llamativa deportividad. Era importante para nosotros que incluso los asientos traseros tuvieran suficiente espacio para la cabeza. Hemos conseguido una línea de techo perfecta. La impresión de espacio mejoró enormemente gracias a la excelente idea de instalar un techo panorámico de cristal”.
Justo antes del lanzamiento al mercado, los diseñadores y desarrolladores estaban considerando nuevas versiones. Se pensó en un descapotable parcial, con un pilar C alto, y se creó una maqueta a escala 1:1 para su presentación.
Con el 911, Porsche aprendió a ofrecer diferentes variantes dentro de la gama. “Tenía todo el sentido ampliar también la gama de SUV, aumentando nuestra cuota en este creciente segmento del mercado”, dice Wöhler, como referencia al Cayenne Coupé. “Con este modelo, introdujimos un ejemplar en el mercado que crea un vínculo aún más fuerte entre el uso diario de un SUV y las características de conducción de un deportivo”.
Tres generaciones de una historia de éxito
El Cayenne se anunció por primera vez en 1998, aunque todavía no con su nombre definitivo. El “vehículo deportivo y todoterreno” evolucionó rápidamente para convertirse en el tercer pilar del negocio, junto al 911 y al Boxster, pero también en la fuerza motriz que ayudó a sacar a la empresa de una crisis. Zuffenhausen no se consideró como centro de producción porque estaba operando a plena capacidad con el 911. Por lo tanto, se construyó una nueva planta en Leipzig.
Se terminó aproximadamente dos años después de la ceremonia de inicio de las obras. Porsche estaba asumiendo un gran riesgo con esas considerables inversiones en la producción. El Cayenne estuvo listo a tiempo para la ceremonia de apertura de la planta, en agosto de 2002. Porsche lo presentó solo unas semanas más tarde, en septiembre de 2002, en el Salón de París.
La estrategia “Colorado” fue un éxito. Porsche obtuvo beneficios con el Cayenne y, además, reforzó su colaboración con Volkswagen. Desde 2019, Porsche ofrece además una variante adicional de carrocería: el Cayenne Coupé.
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