La industria automotriz crece constantemente en el desarrollo de los sistemas de seguridad para la evolución de cada uno de los modelos que salen mercado mundial. Probablemente, el mayor progreso en esta cuestión fue la inclusión de los sistemas avanzados de asistencia a la conducción ADAS (Advanced Driver Assistance Systems) que están disponibles en la gran mayoría de las nuevas generaciones de los vehículos que se están presentando en todo el mundo.
Esta tecnología, compleja de entender para el usuario común de un automóvil, reúne a un conjunto de sistemas que se caracterizan por prestar una asistencia al conductor para aumentar la seguridad y facilitar el manejo del mismo.
Algunos ADAS simplemente informan al conductor de circunstancias de su entorno. Otros, le alertan de una situación de riesgo, por ejemplo, que hay una gran diferencia de velocidad con el vehículo que nos precede o que estamos pisando la línea demarcatoria del carril. Cuando el conductor omite estas advertencias, hay sistemas que incluso pueden tomar el control de los frenos y/o la dirección del vehículo para evitar un choque o, al menos, reducir sus consecuencias.
Por ejemplo, un vehículos que equipa el sistema de frenada de emergencia autónoma puede detenerse por sí solo si considera que hay riesgo de colisión inminente. Esa capacidad para conducir automáticamente, convierte a algunos ADAS en los precursores del manejo autónomo.
Entre todo este conjunto de asistencias, se pueden nombrar el control de crucero adaptativo, el limitador de velocidad adpatativo, el mantenimiento de carril, el aviso de ángulo muerto, aviso de choque frontal, aviso de salida o cambio involuntario de carril, alerta de tráfico trasero cruzado y la frenada de emergencia automática; pero hay muchos otros.
Ya los conocemos y sabemos cuáles son pero ahora te contamos todo lo que tenes que saber de esta gran evolución en la industria automotriz para que a la hora de elegir un nuevo modelo tengas en cuenta, en primer término, la seguridad de cada uno de los vehículos a elegir.
1. ¿Cómo funcionan?
Los sistemas ADAS disponen de “ojos” (cámaras, radar, ultrasonidos y lidar, principalmente) que recogen información en función de sus capacidades técnicas. Por ejemplo, las cámaras reconocen colores y tienen un amplio rango de 50 a 500 metros, y de hasta 180º; y reconocen personas, animales y objetos a través de algoritmos de su software e inteligencia artificial. El radar, sin embargo, localiza objetos estáticos y en movimiento en los alrededores del vehículo, y determina su velocidad relativa, distancia y posición.
Toda la información recogida se envía a la unidad de mando del sistema, que fusiona todos esos datos y genera un reconocimiento fiable del entorno del vehículo: el camino, otros vehículos, peatones, animales o señalización. Esa información se contrasta con los datos del movimiento del propio vehículo (velocidad, situación, aceleración, frenada, giro) y con las acciones del conductor, para detectar situaciones de riesgo y actuar en consecuencia, ya sea alertando o tomando el control.
2. ¿Cuán eficaces son los ADAS?
No hay ningún tipo de dudas en la industria automotriz que con los sistemas de asistencia a la conducción se logró ayudar conducir con más seguridad y a reducir la incidencia del error humano. De hecho, gracias a ellos se van a reducir significativamente las cifras de siniestralidad a medida que vayan ganando presencia en el parque general de vehículos.
En Europa se estima que con la propuesta de sistemas ADAS obligatorios a partir de 2022 se podrán evitar 25.000 muertes en ruta en los próximos 15 años. Según un estudio de la Asociación de Compañías Aseguradoras de Alemania (GDV(, los reclamos por siniestros se van a reducir un 25% en 2035, respecto a las cifras de los últimos años, gracias a la eficacia de los ADAS. La mitad de esta reducción de la siniestralidad será gracias al frenado autónomo de emergencia que evitará un gran número de colisiones y a los asistentes de cambio y mantenimiento de carril, que “eludirá” muchos accidentes en las vías rápidas de las autopistas por maniobras de cambio de carril sin señalizar.
3. ¿Cuando serán obligatorios estos sistemas de seguridad?
La mayoría de los modelos del mercado pueden equipar, de serie u opcionalmente, algunos de estos sistemas. En el viejo continente todos los vehículos que se vendan a partir del año 2022 deberán ir equipados de serie con dispositivos como un asistente inteligente de velocidad, una caja negra, una señal de frenado de emergencia o un detector de marcha atrás. Y en los siguientes años se irán introduciendo más sistemas.
Con respecto a la obligatoriedad en nuestra región aún está demorado. Por ejemplo, en Sudamérica todavía se está batallando para incorporar el control de estabilidad (ESP) que ya se postergó varias veces y ahora recién sería para enero de 2022. ¿Los ADAS? Aunque muchos modelos del mercado ya lo traigan como un elemento de serie, la exigencia de este sistema aún no está en análisis.
4. ¿Necesitan mantenimiento?
Desde el punto de vista del usuario, estos sistemas no requieren de ninguna atención ni mantenimiento especial, más allá de mantener limpia la zona del parabrisas en la que se encuentran alojadas las cámaras. Los services oficiales o talleres autorizados pueden detectar electrónicamente que no hay fallos en los sistemas.
En caso de sufrir un accidente que afecte a alguno de sus elementos, tras la reparación habrá que recalibrar las cámaras y sensores para que funcionen correctamente, algo que afecta especialmente al parabrisas. Cuando se sustituye y se instala uno nuevo, las cámaras y sensores tienen que ser ajustados para asegurar el correcto funcionamiento.
5. ¿Pueden fallar los sistemas ADAS?
Los sistemas ADAS pueden sufrir fallos de funcionamiento porque sus cámaras y sensores no hayan sido recalibrados, o esa operación se haya hecho de un modo incorrecto, tras la sustitución de un parabrisas.
Cuando los sensores fallan por una mala calibración, el vehículo no es capaz de realizar un reconocimiento fiable del entorno y los sistemas de seguridad no responden, lo que puede provocar una frenada de emergencia a destiempo o, lo que es peor, una grave accidente.
SEGUÍ LEYENDO: