Hoy en día conocer los proyectos de la fabricación de los nuevos modelos resulta difícil, aunque siempre se filtran algunos detalles cuando comienzo el proceso industrial. Más allá que casi cien años atrás las comunicaciones era más complejas, DS logró mantener en secreto la producción de su nuevo auto durante 17 años, incluyendo la segunda guerra mundial en ese período.
El desarrollo del primer DS se inició en 1938, bajo la dirección del mismo equipo que se había encargado del Traction Avant, pero con una dirección general nueva al mando de la compañía. En 1935, los nuevos propietarios de la marca encargaron a Pierre-Jules Boulanger la dirección de la empresa y el reto de sacar adelante los sueños del fundador.
La nueva dirección implantó numerosos cambios: menos publicidad y mucha más discreción, hasta el punto de que la palabra clave, a partir de entonces, sería “secreto”. La “maison du mystère” (casa del misterio) como se rebautizó a la firma francesa, cerró todas sus puertas, compró un gran terreno cercado donde realizar las pruebas de los prototipos y llegó a prohibir el intercambio de información entre los diferentes equipos.
El Centro de Proyectos (que incluía el departamento de diseño liderado por Flaminio Bertoni) se reagrupó en París, en el centro, en la rue du Théâtre. Todo era tan reservado que incluso los propios técnicos tenían restricciones de acceso a algunos de los laboratorios.
El desarrollo del DS prosiguió durante nada menos que diecisiete años, donde pudieron realizar pruebas a escondidas. A pesar de la guerra todo siguió adelante, siempre en secreto, lejos de París, en la pista de La Ferté-Vidame y en sus alrededores.
Todo se estudió en la mesa de trabajo, se probó en los laboratorios y en algunos prototipos camuflados. El desarrollo se realizó en la Ferté, pero solo un hombre conocía el DS 19 a fondo: André Lefebvre, el ingeniero jefe. Para el resto de los ingenieros, el modelo que estaban diseñando y fabricando era un misterio.
Finalmente, los primeros veinte DS 19, necesarios para la presentación y para las pruebas en ruta los construyeron, a mano, los propios ingenieros que empezaron a conocer a “su” producto. En Quai de Javel, una de las fábricas más conocidas de la firma francesa, se cerró y vació una parte del almacén y se instaló una vigilancia en la puerta para que nadie pueda entrar.
Eso fue el momento donde los técnicos que lo habían desarrollado pudieron, por primera vez, conocer y ver el auto completo. Todo ese proceso duró unos 17 años, un tiempo que hoy sería descabellado para la producción de una nueva generación.
Los detalles del emblemático DS 19
El Salón de París de 1955 fue donde Citroën presentó su novedoso DS 19, un vehículo que rompió con la tradición de diseño del momento y logró conseguir unas 12 mil solicitudes de compra en su primer día de vida.
Su diseño revolucionario, realizado por Flaminio Bertoni que trabajó en Citroën durante varias décadas, perduró durante los casi 20 años que se mantuvo su producción. Solo, en 1968, hubo algunos pequeños cambios en la parte delantera para mejorar su coeficiente aerodinámico e incorporar una nueva tecnología: los faros direccionales. Estas modificaciones fueron realizadas por Robert Opron, un diseñador francés que estaba supervisado por Bertoni.
El Citroën DS fue mutando en diferentes versiones pero todo mantenían ese estética bastante particular. Así, al modelo original de cuatro puertas se le sumó uno de cinco puertas, una coupé y una variante familiar.
Más allá de su diseño, el DS 19 se jactaba de tener una confort de marcha único tanto en ciudad como en ruta. Esta característica se debía a su suspensión hidroneumática con corrector automático de altura. Este sistema se basaba en la sustitución de los tradicionales muelles de amortiguación por esferas, cuya parte superior contiene un gas nitrógeno, que aseguraba la flexibilidad de la suspensión.
En cuanto a su mecánica, en todos sus años de vida equipó motores de cuatro cilindros que fueron cambiando la cilindrada a medida que pasaban las versiones. Así, contó con unidades con impulsores de 1.9 litros y otras llegaron hasta los 2.3 litros. Otra innovación que incorporó fue la caja de cambios hidráulica que era accionada por una palanca situada en la parte superior de la columna de dirección que permitía pasar las cuatro velocidades y la marcha atrás con movimientos corto.
Lo último para destacar de su arsenal tecnológico eran los frenos a disco que contaba de serie, algo que hasta ese momento solo se había visto en los vehículos que participaban en las míticas 24 Horas de Le Mans.
DS y su separación definitva de la línea de Citroën
En 2010, la marca DS volvió al mercado. El regreso fue mediante la creación de una división de Citroën que buscaba un mercado premium, ofreciendo modelos más lujosos con diseños más innovadores.
Basado en la plataforma de su hermano popular, el C3, el Citroën DS 3 fue el primero en salir al mercado. Con el paso de los años, la familia de esta nueva división fue creciendo con la llegada de los DS 4, DS 5 y las opciones cabrio y deportivas del DS 3.
En 2013, DS totalizó más de 120.000 unidades vendidas. Dos años más tarde, cuando llegó la separación definitiva, la marca de lujo del grupo francés ya había superado la barrera de los 500.000 vehículos comercializados en todo el mundo.
Pensada para una clientela que busca la máxima expresión personal y está ávida de nuevas tecnologías, la segunda generación de los modelos DS buscan realzar su refinamiento y la tecnología punta. Con los SUV DS 7 Crossback y DS 3 Crossback, y la llegada del nuevo DS 4, la marca de lujo francesa tendrá, en todos sus modelos, una versión electrificada con la firma E-Tense.
Con una gran participación en el mercado chino, DS está presente en 38 países, donde creo una red de distribución exclusiva, que ya cuenta con 400 DS Stores y DS Salons en todo el mundo.
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