La historia del nacimiento de Lamborghini tuvo estrechos vínculos con Ferrari. Se dueño, Ferrucio Lamborghini, comenzó su carrera en el mundo industrial después de servir en un destacamento de transporte al ejército italiano en la Segunda Guerra Mundial. Viendo que había muchas piezas sueltas de los vehículos destruidos, Ferruccio decidió comprar a precios muy bajos las partes sobrantes para convertirlos en maquinaria agrícola.
El éxito en su nuevo emprendimiento no tardó en llegar, gracias a la paulatina reactivación que tuvo Italia cuando finalizó la guerra. Transformado en un millonario después de unos años, Lamborghini empezó a darle rienda suelta a uno de su “Hobbies”, el de coleccionar autos. Así el italiano llegó a tener un garaje colmado de vehículos deportivos entre los cuales aparecían modelos Mercedes-Benz, Lancia, Maserati, y también Ferrari, una compañía que por entonces ya contaba con más de treinta años en el mercado automotor.
Admirador de Enzo Ferrari y sus vehículos, Lamborghini compró varios ejemplares de la firma de Maranello pero ninguno le respondía mecánicamente como él pretendía. Los desperfectos de algunos de sus vehículos de Il Cavallino Rampante solían hacerlo enojar. La historia más particular fue la que se dio con el embrague de una Ferrari 250 GTB que, tras varias revisiones no lograron resolver el problema.
Cansado de tener que soportar estos inconvenientes, entabló una conversación con el mismísimo Ferrari que pasó a la historia. Palabras del propio Lamborghini: “Las Ferrari sólo me generaban problemas. Un día, ya harto de mandarlos al taller, llamé a Enzo para decirle que sus automóviles eran pura basura y me contestó que un fabricante de tractores no podía entender sus deportivos”.
Esa escueta conversación fue el primer capítulo de una rivalidad que se extiende a lo largo de los años. Furioso por la contestación, Ferrucio decidió instalar su propia fábrica de automóviles deportivos (Automobili Lamborghini Holding) y convertirse en rival directo de Ferrari. La primera planta fue instalada en el 1963 en Sant’Agata Bolognese, a pocos kilómetros de Maranello, histórica sede de Ferrari.
El primer Lamborghini fue el 350 GT, luego llegaron el 400 GT y el que sería el primer ícono de la marca, el Miura en 1966. La idea de Ferrucio no era solo construir superdeportivos exclusivos sino que también buscaba ofrecer otro tipo de modelos más económicos como el Urraco con motor V8 de 1972. Dos años después llegó un nuevo símbolo de la marca, con la aparición del Countach que perduró 16 años en el mercado.
En la década del 90, nació el Diablo que con su motor V12 se llevó el título del vehículos de producción más veloz del mundo, superando los 320 km/h. Con la salida de este modelo, llegaron el Murciélago en 2001 y al menos potente Gallardo en 2003.
Estos dos últimos ejemplares fueron los que introdujeron a la marca en el mundo del automovilismo. A principios de 2003, hubo un acuerdo con el equipo alemán Reiter Engineering para que Lamborghini haga su estreno en el FIA GT. La idea de las competiciones para Ferruccio había sido descartada ya en sus inicios porque según sus palabras: “Las carreras son el modo más rápido de arruinarse, yo compito en la calle”. Para ello hubo que adecuar el Murciélago bajo las normas GT y más tarde al Gallardo GTR.
Después de tanto tiempo de desarrollos y estudios, la última estrella de Lamborghini es el Urus, un SUV que llegó para hacerle frente a sus rivales de las marcas más emblemáticas, como el Porsche Cayenne, el Jaguar F-Pace y el Bentley Bentayga.
Tres íconos de los primeros años de Lamborghini
Lamborghini Miura
Desarrollado entre 1966 y 1972, el Miura estaba inspirado en los sport prototipos de la época, como el Ford GT40 y el Ferrari 250 LM, que por esos años tenían una gran rivalidad en las 24 Horas de Le Mans.
El Miura, que comenzó como un concepto de chasis de motor central trasero transversal y estructura rígida y ultraligera, fue diseñado por la empresa de carrocerías Bertone, más precisamente por Marcello Gandini, un joven diseñador de 25 años.
El primer modelo, llamado P400, fue presentado en el Salón de Ginebra de 1966. Este equipaba un poderoso motor V12 de 3.9 litros que desarrollaba unos 350 CV.
Su denominación fue tomada de la tauromaquia (arte y técnica de torear o lidiar toros): Miura es el nombre de una de las más conocidas ganaderías de toros. En sus años de vida se fabricaron 764 unidades.
Lamborghini Urraco
El Urraco, que fue presentado en el Salón del Automóvil de Turín a fines de 1970. Un modelo que destacó por sus innovadoras soluciones técnicas para la época gracias a la contribución del ingeniero Paolo Stanzani, padre técnico del Urraco y Director Técnico de Lamborghini en ese momento.
Este modelo era un coupé 2+2, con motor V8 central trasero y suspensión independiente, con esquemas de suspensión McPherson tanto en el tren delantero como en el trasero, utilizado por primera vez en un vehículos de producción.
Presentado inicialmente con el V8 de 2.5 litros, que desarrollaba 220 CV a 7.800 rpm con los que alcanzaba una velocidad máxima de 245 km/h, el Urraco mostraba la doble novedad de un motor de 8 cilindros y una distribución con un solo árbol de levas en cabeza por bancada.
El sistema de producción supuso otra innovación, planeada desde las primeras etapas del proyecto para ser mucho menos artesanal que el resto de modelos de la marca. Desde 1970 a 1979 se produjeron 776 unidades.
Lamborghini Countach
Uno de los modelos más emblemáticos de la marca de Sant’Agata Bolognese se desarrolló entre los años 1974 y 1990. Con carrocería hecha de aluminio y fibra de vidrio, el Countach disponía una tracción trasera y un motor V12 que inicialmente ofrecía una cilindrada de 3,9 litros y terminó en 5.2 litros y 455 caballos de potencia.
La historia cuenta que la palabra ¡Countach! fue la que exclamó Ferruccio Lamborghini cuando vio por primera vez el prototipo del nuevo deportivo en el que estaban trabajando. En dialecto piamontés, la palabra “Countach” es una exclamación de asombro utilizada por los hombres al ver a una mujer hermosa. Y con este nombre se bautizó al automóvil, rompiendo la tradición de nombrar a los distintos modelos de Lamborghini con nombres relacionados con el mundo de la tauromaquia.
Después de 16 años de vida, el Countach le dio paso al Diablo después de producirse unas 1975 unidades.
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