Cada vez es más común que las automotrices reediten sus diseños para volver a conquistar a los clientes memoriosos de los modelos que fueron un éxito en el pasado. El primer acercamiento al público de estos vehículos son los prototipos que toman algunos conceptos de la estética de sus antecesores e incorporan toda la tecnología de estos tiempos.
Los ejemplos más conocidos de esta costumbre utilizada por las automotrices fueron la nueva generación del Fiat 500 que se lanzó en 2007 y reeditó a uno de los modelos que fue ícono en la década del 60 y 70. Años antes, en 1998, Volkswagen presentaba al New Beetle que tomó la estética del VW Type 1, más conocido como “escarabajo”.
Después de Fiat y Volkswagen, llego el turno de Renault. La marca francesa hizo resurgir uno de sus modelos más exitosos con la llegada del R5 Prototype. Este concept aggiornó las líneas del modelo de la década del 70 y sumó todas las tecnologías disponibles, con respecto al confort y la seguridad.
El Renault 5 Prototype, que prefigura un futuro modelo eléctrico heredero del R5, marca el futuro de la firma francesa. Los diseñadores reinterpretaron de gran manera el estilo original de la versión de 1972. Sin caer en lo “retro”, el prototipo hereda los genes de su antepasado. Desde el Tecnocentro, donde se desarrollan los concepts y modelos del Grupo Renault, Nicolas Jardin, diseñador del proyecto, develó la la génesis: “El trabajo sobre el prototipo no era un tema libre. Se trataba de un trabajo de reinterpretación del objeto R5 y de su proyección hacia el futuro para convertirlo en un objeto moderno”.
“Todo partió de las líneas, de los ángulos y de los radios de algunos elementos de la parte delantera del R5 original. Después, a medida que se iban desarrollando bocetos, los faros resultaron totalmente diferentes, tanto en sus proporciones como en su diseño” contó, Jardin en el día de la presentación del modelo.
Según la marca, su versión final evoca unos ojos ligeramente arrugados por la sonrisa. En cuanto a las luces de día de forma rectangular en su parte inferior que recuerdan a los faros antiniebla adicionales de la época, se insertan en un paragolpes del color de la carrocería, como en el diseño original.
Por último, se recurrió a unos procesos ultramodernos para reinventar la mirada del R5. Cabe mencionar en particular la tecnología LED que permite integrar movimiento al programar animaciones que dan vida a los faros. El nuevo logo se ilumina y pone en marcha una animación de bienvenida para el usuario.
“Para ser el digno heredero del R5, el prototipo tenía que ser expresivo y cobrar vida. Pudimos lograr esta proeza con este vehículo, un objeto de diseño moderno que encarna la alegría de vivir según Renault” concluyó Jardin.
Aunque la automotriz no lo oficializó, el Renault 5 Prototype podría transformarse pronto en un vehículo de producción en serie. “El diseño del prototipo se basa en el R5, modelo de culto que forma parte de nuestro patrimonio. Este ejemplar representa simplemente la modernidad; se trata de un vehículo instalado en su tiempo: urbano, eléctrico y atractivo.” aseguró en la presentación, Gilles Vidal, director de diseño de Renault.
Un modelo enmarcado en “Renaulution”, un nuevo plan estratégico del Grupo Renault
Este nuevo lineamiento está estructurado en 3 fases lanzadas en paralelo: La primera es “Resurrección”, que se extenderá hasta 2023 y se concentrará en recuperar el margen y generar liquidez; la segunda es”Renovación”, que continuará hasta 2025 y dará lugar a la reinvención y el enriquecimiento de las gamas; y la última es la “Revolución”, que comenzará en 2025 y transformará el modelo económico del Grupo hacia la tecnología, la energía y la movilidad.
De acuerdo con esta organización impulsada por el valor, la empresa ya no medirá su rendimiento a través de la participación de cuotas de mercados y ventas, sino a través de la rentabilidad, la generación de liquidez y la eficiencia de las inversiones.
El plan Renaulution garantizará una rentabilidad sostenible para el Grupo respetando su compromiso con la neutralidad de carbono en Europa para 2050.
“La estrategia consiste en orientar a toda la empresa del volumen al valor. Más que un cambio radical, se trata de una profunda transformación de nuestro modelo de negocio. Hemos establecido una base sólida y saludable para nuestro desempeño. Hemos simplificado nuestras operaciones, comenzando con la ingeniería, ajustando nuestro tamaño cuando era necesario, reasignando nuestros recursos a productos y tecnologías de alto potencial. Esta mayor eficiencia impulsará nuestra futura gama de productos: tecnológicos, electrificados y competitivos. Pasaremos de ser una empresa automovilística que utiliza tecnología a ser una empresa de tecnología que utiliza automóviles, donde al menos el 20% de los ingresos provendrán de servicios de datos y comercio de energía para 2030” explicó Luca de Meo, Director General del Grupo Renault.
Otra de las premisas es orientar la presencia internacional del Grupo hacia mercados de alto margen: en particular en Latinoamérica, India y Corea, aprovechando la competitividad en España, Marruecos, Rumanía, Turquía y creando más sinergias con Rusia.
Esta nueva organización permitirá crear una cartera de productos reequilibrada y más rentable con 24 lanzamientos en el horizonte 2025, de los cuales la mitad de los cuales serán en los segmentos C/D y al menos diez vehículos serán eléctricos.
Por la tendencia de los vehículos pequeños, nació el Renault 5
Conocido como R5, la primera generación llegó a principios de la década del 70. Debido a la gran demanda de los vehículos pequeños, la marca trabajó rápidamente para conseguir un sucesor del Renault 4 que ya estaba quedando viejo.
Michel Boué, diseñador del proyecto, contó que su estética partió de una fotografía del R4 y sobre ella trabajó para que el nuevo modelo tenga líneas más modernas. A su vez, la mecánica estaba basada en lo que ofrecía el Renault 16.
En 1984, se lanzó la segunda generación que tenía una actualización tan profunda que hasta la marca lo denominó con otro nombre, ahora era el Renault Supercinco. Este contaba con una carrocería más larga y baja, mejorando su confort dinámico y equipaba un motor transversal en disposición delantera y tracción en el eje delantero, al igual que el R11.
Finalmente, en toda su historia se vendieron casi 5,5 millones de unidades.
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