En 2007, con apenas 19 años, Mate Rimac transformó, con sus propias manos y en base a sus conocimientos, su BMW E30 en un auto eléctrico. Además, logró extraerle una potencia, nada menos, de 600 caballos que le permitían una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora de apenas 3,3 segundos. No solamente demostró entonces el potencial de la propulsión eléctrica, sino también el suyo.
Sólo dos años más tarde, en 2009, este croata emprendedor debutó en el universo automovilístico con Rimac Automobili, su propia empresa, enfocada en la movilidad eléctrica y enmarcada en la máxima categoría en cuanto performance. La flamante compañía no tardó en desarrollar sus dos primeros prototipos, los Concep_One y Concept_Two, pero no para su comercialización directa, sino como elementos de desarrollo. El negocio de Rimac se apoya básicamente en desplegar tecnología y vender su know how.
En el terreno de la movilidad eléctrica Rimac solidificó su trayectoria rápidamente, siempre manteniendo un perfil de compañía súper selecta. De hecho. del Rimac One se fabricaron solamente una decena de unidades y del Rimac Two prevén producir, por ahora, un máximo de 150 ejemplares.
Con esto le alcanzó al joven empresario croata para que muchas automotrices de peso empezaran a invertir en su compañía, ya percibida como una “pequeña Tesla europea”. Mate Rimac mantiene actualmente el 50 % de Rimac Automobili, pero el resto de las acciones están en manos de Porsche (15,5 %), Camel Group (14 %), Hyundai (11 %) y Kia (2,7 %), además de otros inversores.
Enfrente de Rimac podría ubicarse, por trayectoria, una de las marcas más longevas del planeta, una de las constructoras que más le aportó durante el último siglo a la industria automotriz: Bugatti. La selecta casa francesa hoy pertenece al consorcio Volkswagen, y se posicionó dentro de su conglomerado de marcas como la más exclusiva y extrema en materia de deportividad. Ostenta en su palmarés el modelo más rápido de la tierra entre autos de producción, el Chiron Sport, y goza de una popularidad inigualable entre las marcas más deseadas. El auto más caro del planeta, La Voiture Noire, también es propiedad de Bugatti, al igual que los diseños más impactantes de la industria.
Existen muchas chances de que ambos extremos, la marca con historia centenaria, por un lado; y la joven start up por el otro, se crucen en un futuro muy (Muy) cercano. Trascendió que el Grupo Volkswagen está buscando deshacerse de una de sus marcas con el objetivo de liberar fondos para profundizar el desarrollo de la movilidad eléctrica. Así lo reportan los medios europeos especializados.
Según la publicación Car Magazine, Bugatti cambiará de propietario dado que Volkswagen la vendería a Rimac Automobili. La marca francesa se transformó en la joya de la corona durante la histórica gestión de Ferdinand Piech, ex máximo responsable del Grupo Volkswagen. Incluso la transformación de Bugatti fue una apuesta personal de Piech, nieto de Ferdinand Porsche. Durante su administración clave, Bugatti se convirtió en lo que es: la marca de ultra lujo y deportividad más preciada del mundo. Durante el mandato de Piech (fallecido en 2019) también se concretó la compra de Porsche por parte del grupo alemán.
En principio, el consejo de administración del grupo Volkswagen habría dado su visto bueno a la venta de Bugatti a Rimac. Ahora bien, las mismas fuentes revelan que a cambio de recibir la empresa francesa, Rimac debería ceder mayor participación accionaria a Porsche (tiene el 15,5%). Esa nueva porción para la compañía de Stuttgart debería llegar al 49 %.
Así el Grupo Volkswagen, dueña de Porsche desde 2012, no perdería totalmente las riendas de Bugatti (que cuesta unos 15 billones de euros), pero podría redireccionar esos recursos hacia otros objetivos. Y la marca francesa, que de todas maneras también deberá entrar en la era de la electrificación, lo haría de la mano de Rimac. La compañía croata heredaría todo Bugatti, desde los derechos industriales y comerciales de la marca hasta como la factoría y la sede de Molsheim, en Francia. Si bien ninguna de las partes confirmó esto, el acuerdo parece cercano. Y, a priori, con beneficios para todos los involucrados. “Business are business”.
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