Un Toyota de otro planeta. Literal. El fabricante automotriz número uno del mundo también pretende poner a rodar el primer modelo tripulado fuera de la Tierra. El mítico Land Cruiser, la nave insignia de la marca en el rango 4x4, tendrá desde 2022 su versión espacial, el Lunar Cruiser, un todoterreno que tras varias etapas de desarrollo podría estar embarcándose en su primera misión a partir de 2029.
Primera parada: la Luna. Hace un año que la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) y Toyota Motor Corporation anunciaron su acuerdo para colaborar en la exploración espacial internacional. Como un primer paso, la unión abarcó el estudio de un vehículo lunar presurizado y tripulado, con la tecnología de los vehículos eléctricos con celda de combustible. El vehículo, cuyas pruebas serán responsabilidad exclusiva del gigante japonés, ya entró en fase de concepción y recibió, además, la denominación definitiva de Lunar Cruiser.
El plan de Toyota y JAXA es tener lista una maqueta a escala real en 2022, construir un prototipo funcional en 2024 y, ya en 2029, crear el modelo que viajará a la Luna. A diferencia de otros rover que han viajado al espacio, este Toyota podrá ser tripulado para sus funciones de exploración. El nombre hace referencia directa al Land Cruiser, el SUV más extremo de la firma nipona, destacado por su “calidad, durabilidad y confiabilidad”, características que la nueva creación por supuesto deberá multiplicar.
Una vez terminado el prototipo, el plan de trabajo continúa con ensayos para medir la disipación de energía y calor durante la conducción; además de la fabricación y evaluación de neumáticos. A partir de la cantidad limitada de energía que se puede transportar a la Luna, el vehículo presurizado en el que están trabajando Toyota y JAXA tendría una autonomía total de más de 10.000 kilómetros.
Diseñado en colaboración con General Motors, Nissan y Michelin, la NASA también está embarcada en el mismo desafío de configurar un vehículo presurizado para que los astronautas puedan desenvolverse allí sin el traje espacial. Se trata del SPR, equipado con 12 ruedas con tracción integral, que tendrá cubiertas de malla de aluminio en lugar de caucho, y que transita el final de sus pruebas en el desierto de Arizona.
“En JAXA estamos estudiando varios escenarios y tecnologías que pueden aplicarse a misiones espaciales concretas. Los vehículos lunares presurizados y tripulados representarán un importante elemento de apoyo a la exploración lunar, que esperamos que tenga lugar en la década de 2030. Nuestra intención es lanzar el primer vehículo de exploración espacial en 2029”, sostuvo Koichi Wakata, vicepresidente de JAXA.
El Lunar Cruiser será una mole de 6 metros de largo, 3,8 metros de alto, que ofrecerá un espacio interior de 13 metros cúbicos, apto para albergar a dos personas cómodas o cuatro en situación de emergencia. Según está previsto, el vehículo contará con su habitáculo presurizado y equipado para que los astronautas puedan vivir allí durante períodos determinados sin llevar traje espacial.
La Luna presenta un terreno complejo, con cráteres, acantilados y montes y, además, su superficie está expuesta a condiciones de radiación y temperatura mucho más duras que las de la Tierra. Esas condiciones son las que tendrá que superar el Lunar Cruiser. “Las celdas de combustible, que emplean métodos de generación eléctrica limpios, emiten únicamente agua y dada su elevada densidad energética, pueden proporcionar una gran cantidad de energía, lo que las hace especialmente adecuadas para el proyecto en que colaboramos con JAXA”, agregó el vicepresidente ejecutivo de Toyota, Shigeki Terashi.
Dentro el equipo de trabajo también hay participación de la corporación Mitsubishi Heavy Industries, aunque de aquí a 2030 Toyota y JAXA, en su posición de líderes, prevén asociar otras empresas japonesas al proyecto para que aporten tecnología y potenciar así lo que ellos denominan el “Equipo de Japón”. A la conquista del espacio, ahora en todoterreno.
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