La vida endiosada de Diego Maradona siempre corrió paralela a una de sus pasiones, tal vez la que más lo seduce, su debilidad: los autos. En su época más gloriosa, en su garaje de Nápoles podía haber configurado cualquier colección a su antojo, sin nada que envidiarle –salvando distancia de años y modelos- a lo que hoy atesoran astros como Cristiano Ronaldo o el francés Karim Benzema, por ejemplo.
Pero como en su vida, el itinerario sobre ruedas del mejor futbolista de todos los tiempos fue distinto, irreverente, explosivo, impredecible. Del tímido Pelusa recién salido de Villa Fiorito al Maradona DT, su transformación está acompañada por una cronología fierrera plagada de anécdotas e historias. Únicas, como ninguna otra figura hubiera podido hilvanar. Como él.
Su primer cero kilómetro, un Fiat Europa 128 CLS
Lo compró el 24 de diciembre de 1982, antes de partir del Boca campeón a Barcelona. Fue, tal vez, el que lo acompañó en sus últimos meses de vida apacible y de barrio antes del estrellato inmenso que lo esperaba en Europa. Ya era crack, campeón del mundo juvenil, jugaba en la Selección y hasta había salido campeón con Boca, pero con el 128 aún se permitía pasar a buscar a su novia Claudia por su casa para salir a pasear. Lo vendió en 1984 y su último rastro data de 2009, cuando fue hallado en Salto, provincia de Buenos Aires.
El primer auto había sido usado, pero era Porsche
“El auto fue patentado en Argentina por la leyenda del fútbol Maradona el 22 de febrero de 1980, cuando tenía sólo 19 años de edad. Tal vez es el único auto registrado solamente a su nombre durante su carrera futbolística. Vendió el auto antes de ser transferido al club español Barcelona. Desde entonces permaneció en propiedad de serios coleccionistas, que mantuvieron el auto en muy buena condición. Viene con todos los papeles y certificados originales que demuestran que este es realmente el auto de Diego Armando Maradona”, informó el sitio sueco de subastas JamesList, en 2010, sobre el Porsche 924 negro –con motor cuatro cilindros de 2 litros y 125 caballos- que el astro había vendido en 1982. En 2010, mientras Maradona era del DT de la Selección Argentina, por el Porsche llegaron a pedirse 500 mil dólares. Dos años más tarde, otro sitio, Arcar, lo puso a la venta por 77.500 dólares.
El regalo Premium de los hinchas
Agradecidos por los logros y gambetas imborrables que Diego había dejado en Argentinos Juniors, los hinchas le regalaron en 1980 un Mercedes-Bnez 500 SLC rojo. De aquel modelo, con motor V8 y 237 caballos, sólo se fabricaron 1.133 unidades. Lo compraron en la concesionaria de Juan Manuel Fangio, e incluso algunas versiones sostienen que fue el mismísimo quíntuple quien se lo entregó en la cancha del club. La última vez que se puso a la venta como pieza de colección, en octubre de 2011, pedían 50.000 dólares.
Una XR4 para Don Diego
En 2017 se puso a la venta una Ford Sierra XR4 que perteneció a Maradona entre febrero de 1986 y diciembre de 1987. Por aquel entonces, se pidieron 300 mil pesos, aunque fue un vehículo que usó principalmente su papá, Don Diego.
Las Ferrari de Nápoles y el dilema de los colores
En 1987 Maradona ya era considerado Dios. Primero por los hinchas del Nápoli, club del sur de Italia al que había llevado a la elite tras ganar el Scudetto italiano y la Copa de Italia. Una hazaña deportiva para un equipo que por primera vez se codeaba, además, con los grandes de Europa. Y por supuesto también por los hinchas argentinos y del mundo, que lo habían visto en el Mundial 86 en todo su esplendor. El mejor Maradona de todos los tiempos gozaba de la gloria y el reconocimiento máximo. Y por aquel entonces decidió acompañar sus camisas estridentes con algunos otros gustos: dos Ferrari. Pero hubo una condición que Diego le pidió a su representante Guillermo Cóppola: debían ser negras, toda una osadía para la tradición del “Rosso Corsa” que aún Enzo Ferrari se encargaba personalmente de mantener inalterable. “Guillote”, tal el apodo de Diego, logró que Ferrari traicionara su tradición con uno de los pedidos: la famosa Testarossa. La marca aceptó aquella solicitud expresa de cambio de pintura y así salió de su fábrica, con un color denominado “Glasurit Nero Met 901/C”, una excepción que antes se había realizado sólo para Sylvester Stallone; y que después de Maradona repitieron nada menos que Michael Jackson y Michael Jordan.
Aquella Ferrari negra fue un regalo que Cóppola le hizo hacer al presidente del Nápoli, Corrado Ferlaino, a su jugador estrella. El otro pedido de Diego había sido una Ferrari F-40, un modelo exquisito que la marca había concebido para conmemorar los 40 años de su nacimiento, y del que sólo se harían 40 unidades. No había problemas de presupuesto para hacerse de aquella joya deseada en todo el mundo, aunque sí un impedimento de gusto: Enzo Ferrari no aceptaba que aquel modelo fuese negro. Diego tuvo su F-40, pero roja. “Cuando se la trajeron Diego empezó a mirar para todos lados buscando el estéreo. Yo le expliqué que era un auto de carrera y por eso no tenía estéreo, aire acondicionado, ni nada. Diego me respondió: ‘Entonces que se la metan en el culo’”. La anécdota la cuenta el mismo Cóppola, mánager y compañero de andanzas por aquellas épocas.
En el momento más oscuro, la Renault Fuego GTA Max
En 1991, Diego Maradona fue detenido en el barrio de Caballito, acusado de la posesión de medio kilo de cocaína. Dos meses después de aquel episodio que dio la vuelta al mundo y mostraba al astro cabizbajo y esposado, se compró un Renault Fuego GTA Max cero kilómetro. Tenía un motor 2.2 con 123 caballos de potencia y era el auto de fabricación nacional más veloz de su época: 198 km/h. Se dice que no lo usó mucho, porque aún pasaba mucho tiempo en Europa, entre su desvinculación del Nápoli y su llegada a Sevilla. Lo vendió en 1992, y luego apareció a la venta en 2018, a 23 mil dólares.
La vuelta a Boca y a Ferrari
Cuando Maradona volvió a Boca en 1995 volvió a pedir dos Ferrari: aquella vez fueron las flamantes F355 Spider, ambas de color rojo, y compradas prácticamente al mismo tiempo: una tenía la patente AXX 608 y la otra, la matrícula BWY 893. Aquel modelo estaba equipado con un V8 de 3.5 litros y 380 caballos. En 2005, y con solo 37.800 kilómetros, una de las F355 Spider fue subastada en Internet por Diego Armando Maradona Producciones S.A. El precio final de la subasta fue de 670.150 dólares. Luego ese auto fue comprado en 2009 por el clan Loza, y quedó a nombre de Edwin, uno de los tres hermanos salteños de esa organización delictiva. En diciembre de 2018, en un operativo Gendarmería le secuestró a esa banda 25 autos, entre los que se encontraba una de las F355 Spider de Maradona, que quedó en poder del Estado.
Con la fuerza de un Scania
Fueron años turbulentos los del astro en su retorno a Boca, luego de la suspensión por doping en el Mundial 94. Su figura transformó el mundo de Boca, de por sí complejo, en una atmósfera asfixiante para el propio jugador, que buscaba escaparle a la prensa. Una semana de octubre buscó distintas alternativas sortear los micrófonos: el lunes llegó con Porsche, el martes en una Mitsubishi Montero, la mejor 4x4 del momento; pero el miércoles sorprendió con un camión Scania 360 azul, modelo 113H, matrícula AZM 765.
"Vieron que linda maquinita. Ahora va a ser difícil hacerme notas, ningún periodista se va a poder colgar", disparó. Al camión se lo vio luego por varios años en la calle Mariscal Ramón Castilla, del elegante Barrio Norte, donde vivía el diez. Había sido un presente de la compañía Lo-Jack a modo de sponsoreo; él se había comprado uno similar de color negro.
A Ezeiza en Mini Cooper
Durante su época como entrenador de la Selección Argentina, de cara al Mundial 2010 en Sudáfrica, Maradona se movió sobre dos versiones del clásico modelo inglés: un Mini Cooper S Hot Pepper de 2005, y otro Mini –también S- de 2009. El Mini Cooper S se puso a la venta en 2010 a 32.000 dólares. Con aquel Mini protagonizó un incidente al llegar al predio de entrenamiento en Ezeiza: sin intención, pisó a un camarógrafo de todos los que se agolpaban en la puerta para esperarlo y registrar su ingreso, sin consecuencias.
En la cumbre de la ostentación
Su incursión como DT en Dubái lo hizo entrar en una nueva era. Por un lado, debutó con un híbrido, en este caso un impresionante BMW i8, que combina un motor a combustión con otro eléctrico y es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos y alcanzar los 250 km/h. Y por el otro, se subió a la máxima sofisticación en el universo automotriz: tuvo un imponente Rolls-Royce Ghost, equipado con un motor naftero V12 6.6 litros de doble turbo y 570 CV. Cuando el diez estuvo en Medio Oriente, hasta 2018, su precio superaba los 300 mil euros.
Le faltaba un anfibio
Luego de abandonar el puesto de entrenador del Al Fujairah, en Emiratos Árabes Unidos, tras perder la oportunidad del ascenso directo a la primera división, desembarcó en Bielorrusia. Llegó al Dynamo Brest, donde se convirtió en vicepresidente para “supervisar el desarrollo estratégico del club”, y como bienvenida le regalaron un vehículo militar anfibio. Fabricado por la firma Sohra Group, se denomina Overcomer Hunta, está diseñado para transitar por cualquier terreno y hasta sumergirse en el agua.
El Chevrolet Camaro para soñar (con el ascenso)
“Este es el color, papá”, exclamó Diego mientras lo miraba de afuera. “Me encanta, ¿viste cómo ruge?”, agregó. El rugido era por el impresionante motor V6 de 3.6 litros y 335 CV que tenía su flamante Chevrolet Camaro RS. Diego lo presentó en uno de los entrenamientos de su club, Dorados de Sinaloa, mientras desempeñaba la tarea del DT que debía conseguir el ascenso a primera división. El Camaro 2019, que había sido un regalo para su estadía en México, estaba valuado en unos 38.000 dólares.
El BMW M4 tuneado con luces de patrullero
En medio de la cuarentena, y mientras el diez se prepara para volver a entrenar a Gimnasia de La Plata con el fin de mantenerse en Primera División, apareció la última y rutilante incorporación fierrera del astro: un BMW M4, la versión deportiva del Serie 4, que lleva un motor biturbo de 6 cilindros y 3.0 litros, que desarrolla una potencia de 431 caballos. Alcanza una velocidad máxima de 250 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,1 segundos. Se lo vio mientras llegó manejando, junto a su representante, Christian Bragarnik, al predio del club en Estancia Chica. La Ley Nacional de Tránsito (N°24.449) establece en su Artículo 48 que está prohibido circular con vehículos particulares que tengan “sirena o bocina no autorizadas”. Y este BMW del diez está “tuneado” justamente con luces azules y sirena de patrullero. Si no, no sería único.
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