Citroën Traction Avant, el auto que ya en 1934 revolucionó la industria del automóvil al introducir la tracción delantera. DS Tiburón, un adelantado en estilo que corrió los límites del diseño en el siglo XX. El 2 CV, el auto del pueblo francés e ícono ineludible de la economía y la practicidad. GS, aquel mediano de la suspensión hidroneumática revolucionaria que podía andar en tres ruedas. CX, el rey de la ruta que ofrecía un confort de marcha soñado. Y tantos otros.
La trayectoria y el prestigio de Citroën están cimentados con modelos emblemáticos que no sólo formatearon la identidad de una de las marcas más tradicionales, sino que también hicieron un aporte a la industria global. Tecnología, innovación y diseño son los campos en donde el legado del Doble Chevron hace gala de su visión vanguardista.
Este siglo por supuesto obligó a reformular ciertos criterios en la concepción de automóviles, e impuso la realidad -ya no tendencia- de los SUV (Sport Utility Vehicles) o modelos Crossover: vehículos familiares y compactos con todas las concesiones enfocadas al confort. En definitiva, el terreno más exquisito para que una marca con las credenciales de Citroën pueda darles vida a sus nuevas creaciones. Y así ocurrió. El Citroën C5 Aircross es, nada menos, que una exacta conjunción de los conceptos esenciales del formato SUV y los mejores genes de la marca. Y por varias razones.
Este familiar francés que acaba de lanzarse en la Argentina sostiene su apuesta al confort desde el andar. No está configurado con suspensiones convencionales, sino que -como se dijo- engendra lo mejor del ADN de la firma y entonces, ya una costumbre, vuelve a sorprender con un esquema novedoso, fuera de lo común.
La suspensión, punto destacado del nuevo SUV, está diseñada con los nuevos Amortiguadores Progresivos Hidráulicos®, una innovación de Citroën, derivada de la experiencia de la marca en competición (rally y raid París-Dakar). Contrariamente a lo que ocurre con un clásico amortiguador mecánico, que absorbe la energía, pero devuelve una parte, estos amortiguadores hidráulicos absorben y disipan toda la energía, por lo que optimizan la absorción de golpes y eliminan el fenómeno del rebote.
Esa es la plataforma fundamental sobre la cual se apoyan el resto de las virtudes del C5 Aircross, siempre apuntadas al confort. El interior aporta otros dos puntos sobresalientes. Por un lado, la construcción de los asientos, también fuera de los parámetros estándar, diseñados con distintas capas de espuma para que asegurar un confort extra. Según Citroën, fueron inspirados a partir de emblemas como el CX y el Xantia, iconos del confort de otras épocas. Y, por otro lado, ofrece una configuración de asientos que permite aprovechar y optimizar al máximo las dimensiones de este SUV. Los tres asientos traseros son individuales, reclinables, rebatibles y corredizos, entonces se pueden acomodar de diversas maneras para asegurar distintas posibilidades de carga.
Al igual que los Peugeot 3008 y 5008, el C5 Aircross se fabrica sobre una moderna plataforma modular del Grupo PSA. Se presentó en la edición 2017 del Salón de Shanghai, donde se construye para el mercado chino a partir de una fuerte alianza de PSA con al fabricante local Dongfeng, lo que grafica la importancia global que el modelo representa para el Grupo PSA.
“Con el C5 Aircross Citroën empieza a competir entre los SUV medianos con toda su identidad, tecnología, diseño, confort. De esta manera, el C5 Aircross es el nuevo buque insignia de Citroën, que tiene una carta de presentación sobrada porque desde que se lanzó en Europa ya acumula 200.000 unidades vendidas en todo el mundo”, sostuvo Gabriel Cordo Miranda, Country Manager de Peugeot, Citroën y DS Argentina.
Con esos avales desembarca en la Argentina. También, con el sello de ser el modelo elegido por la marca para entrar en la era de la electrificación. En el Viejo Continente se ofrece una opción híbrida, que no está descartada para la Argentina, pero que habrá que esperar algún tiempo más. El Grupo PSA tiene como prioridad estratégica que los primeros modelos híbridos que lleguen al país sean de la marca DS. Una vez que esto ocurra, empezarían a abrirse las puertas del C5 Aircross Hybrid.
Mientras tanto, los clientes tendrán disponibles aquí (a US$ 48.395) la versión con la conocida y eficiente motorización 1.6 de 165 caballos que también llevan otros modelos del Grupo. Citroën lo acompaña con una caja automática de seis velocidades. Tampoco se descarta sumar, en un mediano plazo, la opción turbodiésel.
Su arsenal tecnológico es otro de los puntos a batir por sus competidores: Honda CR-V, Toyota Rav4, Ford Kuga y el primo del grupo, Peugeot 3008, entre otros. Este nuevo Citroën viene con varios sistemas de asistencia a la conducción, como Active Safety Brake (detecta y analiza los obstáculos, fijos o móviles, peatones o vehículos, y frena automáticamente), Sistema de Vigilancia del Angulo Muerto, Aviso de Cambio de Carril, Alerta de Riesgo de Colisión, Coffee Brake Alert (previene al conductor que llegó el momento de hacer una parada tras circular dos horas a más de 65 km/h) y Reconocimiento de Señales de Tránsito, entre otros dispositivos. Un paquete de alto nivel de asistencia y digno de una categoría superior.
Los genes vanguardistas y funcionales de Citroën son fuertes en este C5, un compendio con lo más selecto de la marca, ahora en formato SUV. La mejor manera de darle continuidad a una historia centenaria.
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