El mundo enfrenta el combate contra un enemigo excepcional y silencioso que está generando la más estruendosa de las crisis en los últimos tiempos, y el riesgo de colapso no distingue diferencias. El coronavirus avanza contra todo y contra todos, y la excepcionalidad requiere de acciones extraordinarias, porque esta pandemia interpela a la Humanidad entera, no a un país, a un sistema financiero, a una industria o a una matriz ideológica determinada. Por eso, en aras de encolumnarse detrás de la pelea común, es que el gobierno británico les pidió a compañías automotrices radicadas en el Reino Unido la rápida colaboración para que en sus plantas se puedan fabricar elementos necesarios en la contingencia sanitaria, sobre todo respiradores artificiales, para evitar el colapso del sistema de emergencias de dicho estado.
Este pedido del gobierno de Boris Johnson coincide además con el cierre temporal y sistemático observado en las plantas automotrices de Europa, ante el temor de que la pandemia afecte a los trabajadores y desate un escenario aún más crítico del que ya se observa en el Viejo Continente. La administración conservadora en Gran Bretaña indagó por el compromiso a más de 60 fabricantes para la producción de estos ventiladores, entre los que se encuentran terminales automotrices de alto rango, como la americana Ford, la japonesa Honda y las locales Rolls-Royce, Jaguar-Land Rover y Vauxhall, aunque en este último caso interviene la francesa PSA, propietaria de la marca.
El Covid-19 no distingue clases sociales en el contagio y la búsqueda de soluciones requiere del mismo patrón. Por eso hay marcas de lujo, generalistas y de todotererno entre las convocadas por el primer ministro británico. El pedido fue difundido en las últimas horas por Downing Street, dentro de un plan para fabricar hasta 20.000 ventiladores que refuercen un sistema sanitario británico que cuenta actualmente con 5.900 de esa clase de dispositivos que son fundamentales en el tratamiento de pacientes infectados con el virus que ataca a las vías respiratorias.
Pero el petitorio puede ser aún más amplio, y quedará en estudio del Sistema Nacional de Salud (NHS, la sigla en inglés por National Health Service) de acuerdo a los requerimientos que puedan surgir en los próximos días. Europa está atravesando el pico del brote pandémico por estar todavía en la temporada de frío, que es cuando mayor daño hace el coronavirus. Por eso es que Downing Street habló de contribuir con la producción “a gran velocidad” de implementos médicos que refuercen el NHS.
"El primer ministro dejó en claro que responder al coronavirus y reducir la propagación del pico requiere un esfuerzo nacional", dijo un portavoz del gobierno. Y amplió: “Pidió a los fabricantes que afrontaran este desafío inmediato ofreciendo habilidades y experiencia, así como fabricando los componentes ellos mismos. Las empresas pueden participar en cualquier parte del proceso: diseño, adquisición, montaje, prueba y envío".
Este pedido integra un paquete de medidas lanzadas por el gobierno en las últimas horas, que significan además un cambio de rumbo, ya que la gestión de Johnson había mostrado una cuestionada pasividad cuando en el resto de Europa se agudizaban las restricciones.
El primer ministro llamó el lunes a la población a evitar todo "contacto no esencial" y los "viajes innecesarios", trabajando desde casa y absteniéndose de ir a bares, restaurantes, teatros y otros eventos sociales. Y este martes, en una nueva rueda de prensa, se ampliaron los consejos. Se pidió evitar todo "contacto social no esencial", trabajando desde casa y absteniéndose de ir a bares, restaurantes, teatros y otros eventos sociales.
Los planes sobre la fabricación de respiradores artificiales implican diseñar lo que el Departamento de Salud y Asistencia Social británico llamó un "ventilador funcional básico" que se puede fabricar de manera económica utilizando los componentes disponibles. Antes de la convocatoria, varias empresas ya habían recibido un documento de especificación de dos páginas que establece los requisitos, según fuentes de la industria citadas por el diario The Guardian.
Downing Street dijo que a las firmas se les había pedido que fabricaran tantos ventiladores nuevos como fuera posible, según los criterios establecidos por el director comercial de la Oficina del Gabinete y el director comercial del NHS.
Los expertos expresaron escepticismo sobre la capacidad de las empresas no especializadas para fabricar ventiladores en poco tiempo. Sin embargo, varios fabricantes han dicho que ayudarán con el plan de cualquier manera que puedan, y se espera que a algunos se les pida que cambien sus líneas de producción para producir los dispositivos.
Rolls-Royce dijo que estaba "interesado en hacer todo lo posible para ayudar al gobierno y al país en este momento”, y que por ello “buscará proporcionar cualquier ayuda práctica” que tenga a su alcance. La compañía de aviación Airbus, en tanto, comenzó a examinar formas en que podrían construir ventiladores y ayudar a distribuirlos por todo el país. “Estos son tiempos sin precedentes y Airbus ayudará donde pueda”, dijo un vocero de la aeronáutica.
Entre los apuntados también está Vauxhall, perteneciente al Grupo PSA, que el lunes anuncio el cierre de todas sus plantas europeas, incluyendo las dos que tiene en el Reino Unido, debido a los temores por el coronavirus, en una reducción que se hace eco de planes similares de Fiat-Chrysler y Renault. PSA dijo que las operaciones en toda Europa, incluidas las plantas de Ellesmere y Luton, que emplean a 2.560 empleados entre ellas, se suspenderán hasta el 27 de marzo. A los empleados se les pagaría durante ese período.
El fabricante francés atribuyó la interrupción a las cadenas de suministro y la caída de la demanda de automóviles en medio del brote global, así como una “aceleración observada en los últimos días de casos graves de Covid-19 cerca de ciertos sitios de producción”. Pero la compañía también dijo que estaba interesada en ayudar a mejorar la preparación del Reino Unido para un aumento en el número de personas que enferman y requieren tratamiento.
"Hemos estado en contacto con el gobierno del Reino Unido y estamos ansiosos por ayudar en la planta de Ellesmere Port de Vauxhall Motors", dijo Stephen Norman, el director gerente. "Una vez que tengamos más detalles sobre los requisitos, podremos analizar lo que podemos hacer".
También se les pidió ayuda a Honda y Ford, mientras que Jaguar Land Rover sostuvo: "Como compañía británica, naturalmente, haremos todo lo posible para apoyar a nuestras comunidades durante estos tiempos sin precedentes".
Según informó el sitio especializado Automotive News, Ford dijo que estaba evaluando la situación. El fabricante de automóviles de estadounidense opera dos plantas en Gran Bretaña, que fabricaron poco menos de 1,1 millón de motores en 2019. Uno de ellas, en Bridgend, Gales, cerrará este año como consecuencia del Brexit.
Por lo pronto, la compañía americana confirmó el cese de la producción de autos en todas sus plantas europeas. “Los suministros de componentes a los sitios de fabricación de Ford en Europa se han interrumpido cada vez más, mientras que las ventas de vehículos en toda la industria han disminuido debido a que los concesionarios deben cerrar temporalmente sus operaciones de ventas en algunos países. Sin embargo, el servicio de vehículos se considera una necesidad social importante y los concesionarios Ford continúan brindando mantenimiento y servicio esencial en todo el continente”, expuso la marca en un comunicado. Ford tuvo tres positivos de coronavirus en la planta de Valencia, la primera que cerró sus puertas, el lunes 16 de marzo.
Honda, que construyó poco menos de 110,000 autos en sus instalaciones de Swindon en Inglaterra el año pasado, dijo que el gobierno le había pedido que explorara la posibilidad de fabricar ventiladores.
Sin embargo, de acuerdo al análisis de expertos locales, podría llegar a dificultarse la adaptación de las plantas automotrices para que en ellas se fabrique equipamiento médico con la celeridad que requiere esta pandemia. En tal caso, el gobierno de Boris Johnson contemplará que los fabricantes puedan ayudar a corto plazo en suministrar a las empresas que ya fabrican equipos médicos con personal o espacio en la fábrica para aumentar la producción.
La industria automotriz no atraviesa por el mejor momento en el Reino Unido, ya que el Brexit dejó heridas profundas en varias empresas. A raíz de la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea, ya se mencionó el cierre de la planta de Ford en Gales, que generaría el cese de 1700 operarios.
Además, Honda informó en mayo pasado que tiene previsto cerrar su fábrica en el oeste de Inglaterra en 2021. A su vez, Nissan anunció que no construirá una nueva camioneta en Sunderland, en el nordeste de Inglaterra, como había previsto inicialmente. Jaguar-Land Rover, propiedad de la india Tata Motors, también está recortando personal en Gran Bretaña.
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