El nombre invariablemente transporta décadas atrás y recuerda a los viejos modelos AMI que Citroën fabricó entre 1961 y 1979. Nada tiene de aquellos emblemas de la marca este AMI, que acaba de lanzar el Doble Chevron en Europa, aunque sí muestra algunas coincidencias conceptuales radicalmente optimizadas para la nueva movilidad eléctrica y ciudadana.
Como aquellos AMI 6 y AMI 8 que recorrieron el mundo con singular suceso, y cuyo segundo modelo se fabricó en la Argentina durante 10 años, este AMI revolucionario apunta a una inserción popular, con costos extremadamente accesibles para los usuarios, un consumo ultra limitado y elevada practicidad y eficiencia. Pero, por supuesto, bajo los parámetros actuales que demanda la movilidad urbana, las nuevas normas de emisiones, y ahora con todo el know how de décadas de desarrollo por parte de la marca francesa.
El AMI que acaba de lanzar Citroën en París es conceptualmente innovador por donde se lo mire. Se trata de un “objeto de movilidad” como lo denomina la propia marca, porque tan solo tiene 2,41 metros de largo, 1,39 de ancho y 1,52 de alto. Además, es 100% eléctrico, ofrece dos plazas al igual que el Smart, y su precio base es de 6.900 euros.
Con el AMI, Citroën se lanza a la conquista del público que necesita una herramienta práctica para moverse por las densas ciudades europeas, pero sobre todo está enfocado a un definido target juvenil. Este pequeño vehículo ciudadano, además de venderse totalmente online, se podrá conducir sin registro desde los 16 años en la mayoría de los mercados de Europa, excepto en Francia, donde la habilitación es a partir de los 14 años mediante una autorización por parte de un tutor del menor. Y en España está estudiando que pueda habilitarse a los 15.
En Francia, sacar el carné de conducir cuesta, en promedio, unos 1.800 euros, por lo que esto representa uno de los principales obstáculos con el que se encuentran los jóvenes para acceder a un vehículo. Ese es el límite que busca cruzar la marca con el AMI, ya que como básicamente es un ciclomotor ligero –sin embrague- con apariencia de auto, no es necesario sacar el carnet para conducirlo. En el mercado galo, por ejemplo, hay marcas que ya comercializan vehículos similares, como Ligier o Aixam, pero a un precio mayor.
Con un peso total de 485 kilos, el modelo está equipado con un impulsor eléctrico de 6 kilovatios (8 caballos de potencia) y su batería de 5,5 kilovatios hora (Kwh) se puede recargar en tan solo tres horas en un enchufe doméstico de 220 voltios. La autonomía es de 70 kilómetros y su velocidad máxima llega a 45 km/h.
El flamante AMI, que está basado en un prototipo que se presentó hace un año en el Salón de Ginebra en 2019 y se denominó AMI ONE, ofrece diferentes composiciones de equipamiento para vestirlo y personificarlo: embellecedores de ruedas, adhesivos exteriores en el pilar trasero o en el techo y cápsulas en los laterales (como los airbumps). En el interior, a la derecha del volante se reservó una zona para colocar el Smartphone, que al conectarlo se convierte en la pantalla principal del vehículo, con acceso al navegador y a la música.
El AMI se fabrica en la planta del Grupo PSA en Kenitra, Marruecos y desde marzo ya estará disponible con varias opciones de compra. Por un lado, podrá adquirirse por Internet, en operaciones 100% digitales. Y por el otro, estará disponible bajo la modalidad de renting, con una entrada de 2.600 euros en París y cuotas de 20 euros en 48 meses. En el caso de las flotas de carsharing, estará dentro del catálogo de Free2Moove (la filial de servicios de movilidad de Grupo PSA).
Citroën ya empieza a recibir pedidos del AMI en Francia, y además está previsto que en el segundo semestre llegue rápidamente a otros países como España, Italia, Bélgica, Portugal y, más tarde, Alemania. En la estrategia de ventas de la marca, por otra parte, contemplan que la entrega se realice al domicilio de los clientes. Las respuestas a los cambios en la movilidad demandan cada vez mayor ingenio. El AMI es un ejemplo de ello.
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