Los hábitos de uso de los vehículos familiares fueron cambiando en las últimas décadas al ritmo vertiginoso que propusieron las automotrices con sus gamas de modelos. La predilección del público por los SUV no quedó en una moda temporaria, ni mucho menos, sino que parece una tendencia infinita. Tanto que prácticamente barrió por completo de las carteras de productos a las tradicionales rurales y está extinguiendo el dominio de los sedanes convencionales.
Si hay algo que las marcas supieron interpretar es este gusto creciente de los usuarios por el formato SUV (Sport Utility Vehicle), que empezó a trascender en los 90 con modelos todoterreno de gama media-alta y que a partir de 2003 popularizó –con todo lo que este término implica- la Ford Ecosport.
Los autos entran por los ojos –más allá del precio, claro- y la aceptación del formato SUV es tal que ya no necesita ir ligada a un propósito todoterreno. A tono con mercados del primer mundo, en la Argentina prácticamente todas las marcas hoy ofrecen un SUV familiar compacto (son los más chicos). Con efecto cascada, esa oferta se completó durante 2019 a pesar de las turbulencias económicas. Apenas un pequeño oasis en medio de una retracción dolorosa y profunda.
Peugeot, que se había subido a la oleada SUV años atrás con su 2008 (familiar derivado del 208), se puso a tono recientemente con la segunda generación de este modelo que en 2018 fue uno de los cuatro más vendidos de su categoría. Estéticamente, el nuevo 2008 no recibió más que un restyling discreto, pero con un golpe de efecto clave: los mayores cambios están en la trompa, ahora mucho más asociada estilísticamente al 3008. Eso lo deja mejor parado en cuanto la sensación de robustez y más asociado a la gama actual del León. De hecho, en 2020 saldrá en la Argentina el nuevo 208, de exquisito diseño, con el que deberá convivir esta versión SUV familiar del Mercosur (la nueva 2008 europea aún no tiene fecha de llagada aquí).
Ford Ecosport, Renault Duster y Captur, Chevrolet Tracker, Nissan Kicks, VW T-Cross, Citroën C4 Cactus y Jeep Renegade. Contra ellos y algún otro modelo que se sume compite el Peugeot 2008. No le vino nada mal entonces la reciente renovación general, que además incluye una nueva caja automática secuencial y se combina con su atributo mayor: el motor 1.6 THP (Turbo High Pressure), con inyección directa y 165 caballos, privilegio exclusivo de esta versión top, la Sport, que pasó por las manos de Infobae AUTOS.
Con este motor THP, reconocido y multipremiado internacionalmente, el 2008 Sport está entre los tres más potentes de la categoría, sólo superado por la versión 2.0 de la Ford Ecosport y el Jeep Renegade Trailhawk, ambos con 170 caballos. Pero no sólo debe medirse esta motorización en términos de potencia porque sería una injusticia: ese 1.6 que también equipó y equipa a otros modelos como el 308, 408 y 208 GT es un ejemplo de eficacia, un placer para manejar por su elasticidad y capacidad de reacción. Punto altísimo.
Su performance como vehículo familiar no deja prácticamente flancos débiles. Además de la confiabilidad y agilidad que le confiere su motor, dinámicamente lo respaldan unas suspensiones blandas, que privilegian el confort de marcha bien al estilo Peugeot. Y el hecho de que su configuración de SUV le aporte un mayor despeje del suelo permite circular con mayor tranquilidad en ciudad o caminos de tierra. Es difícil que ante algún lomo o pozo roce contra el suelo.
Son sutiles los cambios que presenta en su interior. En la versión Sport se roba la atención el techo Cielo, como denomina Peugeot al enorme espacio superior vidriado. Es un elemento distintivo que puede no ser tan confortable en largos viajes expuestos al sol, porque la cortina tipo black out es bastante transparente y obliga a exigir el aire acondicionado para mantener fresco el habitáculo. Salvo por esto, el techo es un lujo que ilumina y realza todo el interior. Se disfruta mejor desde las plazas traseras, holgadas para dos menores, ajustadas para dos adultos, incómodas para tres personas.
Desde hace algunos años, Peugeot viene aplicando en sus modelos el diseño i-Cockpit, concepto basado en la posición de manejo donde el volante, de diámetro chico, queda por debajo del tablero de instrumentos, para que el conductor desvíe lo menos posible su atención del camino. Si bien lleva algo más de tiempo acomodarse, especialmente para las personas de estatura elevada, finalmente se consigue una posición de manejo adecuada. Punto flaco: el tablero de instrumentos, con información completa, pero de diseño algo obsoleto y básico.
Superada la adaptación al i-Cockpit, la agilidad de la transmisión automática secuencial, que se acopla bárbaro con el rendimiento del motor, pone en evidencia otro de los puntos fuertes del modelo, su performance. Es un familiar muy agradable para manejar. La caja Tiptronic de seis marchas ofrece además cuatro modos de conducción: Drive; Eco (que permite reducir el consumo un 6%); Secuencial y Sport, para conseguir respuestas algo más deportivas. La combinación motor-caja es un acierto de la marca: el impulsor parece tener siempre un resto para entregarle al conductor, y con esta transmisión eso se aprovecha al máximo en el modo Sport.
Esta versión Sport también cuenta con el sistema Grip Control, que permite ajustar electrónicamente el modo de tracción de acuerdo al tipo de terreno. Son cinco ajustes: standard, barro, arena, nieve y con ESP off. A no confundirse, no es un sistema de tracción integral, sino un dispositivo exclusivo de Peugeot que actúa directamente en las ruedas delanteras optimizando la tracción de forma independiente.
A diferencia de las otras versiones de 2008 (Allure y Feline), que equipan un motor 1.6 de 115 caballos, aunque también ofrecen la caja Tiptronic, esta Sport es la única que viene con esta Control de Estabilidad (ESP), lo que sumado a los seis airbags, los frenos con ABS y distribuidor electrónico de frenado (REF) redondea un interesante pack de seguridad.
Este 2008 Sport cuesta $1.749.300 y Peugeot ofrece una bonificación de $223.000, o una financiación de hasta $450.000 a tasa 0%. Quien esté al alcance se llevará una exquisita combinación para la categoría entre motor y caja y, por supuesto, el típico ADN de Peugeot en materia de confort.
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