El encanto de lo clásico. Aunque puede sonar a lugar común, en el universo automotriz es una fórmula que ha dado buenos dividendos. No son pocos los modelos del primer siglo de la industria que supieron tocar el nervio más íntimo de sus usuarios y seguidores. Las reediciones del Volkswagen Beetle, del Fiat 500 o del mismísimo Jeep Willys, sólo por mencionar algunos casos, apuntaron justamente a reflotar ese sentimiento pasional que suele no perder vigencia en el público más fiel.
Es el camino que un clásico de los 50, la famosa Kombi de Volkswagen, aquel utilitario que nació hace 69 años en Alemania y que en principio se denominó Transporter. La versión vidriada apta para ocho pasajeros no sólo fue la que le dio trascendencia como “Kombi”, sino que se transformó en ícono del hippismo y en fuerte símbolo cultural de todo el movimiento pacifista.
Luego de presentarla como ID.Buzz Concept hace un par de años, Volkswagen confirmó ya hace tiempo que la nueva Kombi del Siglo XXI iba a entrar en producción. Y le auguró un futuro acorde a los tiempos que vienen: la reedición de este clásico será eléctrica, híper moderna, y formará parte de la avanzada de vehículos autónomos que VW está preparando para el futuro cercano.
Más allá de su estética basada -y muy bien lograda- en la furgoneta de mediados del siglo pasado, poco tendrá que ver la nueva Kombi con aquella.
Las primeras generaciones se caracterizaron, por ejemplo, por estar equipadas con motores de baja cilindrada refrigerados por aire, ubicados en la parte trasera del vehículo y con tracción también posterior. La primera tenía un motor bóxer de cuatro cilindros (similar al del Escarabajo) con 25 CV de potencia que le permitía alcanzar los 90 kilómetros por hora. Eso sí, era una fiel compañera para el trabajo por confiabilidad y capacidad de carga: soportaba hasta 760 kilos.
El camino de retorno de la futura Kombi empieza a concretarse. El año 2022 es el horizonte que mira VW para lanzar la remake de la furgoneta. Entre estos días y aquel mojón al final del camino se irán develando las particularidades del modelo. La novedad más reciente, por ejemplo, es que se definió el nombre, tal cual adelanta la revista alemana Auto Bild: se llamará ID.7, de acuerdo a las nuevas denominaciones que está implementando VW en su nueva era eléctrica. El modelo eléctrico más chico, que presentó en septiembre en Frankfurt, por ejemplo, se denomina ID.3. Y el mes pasado mostró el familiar ID.Space Vizzion (o ID.5, una berlina estilo Passat), que se suma al SUV ID.4X, al ID.Buggy, y al ID.R, una bestia eléctrica de 680 caballos.
Auto Bild también revela que el precio base del Volkswagen ID.7 rondará los 45.000 euros en Alemania. Y que la producción recién arrancará en 2021, con fecha prevista en 2022 para las primeras entregas.
El lanzamiento de la nueva Kombi posiblemente esté relacionado con uno de los eventos de mayor trascendencia sobre la tierra, como es el Mundial de fútbol. En 2022 se hará en Qatar y para ese evento la marca alemana ya firmó un acuerdo con aquel gobierno para proveer una flota 100% eléctrica y con tecnología de conducción autónoma para el traslado de los deportistas, compuesta en su mayoría por unidades de la versión definitiva del ID.Buzz.
Esta Kombi del Siglo XXI se fabricará sobre la Plataforma Modular de Propulsión Eléctrica (MEB) que el consorcio alemán destina a sus modelos cero emisiones. Allí también se gestan el SEAT el-Born, el CUPRA Tavascan o el mencionado Volkswagen ID.3.
Las motorizaciones, por ahora, son pura especulación, aunque no estarán muy alejadas de las que contemplaron para el concept ID.Buzz definitivo. Este está impulsado por un motor eléctrico en cada eje, con una potencia combinada de 374 CV. En el caso de la versión de producción no son pocos los medios europeos que adelantan que la potencia sería de unos 300 CV. También se prevé que ofrezca packs de baterías con tres capacidades diferentes: 58 kWh, 77 kWh ó 100 kWh, y que con esta última opción alcance una autonomía de 600 kilómetros.
En clave futurista y ecológica, la Kombi del Siglo XXI promete ser emblema de una nueva época.
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