Los grandes ídolos son los que tienen bien ganado el homenaje eterno. El paso del tiempo, además, abona el ingenio para buscarle forma y excusas el recuerdo de sus hazañas. Ayrton Senna pertenece a esa elite de genios. Fue, en su época de apogeo, sólo comparable con nuestro Juan Manuel Fangio. Y luego, ya ausente, se lo siguió midiendo con el mejor Michael Schumacher que se haya conocido.
El punto culmine de la genialidad de Senna fue a bordo de un McLaren, su compañero de hazañas y récords pulverizados. Su arma letal contra la mente brillante de Alain Prost. Tal vez el auto a medida de un piloto que jamás se haya construido. Sin dudas McLaren, con toda su grandeza y gloria en la Fórmula 1, tuvo su bisagra histórica con Senna en su butaca. Nunca volvió a ser lo mismo sin el brasileño. El homenaje, entonces, será infinito.
Y si de héroes y hazañas se trata, qué mejor que el talento de estas latitudes puesto al servicio de un homenaje magnífico, a la altura de un genio. Esteban Palazzo nació y estudió en Tucumán. En el año 2010 se fue a trabajar a Inglaterra, e ingresó como aprendiz en el Departamento de Diseño de McLaren. Comenzó diseñando joyas y valijas, hasta que concursó para diseñar el modelo 650S y desde allí no paró más hasta que llegó el momento de idear el homenaje a Ayrton Senna.
El McLaren Senna que se lanzó hace casi dos años fue el modelo más extremo y exótico que haya construido la marca inglesa. Un auto radical, de calle, pero al límite de las reglas, que cuesta un millón de dólares. Surgió del trazo y el talento de Palazzo, que a partir de allí de transformó en diseñador estrella de McLaren. Esta bestia indomable de 800 caballos, tan representativa del carácter en pista del brasileño, tiene como si fuera poco tres nuevos capítulos apuntalados por las hazañas más resonantes de Senna.
Fuera de los 500 ejemplares únicos que se producen del ícono bestial diseñado por Palazzo, la división de Operaciones Especiales de McLaren (MSO) y el distribuidor de la marca en Beverly Hills decidieron trabajar en un bonus track para este homenaje al brasileño. O mejor dicho, en tres.
Así crearon una serie limitada de tres unidades únicas de la serie especial inicial, que está formada por verdaderos prototipos de desarrollo, por eso la denominación XP (Experimental Prototypes). Lo interesante, cada uno de estos nuevos modelos está identificado a partir de su estética con alguna hazaña del piloto paulista.
Todos cuentan con la carrocería y el interior fabricados en fibra de carbono, pero con diferencias en la decoración y en la denominación según la gesta del campeón brasileño. Y en el precio, porque incluso son más caros que el Senna original: cada una de estas tres unidades cuesta 1.43 millones de dólares.
La unidad “Home Victory” cuenta con los colores de la bandera de Brasil porque celebra el triunfo de Senna en el Gran Premio de Brasil de 1991, el primero suyo allí, dotado además de una cuota de dramatismo cinematográfica. En esa carrera el McLaren de Senna sufrió varios problemas mecánicos y durante las últimas vueltas el piloto debió sostener la punta sólo con la sexta marcha porque ésta se había atascado. Cuentan que Senna terminó tan acalambrado que cuando le dieron la bandera a cuadros para que paseara una vez cruzada la meta, apenas la pudo sostener.
“Master of Monaco”, el otro McLaren especial, recibe los colores de Mónaco en honor a las seis victorias que logró el brasileño en el Principado, cinco de ellas consecutivas entre 1989 y 1993.
Por último, el ejemplar “Lap of the Gods” es un homenaje a las victorias más increíbles de Senna, como fue el caso del Gran Premio de Europa de 1993 en el circuito británico de Donington Park, donde largó quinto y ya en la primera vuelta estaba primero en medio de un diluvio inolvidable. En esa competencia venció a su rival en McLaren, Alain Prost, ya en el equipo Williams-Renault. En la lluvia nadie iba tan rápido como Senna, y tal vez Prost haya sido quien más lo sufrió, como compañero y como rival. El resto disfrutó verlo manejar como sólo él podía hacerlo.
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