Hay lugares que ineludiblemente refieren al automovilismo. Y, sobre todo, a su historia más rica. Como Le Mans, Nürburgring o Monza, Daytona es uno de ellos. Difícilmente este término se identifique con las playas de esta ciudad de la Florida antes que con los óvalos engomados y cargados de hazañas y frustraciones sobre ruedas. Daytona refiere automovilismo, pero también a épica y tragedia. En las dos competencias que hace ya más de 50 años se corren en este circuito, las tradicionales 500 Millas y las durísimas 24 Horas, hay tantas historias de laureles como de sangre. Y eso, año tras año, alimenta su mito.
Es asfalto caliente de Daytona fue, entre otras batallas, un capítulo de la disputa automovilística que en la segunda mitad de los 60 protagonizaron Ford y Ferrari, y que culminó con el máximo objetivo planteado por el gigante de Detroit: triunfar en Le Mans, dominio exclusivo de la firma italiana. En aquella época Ford también le arrebató triunfos en Daytona a las máquinas rojas de Don Enzo.
Daytona, ícono del automovilismo norteamericano, es un escenario que en cualquiera de estas grandes citas hace vibrar a las 168.000 personas que entran en el circuito. Es, también, tesoro preciado para muchos pilotos de Fórmula 1 que buscaron extender su éxito europeo en Norteamérica. Pero pocos lo lograron: acaso Juan Pablo Montoya, Martin Brundle (sin éxitos en la F-1) y Mario Andretti, el único en ganar las 500 Millas, las 24 horas y en salir campeón de F-1 (1978).
Porsche, Ferrari, Ford y Chevrolet son algunas de las marcas con más títulos en las 24 Horas de Daytona. Y algunas otras marcas con menos historia en competencias también han ido allí en busca de prestigio y gloria. Tal es el caso de Lamborghini, que desde 2016 se sumó a una de las cuatro categorías que corren allí: la GT Daytona (las otras son DPi, LMP2 y GT Le Mans). Lo hizo en ocasión de los 100 años del nacimiento de Ferruccio Lamborghini, su fundador.
La marga italiana compite contra Lexus, Audi, Porsche, Mercedes-AMG, Ferrari, Acura, BMW y Aston Martin con su modelo Huracán EVO. Y mal no le fue desde su debut. Ya consiguió el triunfo en las ediciones 2018 y 2019. Y ahora va por la tercera corona consecutiva con la particularidad de un equipo de pilotos conformado por cuatro mujeres, experiencia que ya llevó adelante la marca japonesa Acura en la edición 2019.
La marca italiana ya empezó a capitalizar los primeros triunfos en estas carreras de larga duración. Luego de que su Huracán arrasara en las ediciones 2018 y 2019 de Sebring y Daytona, hace pocos meses la firma lanzó el Lamborghini Huracan Evo GT Celebration, un súper deportivo tan colorido como exclusivo. Habrá sólo 36 unidades con un original diseño de pintura basado en el de competición, con las banderas de EEUU e Italia en el techo.
Este súper deportivo está equipado con un motor V10 de 640 caballos, trae tracción integral y transmisión manual de siete velocidades con doble embrague. Acelera de 0 a 100km/h en solo 2.95 segundos y llega a una velocidad máxima de 325Km/h.
El Grasser Racing Team, donde en 2017 participó el argentino Ezequiel Pérez Companc, fue el encargado de reclutar a estas cuatro pilotos de extensa trayectoria para defender un título que muy pocos tienen en sus vitrinas. Las cuatro fantásticas son Tatiana Calderón, colombiana; Katherine Legge, británica, Christina Nielsen, danesa; y Bia Figueiredo, brasileña.
Tatiana Calderón, de 26 años, que este año compitió en la Fórmula 2, es quien está más cerca de máxima categoría, ya que actualmente también se desempeña como piloto de pruebas del equipo Alfa Romeo F-1. Katherine Legge nació en 1980 en Inglaterra y tiene un extenso currículum en el automovilismo: ha corrido en muchos autos y categorías, desde karting hasta DTM, IndyCar y Fórmula E. Su perlita: en el año 2000 fue la primera mujer en alcanzar la pole position en una carrera de Fórmula Ford Zetec.
Christina Nielsen, nacida en 1992, es quien tiene más experiencia en carreras de resistencia: corrió en Sebring, fue dos veces campeona en GT Daytona y participó en cinco ediciones de la populosa grilla de la mítica Le Mans. Por último, la brasileña Bia Figueiredo, que disputó cuatro ediciones de las 500 Millas de Indianápolis, fue la primera mujer en ganar en la Indy Lights. Compite en el Stock Car de su país junto con pilotos brasileños de renombre, como Rubens Barrichello, Ricardo Zonta o Max Wilson, e incluso corrió en la Argentina con su categoría acompañando una fecha del Súper TC 2000.
Van por el desafío de cambiar la historia en un emblema de la velocidad. Tienen con qué.
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