Una novela, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, escrita en 1968 por Philip K. Dick.
Una película, Blade Runner, basada en esa novela, dirigida por Riddley Scott en 1982.
Una pick up, “Cybertruck”, inspirada en imágenes de la película basada en la novela, lanzada en 2019.
La secuencia cierra una parábola de 51 años por la decisión de Elon Musk, el excéntrico CEO de Tesla, de comparar su nuevo producto con las imágenes futuristas que muchos lectores imaginaron en el libro de Dick, y muchos cinéfilos observaron en el film de Scott. De hecho el empresario sudafricano, fanático de la ciencia ficción, tenía apenas 11 años cuando se estrenó Blade Runner y desde entonces su mente se apropió de las fotos del futuro imaginado en aquella película para, precisamente, noviembre de 2019.
Como esa secuencia temporal aprovecha por Musk no es casual, ¿tampoco lo habrá sido que en la presentación de la Cybertruck haya habido un cuasi gag? El excéntrico empresario monta su propio marketing desde la transgresión, por lo que dice y plantea habitualmente en su cuenta de Twitter y por muchas apariciones públicas de altísimo perfil, rayanas algunas con lo ridículo. Entonces, el mundo habla del evento realizado en Los Ángeles por lo disruptivo del vehículo, pero sobre todo porque Musk quedó en ridículo cuando, en su cara, un colaborador astillaba con una masa de acero dos cristales que el propio empresario había anunciado como indestructibles.
El mundo habló, habla y hablará de ese episodio, de la masa, de la cara del CEO de Tesla y de la nueva pick up. Se habla de la Cybertruck. ¿Fracasó Musk? ¿Quedó en ridículo? ¿O lo logró?
Como fuere, la camioneta es un típico producto Tesla, porque rompe con todos los estereotipos y concluye un ciclo de desarrollo de siete años realizado por la compañía californiana. Aunque algunas de las predicciones de Blade Runner no se terminaron cumpliendo en el mundo imaginado para noviembre de 2019, las formas de la Cybertruck son lo que más se acercan a aquellos vehículos observados en la película. Aunque la pick up no vuela, como sí sucedía en el film.
El propio Musk había anticipado que el modelo iba a asemejarse a “un vehículo blindado para transportar tropas del futuro”, con la ciencia ficción merodeando cada uno de sus pasos. Y francamente se parece incluso a transportes de asalto imperiales de Star Wars. Vista de perfil, el diseño parece sacado de un libro de geometría. La parte central de la carrocería es un alargado trapecio; el techo es un triángulo y los guardabarros son dos medio hexágonos.
“Durante más de 100 años las camionetas han sido básicamente las mismas, difícil de distinguir unas de otras”, afirmó Musk en la presentación de la pick up, realizada en el centro de diseño de Hawthorne, en Los Ángeles, un espacio que Tesla comparte con otra de las empresas del sudafricano, SpaceX. “Esto no se parece a nada de lo anterior”, reafirmó. Y tiene razón.
No sólo el diseño es revolucionario. Musk se puede ufanar de muchas otras virtudes además de los cristales indestructibles que se rompieron. Porque la Cybertruck, totalmente eléctrica y futurista, es una mole de acero inoxidable capaz de superar a una Ford F-150 en capacidad de remolque y en aceleración a un Porsche 911. Pero también transgrede por el precio: la versión más económica cuesta 39.500 dólares, y el CEO de Tesla anunció que se podrá tener a través del leasing (operatoria muy común en Estados Unidos) por 500 dólares mensuales, cuando para las competidoras se están necesitando alrededor de 700.
En la web de Tesla ya se puede reservar un modelo por tan solo 100 dólares, aunque la producción no comenzará hasta finales de 2021. El modelo más económico cuenta con una autonomía de unos 400 kilómetros por carga de baterías, una capacidad de remolque de 3.400 kilos y una aceleración considerable: de 0 a 100 kilómetros por hora en 6,5 segundos. El de doble motor y tracción a las cuatro ruedas (a la venta por 49.900 dólares), recorrerá 482 kilómetros por batería, con una capacidad de remolque de 4.535 kilos y una aceleración de 4,5 segundos de 0 a 100 kilómetros por hora.
Pero el gran hito en estos tiempos de electrificación compulsiva de muchos vehículos llega con la variante de triple motor, que ofrece la mayor autonomía del mercado, hasta ahora, con 804 kilómetros por carga. Eso es más del doble de la duración standard que presentan muchos modelos. Esa versión estará disponible por 69.900 dólares, con capacidad de remolcar hasta 6350 kilos y una aceleración de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos; el Porsche 911 Carrera requiere de 1,1 segundo más para desarrollar esa velocidad.
Un tanque de casi seis metros
La carrocería, bautizada como “Exoskeleton”, es una estructura exterior fabricada en acero inoxidable laminado en frío 30X Ultra-Hard que permite soportar golpes, por lo que incrementa la seguridad de los ocupantes como una gran jaula, y reduce la corrosión.
Aunque en la presentación resultó un fiasco, los cristales blindados son otros de los diferenciales por los que Musk apuesta. Se trata de los Tesla Armor Glass, compuestos por varias capas de polímeros capaces de “absorber y redirigir la fuerza de los impactos”, en palabras de la compañía. Minutos antes del evento, en un ensayo, los mismos cristales habían respondido con la fortaleza esperada.
“Lanzamos llaves inglesas, lanzamos todo tipo de cosas, y no se rompió. Por alguna razón un poco rara se rompió esta noche, no sé el porqué”, comentó visiblemente incómodo Musk, quien luego siguió con el evento con la misma camioneta, con los dos cristales rotos.
La Cybertruck mide casi seis metros de largo (5,8). Así, puede transportar seis pasajeros cómodos y disponer de casi dos metros de espacio de carga en lo que se ha llamado la bóveda: es una plataforma de 1,98 metros desplegable y dotada de una rampa que permite subir objetos pesados al coche con mayor facilidad. Si se necesita de electricidad cerca del vehículo, dispone de enchufes de 110/220 V.
El interior es muy espacioso e increíblemente austero, con el volante, los pedales y una pantalla como elementos más salientes en el frente.
La Tesla Cybertruck llegará al mercado estadounidense a finales de 2021 en su versión Dual y Tri Motor, mientras que la más económica no desembarcará hasta un año después. Por un extra de siete mil dólares, se la podrá dotar del autopilot, el sistema de conducción autónoma patentado por Tesla. Un elemento que acercará un poco más a la pick up al futuro que se había visto en Blade Runner.
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