¿Quedaba algo por pedirle al Mustang? Un deportivo con 55 años de historia que se transformó no solamente en ícono de su clase, sino también en emblema de una marca y en referente indiscutido de los deportivos americanos. Un auto que generó tal revolución en su época que en unas pocas horas vendió 20.000 unidades el día de su lanzamiento. Un pura sangre que ya va por seis generaciones, decenas de versiones y continúa con una vigencia inusual para los tiempos en donde todo se vuelve más efímero.
La respuesta a aquella pregunta es, decididamente sí. Ford acaba de entrar en una nueva dimensión, la de los vehículos 100% eléctricos y lo hace con el peso y el carisma de un nombre que enamora: Mustang. Luego de tres años de desarrollo, finalmente acaba de presentarse el Mustang Mach-E, SUV derivado el icónico deportivo y el primer vehículo totalmente eléctrico de Ford. En este vehículo onfluyen, entonces, dos de los activos más importantes del gigante de Detroit: por un lado, la seducción de un emblema que es patrimonio del público norteamericano; por el otro, todo el bagaje en desarrollo de pick ups y utilitarios.
Aquel primer Mustang irrumpió en 1964 como una interpretación precisa de lo que por entonces necesitaba el espíritu estadounidense: libertad, progreso, performance y un toque de rebeldía. Hoy, en un contexto dominado por el auge de los SUV y en una escala a la electrificación que ya no da tregua, Ford parece reeditar aquellos valores para encarar la movilidad que viene.
¿Y lo hace con un Mustang eléctrico? ¿Qué sensación puede generarle esto al público fiel que venera el redimiento del V8 y su sonido inigualable? Para ellos el pony car seguirá con su rabia característica. Mientras que este SUV también muestra credenciales para pertenecer a esta familia de elite. “Eléctrico y salvaje”, reza el slogan elegido para las marquesinas de la exclusiva presentación del SUV en Los Ángeles, adonde estuvo Infobae.
A simple vista el Mach-E refleja la configuración deportiva del Mustang, con sus curvas musculosas, la trompa imponente, alargada y las luces traseras de tres barras. Bajo el capó puede haber un motor de 332 caballos, si se trata de la versión Standard o Premium, o de 460 en el caso del GT. Esta variante deportiva, adelanta la marca, puede acelerar de 0 a 100 km/h en menos de 4 segundos. Y la edición GT Performance, aún más extrema, lo hace en 3 segundos.
El sonido similar al V8 nació con Blade Runner y Batman
Con las prestaciones garantizadas, Ford se puso a trabajar en cómo incorporar el sonido tradicional del Mustang a esta variante eléctrica. Según los ingenieros de la marca, hasta recurrieron a sonidos de películas como Blade Runner y Batman (la de Christian Bale) al momento de listar 30 opciones. De allí salieron las que acompañan a distintos tipos de conducción que ofrece el Mach-E: Whisper, Engage and Unbridled (Susurro, Atractivo y Desenfrenado, en castellano). En esta última, el sonido logrado rememora, y con creces, al rugido del Ford V8.
Los distintos tipos de conducción modifican, además, la capacidad de respuesta del vehículo, la dureza de la dirección, la iluminación ambiental, y las animaciones dinámicas del tablero que están vinculadas al comportamiento de conducción. El Mach-E, que se fabricará únicamente en México, es el primer vehículo de producción de la marca que será configurado por el equipo de Ford Performance en el simulador de carreras de Ford en Carolina del Norte.
Cuando llegue a los primeros mercados a fines de 2020, el Mustang Mach-E ofrecerá dos opciones de batería, una estándar y otra de rango extendido, así como también dos opciones de tracción, trasera o integral impulsada con motores de imán permanente. Equipado con la batería de rango extendido y con la tracción trasera tendrá una autonomía estimada de al menos 483 kilómetros. La estrategia es apuntar a un precio competitivo: la versión más barata arrancará en 44.000 dólares, a lo que hay que restarle un incentivo fiscal de 7.500 dólares. ¿Puede llegar a la Argentina el Mach-E? “Hay interés de hacer algo en Sudamérica, Argentina y Brasil”, adelantó Ted Cannis, ex presidente de Ford Argentina y hoy Director Global de Electrificación de Ford.
El interior del Mach-E está enfocado, y con énfasis, a la funcionalidad de la información. Más allá de un ambiente sobrio, moderno y con toques deportivos en el volante y las butacas, sobresalen dos pantallas luminosas. Por un lado, una pequeña, horizontal, que reemplaza al tablero de instrumentos y que muestra toda la información con respecto a la conducción. Otra de 15,5 pulgadas vertical y táctil (la primera vez que un Ford equipa una pantalla así) ofrece todos los menú de configuración del vehículo, más las opciones de navegación.
Otro debut en el Mach-E es el de la tecnología Phone as a Key (Teléfono como llave): con el Bluetooth el vehículo puede detectar el smartphone de los conductores cuando se acercan, se desbloquea automáticamente y se puede empezar a conducir sin sacar los teléfonos de los bolsillos o usar un llavero.
Este SUV de alto impacto tecnológico es la punta de lanza del gigante de Detroit, que para 2022 tiene previstos gastar 11 billones de dólares sólo en vehículos eléctricos. Para ese año, Ford contempla tener 40 modelos electrificados en el mercado, de los cuales 16 serán eléctricos puros.
En la ruta hacia la nueva movilidad, aparece además un mojón cercano, como el lanzamiento de la versión electrificada de la pick up 150, la más vendida del mundo, y tal vez algún otro modelo desarrollado de forma conjunta con Rivian, marca estadounidense especialista en eléctricos.
Ante los límites impuestos para reducir el nivel de emisiones en Europa y Estados Unidos drásticamente en los próximos años, la industria automotriz global aceleró la carrera de la electrificación. Es una realidad, aunque en algunos mercados, como el latinoamericano, el desembarco de esta propulsión parezca una utopía. Es saludable que en este recorrido desafiante se sumen modelos con historia como el Mustang. Son los que saben enamorar. Y tal vez eso no cambie nunca.
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