Conducir una Ferrari despierta sensaciones únicas. “Es como estar al volante de una leyenda, un verdadero cuento de hadas”, lo definió el alemán Sebastian Vettel, actual piloto de la Scudería en la Fórmula Uno.
Ahora, ganar con una Ferrari, eso es la elevación al cielo mecánico. “No eres un verdadero campeón del mundo si no lo eres con Ferrari”, sentenció Michael Schumacher, el máximo galardonado con el Cavallino Rampante en la máxima categoría, con cinco títulos.
Schumacher dominó como pocos un F-1, pero adoraba conducir una Ferrari Enzo de calle. Tenía una de las 399 unidades que se fabricaron de aquella cupé de 660 caballos. Porque los monopostos de Fórmula Uno son prepotentes, pero las Ferrari deportivas son salvajemente bellas. Y Schumi lo sabía.
Por eso, para llevar a la gloria del triunfo a una Ferrari de calle, es que la casa de Maranello acaba de presentar la nueva criatura que competirá desde el año próximo en el Campeonato Mundial de Endurance (WEC, según su sigla en inglés por World Endurance Championship), las carreras de larga duración entre las que está las míticas 24 Horas de Le Mans.
La presentación en sociedad de la nueva Ferrari que competirá en el Mundial de Endurance desde 2020.
La 488 GT3 EVO 2020 llega con una serie de innovaciones respecto del modelo que se encuentra compitiendo actualmente en la categoría GTE del Endurance, que desde 2012 es regulado por la Federación Internacional del Automóvil (FIA), destinada a los autos de producción puestos a competir y compartir pistas con prototipos que han mostrado una enorme evolución, de la mano del uso de la motorización eléctrica. Así, será el reemplazo del actual 488 GT3, en vigencia 2015 y ganador de dos títulos: en la LMGTE-Pro de 2017, y en la LMGTE-Am (la menor de ambas categorías, por especificaciones del auto y experiencia de los pilotos) de 2016.
Para entender la diferencia entre los prototipos de punta del WEC, donde Audi, Porsche y Toyota se han repartido los títulos desde 2012 a la actualidad, la Ferrari 488 GT3 ganadora este año en las 24 Horas de Le Mans dio 43 vueltas menos que el Toyota TS050 Hybrid que se impuso en la carrera absoluta: fueron 385 giros del japonés contra 342 de la italiana, es decir 586 kilómetros menos recorridos en un día en el circuito de la Sarthe.
Una vuelta con la actual Ferrari 488 GT3 Evo en el circuito de Spa Francorchamps
La 488 GT3 EVO 2020, la variante de pista de la 488, el modelo más potente de la marca, ya está entre nosotros. Se desveló en el Ferrari Finali Mondiali 2019, escenario escogido por la firma italiana para presentar un modelo que competirá en los principales campeonatos internacionales de GT en 2020. Gracias al nuevo paquete EVO, esta cupé muestra el afán de Ferrari por refinar todavía más algunos aspectos de uno de sus vehículos más exitosos.
Desde Ferrari dijeron haber escuchado y considerado de manera puntillosa los comentarios de los equipos que compiten actualmente con el Ferrari 488 GT3 Evo. El más importante es el AF Corse, que consiguió coronarse en 2016 y 2017.
Pero hay otras tres escuderías que utilizan este modelo, entre las que está Crearwater Racing, con sede en Singapur y que tiene reclutado a un argentino: Luis Pérez Companc, quien es hijo del magnate Gregorio Pérez Companc y lleva mucho tiempo incursionando en competiciones internacionales. Gracias a los consejos de pilotos y propietarios, se modificaron ítem como la aerodinámica, la dinámica de conducción, la ergonomía, la seguridad o la confiabilidad.
Este auto es además el resultado de 18.000 horas de trabajo, con cálculos, simulaciones y pruebas en el túnel de viento, con las cuales se buscó mejorar la aerodinámica. Se consiguió con un nuevo paragolpes, con respiraderos más grandes en la parte superior de las alas y un perfil más refinado en las puertas para que los flujos laterales de aire encuentren menos obstáculos.
Y ahí está la gran apuesta hecha en Maranello para mejorar las prestaciones del modelo, dado que esta variante no presenta cambios en la motorización del actual 488 GT3, que ya contaba con un impulsor por encima de la potencia máxima exigida por la FIA y por ende debió ser reducida: un V8 biturbo de 3.902 cc de 670 caballos, bajados a 550 CV. De todos modos, el modelo EVO 2020 tiene un nuevo sistema de gestión del motor que mejora la confiabilidad y garantiza una entrega del torque, el máximo de potencia, más suave y precisa.
En el interior, es destacable el nuevo asiento más rígido y robusto de la cabina, que cumple con las normas de seguridad de la FIA. Desarrollado junto a Sabelt, el nuevo asiento es también 2,4 kilos más liviano e incorpora unos cinturones nuevos.
En cuanto a la dinámica del vehículo, ésta se ha mejorado todavía más en el nuevo 488 GT3 EVO. Ahora, la distancia entre ejes es más larga, con tal de optimizar el uso de los neumáticos y reducir su desgaste. Asimismo, se redujo el peso del auto y se optimizaron sus módulos de seguridad activa, incluidos el control de tracción y el ABS.
Un kit para fanáticos
En la presentación se anunció además una particularidad para quienes adquieran la variante de producción: esas novedades se ofrecerán como un kit para mejorar el rendimiento de su cupé en las calles. Un fetiche que no debería ser impedimento económico para quien pueda adquirir un auto de estas características, que en la Argentina tienen un precio de 740 mil (la 488 GTB) y 795 mil dólares (la 488 Spider).
Este kit llevará el nada sugestivo nombre de “24h / Endurance”, con el que se pueden añadir los sensores para el nivel de refrigerante y el reabastecimiento de combustible con luces de advertencia, y los faros LED tipo Le Mans de 4.500 lúmenes. Ello, sumado a elementos ya incorporados de serie que están presentes en el modelo de competición: paragolpes delantero con faros adicionales, acoplamientos de llenado rápido para el aceite y el refrigerador del motor, el embrague de fibra de carbono, las pinzas de freno adoptadas del GTE y las tuercas de las ruedas de acero.
Para elevar la sensación de invulnerabilidad que genera pisar el acelerador de una Ferrari y sentir bajo el pie derecho el trepidar de casi 700 caballos. Perdón, cavallinos.
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