Hay vehículos que suelen correr los límites. Aquellos parámetros preestablecidos de uso y performance, los conceptos estilísticos y, por qué no, los propios límites de la imaginación. En ese selecto grupo ya tiene reservado –y asegurado- su lugar la nueva Ford Ranger Raptor, la pick up más radical y extrema que la marca ha traído a la Argentina.
Las décadas de historia y tradición en materia de pick ups forjadas para el trabajo (F-100, F-150 y Ranger) fueron seguramente un camino inexorable para llegar a esta especie superior, con estándares de altísimo rendimiento y resistencia al 4x4 más exigente.
En estos desarrollos de avanzada Ford pone a trabajar al Performance Team, una división especial que potencia determinados vehículos de la marca y los lleva a niveles exclusivos de diseño, tecnología y prestaciones. Por eso, la Ranger Raptor es más que una versión especial. Esta pick up que llega de Tailandia cuenta con un chasis reforzado, diseñado con el objetivo de optimizar la conducción fuera del camino y fabricado con aceros de alta resistencia.
Incluso sus dimensiones cambiaron respecto de las versiones que se fabrican en Argentina: es 58 centímetros más alta y casi 20 centímetros más ancha que la doble cabina que se produce en General Pacheco. Y su despeje del suelo también creció 60 centímetros. La estampa de todo terreno de raza se completa con cubiertas de 33 pulgadas capaces de adaptarse a las adversidades de todo tipo de escenarios.
Y vaya si es extrema esta Raptor que para conocer su potencial y verla en acción al límite Ford dispuso de un circuito especial, y de un conductor que de la talla: Federico Villagra, el multicampeón de rally y piloto de camiones en el Dakar. En aquellas pruebas en terrenos de La Fortaleza de Alta Gracia de Oreste Berta, el mago del automovilismo argentino, Infobae fue testigo privilegiado sus prestaciones off road.
El nervio de la Raptor lo aportan el motor diésel biturbo de 2.0 litros y 213 caballos desarrollado en Reino Unido, en conjunto con una transmisión automática de 10 velocidades. El deleite ocurre con el control de tracción desconectado y un conductor como Villagra llevando al límite de la adherencia y en el aire –literal- a una pick up que no necesita huella.
Vaya por donde vaya, la Raptor no resigna casi nunca confort de marcha. Tienen que ver en ello unos amortiguadores de competición especiales y el uso de espirales en el eje trasero. Y como complemento aparece la tecnología: un sistema -Terrain Management System- con seis modos de manejo preestablecidos que se adaptan a distintas condiciones del camino: Baja -4x4 extremo-, Sport -ruta-, Weather -lluvia/resbaladizo-, Mud/Sand -barro/arena-, Rock Crawl -piedras- y Normal.
El arsenal tecnológico de ayuda al conductor se completa con el Control de Estabilidad -ESP-, Control de Tracción, Control Antivuelco, Asistente para arrancar en pendiente, Control de descenso y Control de Carga -detecta cantidad de carga y distribución en cada eje-.
Ofrece también un hallazgo para cuando se circula a campo abierto y los puntos de referencia son difíciles de distinguir: el sistema de navegación con “miga de pan” -breadcrumbs-. La camioneta deja caer un alfiler virtual por cada segundo que transita para que los conductores puedan regresar fácilmente a su punto de partida si se quedan sin ayuda del satélite. Detalle acorde a su concepción 100% todo terreno.
Correr los límites también tiene su precio. En este caso, US$ 52.990 que la convierten en un producto súper exclusivo, pero que en los meses de pre venta ya encontró –a pesar de los vaivenes económicos- 180 aventureros que se animaron a reservarla.
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