Ford y Volkswagen han confirmado que pronto producirán una pick up conjuntamente en forma global, además de dos modelos que no están previstos para el mercado Argentino. Serán las nuevas generaciones de las Ranger y Amarok, que probablemente se produzcan en la planta que la marca estadounidense tiene en Pacheco. Si bien esta es una alianza mundial, ambas marcas se unieron en Sudamérica entre los años 1987 y 1995, produciendo varios modelos nuevos que se vendieron, fundamentalmente, en la Argentina y Brasil.
De esa unión se produjo el cierre de la fábrica de Volkswagen Argentina de San Justo -comprada a Chrysler- para mudarse a Pacheco, donde Ford tenía radicada su producción desde hacía casi 30 años.
El matrimonio se cristalizó el 1 de julio de 1987, bajo el nombre de Autolatina, con el 51% del paquete accionario perteneciente a Volkswagen y el 49 restante a Ford.
En la Argentina, Autolatina continuó la producción de los Ford Falcon y Sierra, mientras que mudó la de los Volkswagen 1500 y Gacel, todos luego discontinuados por la fusionada empresa. En Brasil, se mantuvieron con vida las familias de los Ford Del Rey y VW
Pero pronto aparecieron mutaciones entre ambas gamas, compartiendo motores y cajas, hasta que en los 90 los lazos se cruzaron todavía más. El Carat/Santana, que Autolatina lanzó con marca Volkswagen en ambos mercados, pronto sirvió de base para los Ford Galaxy/Versailles y las versiones familiares, conocidas como Quamtum/Royale.
El Escort de Ford fue otro punto de partida para varios modelos nuevos. De su plataforma nacieron los Volkswagen Pointer, Apollo y Logus, y los Ford Verona y Orion -el único que fue diseñado en Europa-.
Sorprendentemente, la segunda generación del Gol, nacida en 1995, no sirvió de base para que Ford desarrollara un producto regional compacto. Recién luego de la separación, la marca americana comenzó a producir en Brasil el Fiesta.
Fue así que ninguna de estas creaciones tuvo el suficiente éxito como para que el matrimonio continuara por más una década. En 1994 la alianza se quebró y en 1995 el divorcio estaba consumado.
Una de las consecuencias, además de miles de Escort con motor Volkswagen o el rápido deceso del Pointer, fue el alambrado que hasta hoy separa el predio de Pacheco, donde hoy funcionan las plantas de Ford y la marca alemana.