Uno de los mayores enemigos del medio ambiente son los motores de combustión interna que usan derivado de petróleo (diésel o nafta) como combustible. Si bien existen normas de anti-contaminación, que cada determinado tiempo se hacen más rigurosa en cuanto a los niveles de CO2 permitidos, los gobiernos en Europa parecen haberle declarado la
guerra y quieren extinguir esta tecnología que envenena al planeta.
En este sentido España podría convertirse en el primer país en prohibir los diésel si se aprueba la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, en la que se contemplan diversos planes para reducir emisiones contaminantes.
El proyecto, que debe ser llevado al Congreso español en febrero, contempla la creación de una ley que prohibiría vender y circular a los vehículos de combustión interna. En primer lugar en 2025 se vetarían los vehículos diésel, en 2040 se dejarían de comercializar todos los de combustión interna, y finalmente en 2050 estarían prohibidos para su uso.
Otras medidas menos drásticas para bajar las emisiones contaminantes están en vigencia, por ejemplo en España, Holanda, Alemania, Francia o Reino Unido rige una exclusión de algún tipo de vehículo en determinadas zonas céntricas de las grandes ciudades.
Los incentivos son otra manera que usan para fomentar la compra de vehículos "ecológicos". Por ejemplo, en Gran Bretaña se destinará 1.169 millones de euros en incentivos a la compra de autos eléctricos. Además, se han establecido zonas de bajas emisiones en donde se cobran peajes únicamente a los vehículos antiguos (o sea los que contaminan
más).
En Alemania, el Gobierno ofrece hasta 8.000 euros para retirar autos diésel Euro 1 y Euro 4 del parque automotor, mientras que Volkswagen anunció una oferta de hasta 7.000 euros (en descuento) a los dueños de modelos diésel Euro 4 o 5 de cualquier marca que lo cambien por uno nuevo de su
compañía.