La Mendieta tiene un parque, una plazoleta, una iglesia, un correo, una cancha de fútbol, una comisaría, una municipalidad. Tiene una radio, un centro comunitario, un club de básquet. Tiene 03888 como prefijo telefónico, cierta actividad sísmica, un Banelco y el ingenio azucarero Río Grande como motor de urbanización. Alberga a más de cuatro mil habitantes, una población homogénea con raíces bolivianas. Y encierra un misterio metafísico en las afueras de la ruta que la atraviesa.
Camino a San Salvador de Jujuy, sobre la ruta provincial 56, en un paraje denominado "Las Lajitas", entre cerros, vegetación y las serpentinas curvas, se eleva y cae un camino de pendiente. El enigma surge de acuerdo a ecos de un fenómeno paradigmático: autos que suben solos la colina, como excepción a la regla gravitacional. Con los motores apagados, con los ocupantes fuera de la unidad escoltándolos, sin empujarlos, turistas y lugareños atestigüaron los hechos con videos sin trucos ni efectos.
Los videos muestran cómo los autos contradicen las leyes de la física: en vez de bajar por la pendiente, suben, avanzan. Con títulos como "fenómeno de subida" o "gravedad cero", las imágenes comprueban las condiciones místicas de este sendero. Y permiten hallar gestos de incredulidad y sorpresa en los viajantes que se muestran absortos por el misterioso camino de La Mendieta.
"Esta es la montaña mágica de Jujuy. A YouTube derecho", presentan unos incrédulos mientras documentan en video el extraño movimiento del vehículo. Pedro Sanetti también registró en 2012 la ciencia del lugar. Se detuvo, puso punto muerto, soltó el pedal del freno y dejó que la unidad se deslizara sola por la colina, mientras avisó que de frente venía un auto "subiendo" una pendiente controversial. "Es increíble pero es cierto", repite un viajante en un video publicado por Ariel Pedraza.
"Esto causa diversión, es algo fuera de lo común, la gente quiere venir a ver este fenómeno, hay mucha gente que pasa y quiere hacer lo mismo que los otros autos parados", dijo Ricardo Farfán, intendente de la localidad jujeña. En diálogo con Informate Salta, el jefe comunal certificó que la zona adquirió trascendencia por el tejido social del evento, por la comunicación boca a boca. No hay carteles, señales ni campañas turísticas que actúe en la promoción del fenómeno.
El intendente no respondió cuáles son los efectos que hacen subir a los autos en una pendiente descendente. Prefirió dejar la teoría a libre interpretación y ratificó que nunca hubo interés político en pronunciar una explicación científica. "Puede ser ilusión óptica o una anomalía de la gravedad", esbozó.
Así como arbitra Farfán, no hay sentencias comprobadas ni investigaciones que aprueben las conjeturas que se traman en la magia de este paraje. La teoría más sólida es también la más desalmada. Habla de un espejismo visual que confunde la orientación de la pendiente: como la vegetación abunda y no se distingue el horizonte, el camino no da referencias sobre dónde es abajo y dónde arriba. El campo óptico es engañado por un contexto alterado para el ojo humano.
Las corrientes más complejas nombran anomalías en la gravedad o zonas antigravitatorias donde no se cumplen las leyes del movimiento de Isaac Newton. Las teorías dicen que en esa zona de Jujuy radica una discontinuidad del campo gravitacional o que el monte encierra "propiedades magnéticas" capaces de explicar la condición paranormal del camino. Situaciones semi mágicas que se solo encuentran viajando y conociendo.
Seguí leyendo:
2018: el ranking de las infracciones más comunes en las rutas
Precarias y místicas: cuáles son las siete rutas más peligrosas del mundo