RM Sotheby's celebró el comienzo de la temporada de subastas 2018 con su 19° gala venta anual, en un enero que recibe la fiebre de los coleccionistas del rubro automotor. Entre decenas de piezas clásicas, cuadros, artefactos, y afiches de la industria automotriz de época, un auto con tradición argentina. La prestigiosa casa de subastas la presentó como "The Juan Perón 212 Inter" y tanta es la significación con la historia nacional que la unidad también sufrió la depreciación de su valor. Había publicado un pronóstico de recaudación cercano a dos millones de dólares: se vendió a 1.187.500 dólares.
La Ferrari 212 Inter Coupe by Ghia era también "la Ferrari de Perón". Sotheby's publicó en la definición de su catálogo: "Fue adquirido por uno de los líderes más famosos del siglo XX, Juan Perón". Era el ejemplar 49° de una producción exclusiva del carrocero italiano Ghia de 73 piezas. La unidad se presentó en el Salón del Automóvil de París en octubre de 1952 con número de chasis 0233 UE, acompañado por un 0235 EU, un descapotable con carrocería de Pininfarina. En la cita francesa -según los informes de época- fue descubierta por quien se convertiría en su primer propietario, el por entonces presidente argentino: "Un líder notablemente diverso y divisivo que fue adorado y vilipendiado por su propio pueblo", según la calificación de la casa de subastas.
La entidad también reconoce la devoción del General por los autos. "Un verdadero entusiasta del automovilismo. Perón era famoso por amasar una inmensa colección de lujosos automóviles, desde Ferraris hasta Packards. Le encantaron las carreras, y fue un financista clave de las carreras de dos de las estrellas emergentes del país, Juan Manuel Fangio y Froilán González", describe. El tres veces presidente de la Argentina fue un gran coleccionista de vehículos emblemáticos: además sus famosas motocicletas Siambretta, tenía un Alfa Romeo 1900 CSS Touring, un Giulietta Sprint y un legendario Cadillac El Dorado II que nunca pudo manejar. Pero ninguno fue tan popular como su Ferrari.
La unidad fue fabricada en Maranello y su particular carrocería fue un encargo al especialista Ghia, en Turín, una distinguida casa de diseño y consultoría de construcción. La balanza denuncia un peso de mil kilos y su corazón esconde un motor V12 con 2.6 litros de cilindrada capaz de erogar 150 caballos de potencia. Su número de chasis de fábrica era el 0233EL, pero para su proceso comercial adoptó una nueva identificación: 0191EL. Juan Domingo Perón adquirió la unidad en 1953. Dos años después, en septiembre de 1955, el General fue derrocado por la Revolución Libertadora y algunas de sus joyas automotrices fueron confiscadas.
Allí comenzó el derrotero del Ferrari 212 Inter Coupe by Ghia. La unidad quedó a cargo de los custodios del General hasta 1973, cuando pasó a manos del coleccionista argentino Conrado Tennino, según el registro histórico que describe el sitio Barchetta. En 1987, la Ferrari de Perón abandonó el país tras una estadía que se prolongó durante 34 años. Sus posteriores compradores se desprendieron rápido: fue a Estados Unidos, después a Suiza, hasta llegar a Alemania, donde en marzo de 1989 fue adquirido por Uwe Ohlsen Automobile, una firma automotriz que decidió restaurar la unidad con un radical cambio de fisonomía y apariencia. De octubre de 1990 hasta marzo de 1995 permaneció en el taller de Peter Rosenmayer, donde fue pintado de amarillo y negro. Volvió a la Argentina al año siguiente para participar de un show televisivo y hasta octubre de 1997 estuvo exhibido en una sala de exposición de un concesionario de la escudería italiana. Su combinación de colores provocaba una asociación desfasada: un Ferrari retro con aspecto de taxi viejo.
Regresó a Alemania porque el propietario presentó la quiebra de su compañía. Solicitó, específicamente, que la unidad no fuera confiscada por el caudal de su inversión. El 18 de diciembre de 1999 el deportivo cupé que había pertenecido a Perón fue comprado por su último dueño: el estadounidense Lee Herrington, un respetado coleccionistas de piezas confeccionadas en la fábrica de deportivos con sede en Maranello. El 212 Inter Coupe by Ghia de 1952 recibió distintos galardones en los Concursos de Elegancia del "Palm Beach Cavallino Classic", una cita anual para ferraristas en Florida, Estados Unidos.
Su última actividad comercial se registró en el Arizona Biltmore Resort & Spa de Phoenix, donde RM Sotheby's la expuso como una de las mejores atracciones de su subasta de autos clásicos. La adquirió un comprador anónimo, casi un millón de dólares de lo que esperaban recaudar por la devaluada Ferrari del General.
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