Testigos del frenesí del tiempo y síntomas de la evolución de una industria dinámica. 2017 celebra aniversarios de algunas historia que firmaron su intervención en las páginas doradas de los autos, de las ciudades y de la humanidad. Son conmemoraciones de fechas significantes: cumpleaños de décadas y centenarios de vehículos y de marcas que contribuyeron a la consolidación, trascendencia y figuración del concepto de movilidad como proveedor de soluciones, conector de personas. Desde la Lambretta y el Fiat 500 hasta Ferrari y Volvo, las efemérides que la industria automotriz celebra este año.
Volvo
La casa matriz de los autos más seguros del mundo cumple 90 años de historia. Con la calidad, la seguridad y la innovación como esencial principio filosófico, Volvo creó una insignia. Considerada una de las mejores marcas de todos los tiempos, motorizó la profesionalización de la industria, elevó los estándares y contagió su peculiar sensibilidad por las herramientas de seguridad: patentó el cinturón de seguridad de tres puntos, los frenos de disco, la columna de dirección plegable, la silla de niños con orientación hacia atrás.
El 14 de abril de 1927 emergió de la línea de producción de la fábrica de Lundby, en Suecia, el primer Volvo. Hace nueve décadas nacía el ÖV4, popularmente conocido como Jakob. Su producción se limitó en 275 unidades y duró dos años: era un descapotable de cuatro plazas, con carrocería azul oscuro y detalles en negro. Su mecánica empleaba un propulsor de cuatro cilindros y 28 caballos de potencia asociado a una caja de tres velocidades.
Fiat 500
El modelo que les permitió a los italianos ser propietarios de una automóvil. En 2017 se cumplieron sesenta años de vigencia, permanencia y consolidación de un mito. "Si bien ha dejado indudablemente su marca en la historia del automóvil, es igualmente cierto que nunca ha sido solo eso", dijo Olivier François, director de la marca Fiat y director de Marketing de FCA. El Fiat 500 no fue solo eso: es un ícono de la industria automotriz, un embajador mundial de la firma italiana, uno de los símbolos más emblemáticos y significativos de la historia, el último bastión de la mística y la pureza de un automóvil.
Fue el auto compacto que motorizó a la población italiana de mediados de siglo pasado, con un diseño, un estilo y una épica que se extendió por todo el mundo. Entre 1957 y 1975 se fabricaron más de cuatro millones de unidades. Económico, práctico y urbano, es un típico auto de posguerra. Su personalidad le otorgó una identidad intransferible que permanece inalterable entre las modas, los estilos y las sociedades.
Lambretta
Ferdinando Innocenti retomó su actividad comercial en Milán en 1946, luego de que concluyera la Segunda Guerra Mundial. El comerciante y hombre de negocios nacido en Brescia en 1891 venía trabajando en el "experimento O", el prototipo de un scooter con motor bicilíndrico de 125, transmisión secundaria por cadena, plataforma con suspensión en la rueda delantera, sin suspensión trasera y un faro en la parte inferior. Un diseño modesto y escultural a la vez. Un año después el experimento fue constituido: la 125 M fue la primera Lambretta de la historia, una marca que hacía honor a la localidad de Lambrate donde se fabricaba.
Protagonizó una de las rivalidades más pintorescas en la industria: la Vespa de Piaggio fue su necesario e inspirador adversario. La Lambretta se dejó de fabricar en Italia en 1971 pero ya había expandido su mercado a otros continentes. Argentina fue también su patria, el primero de los cuatro países sudamericanos donde recaló. La empresa SIAM vendió bajo licencia entre 1954 y 1967 la versión nacional de la Lambretta: la popular Siambretta se convirtió en culto, clásico y símbolo orgánico de la idiosincrasia argentina.
Ferrari
El mito viviente: Ferrari cumplió 70 años el 12 de marzo de 1947. Su trascendencia y su nombre propio conquistaron todo el calendario. La firma de deportivos italianos no respetó la efeméride y se apropió del 2017 entero para celebrar sus siete décadas de historia, inabarcable en solo un día de conmemoración. Ese día Enzo Ferrari, fundador de un por entonces promisorio fabricante de automóviles, se subía a su primera creación y encendía el motor V12. Segundos después, un 125 S de color Rosso Corsa traspasaba la frontera de la fábrica de Maranello.
Nacía Ferrari y con él la exportación de italianidad, la identificación de un auto con la pasión, el surgimiento de un culto y de una épica, de una historia cabal, de una casa de autos transversal a la evolución de la industria. El Cavallino Rampante se convirtió en un ícono cultural, una expresión de deseo, una aspiración y un nombre propio en las calles y en la competición.
Mitsubishi
El centenario de Mitsubishi es también el centenario de la industria automotriz japonesa. El conglomerado contribuyó a la transformación del país en una sociedad industrializada. Fundada el 13 de mayo de 1870 por Yataro Iwasaki, hijo de una familia samurái, Mitsubishi recién a principios del siglo XX invirtió sus conocimientos en la escena automotriz, cuando la coyuntura se presentó fértil. Finalizada la Primera Guerra Mundial, Japón estaba experimentando transformaciones fundamentales en materia política, económico y social.
El Mitsubishi Model A nació en agosto de 1917, hace exactamente cien años. Se fabricaron apenas 22 unidades, todas montadas de manera artesanal. Su inspiración era la industria de la movilidad de época: carruajes empujados por caballos. Erogaba una potencia de 35 CV, sus materiales de construcción multiplicaron su peso. En los 1.300 kilos que denunciaba su balanza se explican sus apenas 30 kilómetros por hora de velocidad máxima.
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