Estándar J3016 es el documento que califica la automatización de los vehículos sin conductores. Es el patrón que estableció la Sociedad de Ingenieros de la Automoción (SAE): seis niveles de conducción autónoma, del cero al cinco. La entidad, encargada de regular y estandarizar la movilidad en ingeniería aeroespacial y automoción, creó estos parámetros en 2014. Un año antes, la agencia estadounidense NHTSA -National Highway Traffic Safety Administration o Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras- había concebido cinco fases de automatización. Finalmente primó en la industria el estándar confeccionado por la SAE, con seis grados y mayor referencias a la calidad de la intervención humana en la conducción.
Fue publicado por primera vez en enero de 2014 y su revisión más actual data de 30 de septiembre de 2016. No es una norma de cumplimiento obligatorio: es una guía práctica de entendimiento, interpretación y homologación de una tecnología que promete dominar la movilidad en las próximas décadas. Reconoce tres actores primarios en un vehículo autónomo (el conductor humano, el sistema de conducción autónoma y los restantes sistemas convencionales del automóvil) y determina el nivel de automatización según cuatro aspectos fundamentales: el responsable del movimiento del vehículo, el responsable de la detección y la respuesta ante eventualidades, el encargado de respaldar hipotéticos fallos en la conducción y las condiciones específicas para el funcionamiento del sistema (características geográficas, climatológicas, tipo de ruta, velocidad, entre otras).
"Términos relacionados con los sistemas de automatización de conducción para vehículos de motor en carretera" es lo que decreta oficialmente el estándar J3016. De cero a cinco, de ningún grado de automatización hasta el certificado de 100% autónomo, cada nivel indica la capacidad mínima de funciones automatizadas del vehículo.
Nivel 0: sin grado de automatización en la conducción
Las tareas de conducción dinámica quedan supeditadas a la intervención humana. La mayoría de los vehículos que circulan en la actualidad.
Nivel 1: asistencia al conductor
El sistema inteligente apenas proporciona un alerta de cambio de carril involuntario o el control de velocidad de crucero adaptativo. La figura de la tecnología es solo asistencial. El equipo de automatización en la conducción es mínimo. El conductor sigue siendo el único responsable en la dirección del vehículo, por lo que debe permanecer siempre atento al camino.
Nivel 2: automatización parcial
Condiciones de las que presumen los autos contemporáneos más tecnológicos. El auto puede actuar de forma independiente en situaciones determinadas: estacionamiento autónomo, asistente de conducción en embotellamientos, mantener carril y velocidad orientado por el vehículo delantero. El conductor aún no puede tomarse licencias en la conducción: su sistema de piloto automático está limitado a acciones específicas.
Nivel 3: automatización condicionada
El conductor cede su intervención y alterna el control del vehículo con el sistema autónomo. La participación del conductor permanece pero solapada por el respaldo sustancial de la automatización, que tiene capacidad para controlar el movimiento longitudinal y el movimiento lateral, y para responder ante sucesos eventuales de manera eficiente. Prevalece la figura del "usuario", una herramienta que interviene ante emergencias o imprevistos para frenar o cambiar de carril. El conductor, sin embargo, debe mantenerse expectante durante todo el trayecto.
Nivel 4: alta automatización
El vehículo autónomo de Google cuenta con un estándar de automatización nivel 4. El sistema ya está capacitado para tomar la conducción del automóvil. Cuenta con un equipamiento apropiado para prescindir de la intervención humana: radares, GPS, cámaras, sensores, detectores. La figura del conductor desaparece, pero no así la instrumentación para que en casos extremos, una persona pueda tomar las riendas del vehículo. Cuando la tecnología no puede procesar la información que percibe del entorno, la intervención de la cognición humana prevalece.
Nivel 5: automatización completa
Estatus de autonomía total. El automóvil tiene dominio absoluto de la conducción. Es la calificación esperada por tantos concepts cars que visualizan y pronostican cambios paradigmáticos en materia de movilidad. Los prototipos que carecen de volantes y pedales, y que despliegan en su interior un espacio dedicado al ocio y libre de tareas relativas a la conducción, deberán aprobar el máximo estándar previsto por la SAE.
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