"Demos el primer paso" es el motivo de las congregaciones de Francisco en tierras colombianas. La visita papal al país sudamericano luego de 31 años se extenderá por cinco días y coincidirá con un presente histórico en el que el gobierno y las FARC procesan un tratado de paz para finalizar con enfrentamientos que dejaron un saldo de 220 mil muertos y más de seis millones de desplazados. En ese marco político y con las concentraciones de feligreses en Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena, la comitiva del Sumo Pontífice merece una infraestructura de movilidad acorde al suceso social.
Francisco tiene a disposición tres papamóviles y un auto para desplazamientos privados. Las tres unidades que usará en sus presentaciones oficiales son Chevrolet Traverse modificadas y un Chevrolet Sonic Hatchback para sus traslados fuera del itinerario público. Los papamóviles fueron desarrollados sobre un SUV que no se vende en el país y que pertenece al segmento D de los medianos. En su versión convencional ofrece una capacidad para siete ocupantes y emplea un propulsor V6 3.6 de 281 caballos de potencia a 6.300 rpm y un torque de 361 Nm a 3.400 rpm, asociado a una caja automática de seis velocidades con mando secuencial.
"Es un vehículo que marca un hito en la historia automotriz del país porque es el primer papamóvil modificado en Colombia. Es un carro transformado 100% en el país, con manos, tecnología e ingenio colombianos, con el objetivo de garantizar que Su Santidad pueda estar más cerca de los colombianos, de forma confortable y segura", celebró Paris Pavlou, presidente de General Motors Andina, en un comunicado. El cambio más trascendente se encuentra, lógicamente, en la incorporación de una cabina superior. La personalización y la configuración estética y común a todos los históricos papamóviles contempla la construcción de una estructura metálica con vidrio templado que proteja la integridad del ex cardenal Bergoglio. La compañía define el desarrollo como un "revestimiento de seguridad en la parte superior".
Uno de los tres vehículos de desplazamiento público fue customizado en honor al club del cual es hincha el Papa argentino: en la cabina papal fue colocado un escudo de San Lorenzo que sólo es visible desde adentro del habitáculo. En los otros dos, el CASLA fue reemplazado por una imagen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, patrona de Colombia, junto a la inscripción "hecho con mucho cariño por manos colombianas".
Escaleras plegables que se despliegan de manera automática, con sistema de diagnóstico de apagado de seguridad y superficies antideslizantes; butacas adaptadas del Chevrolet Spark GT que giran 360 grados y están equipadas con dos botones en el apoyabrazos que permiten controlar la inclinación y el desplazamiento del asiento. La cabina del Papamóvil también ofrece butacas adicionales en cuero para los arzobispos que lo acompañan en la gira.
Los modelos especiales de Chevrolet llevan la patente SCV que en italiano representan las siglas de Stato della Citta –Ciudad del Vaticano–. Las placas, los portaplacas y todas las modificaciones fueron diseñadas y construidas por un equipo de más de 50 personas, entre ingenieros y técnicos de General Motors Colombia, durante un proceso de fabricación que se extendió durante cinco meses. Luego de que finalice el recorrido de cinco días del papa Francisco por las cuatro ciudades colombianas, los vehículos serán entregados a la Conferencia Episcopal de Colombia.
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