El Proyecto Amazon nació en 1998. Ford quería construir una tercera carrocería sobre la plataforma del Fiesta. Ya consagradas las versiones sedán y hatchback, era una apuesta comercial ingenua y próspera, la invención un híbrido que exportara consignas integrales y componentes naturales de modelos off-road. Era una interpretación del consumidor promedio del Cono Sur. Tener autos de calle más grandes significaba una mayor sensación de seguridad y dominio del tránsito. Por eso la inversión fue, además, intelectual. Era producto de un plan de absorción cultural. Eran los albores de un auto ícono, de un nombre propio en la industria.
Fue obra de Márcio Alfonso, brasileño director de Ingeniería de Ford Sudamérica, y equipo. Directores de otras áreas de la compañía aportaron ideas y opiniones. El desarrollo de un nuevo concepto en la industria automotriz había sido delineado: no elevaron un hatchback ni reconfiguraron la silueta de una minivan. Era fin de siglo ya, las raíces de los SUV pequeños germinaban. Su desafío fue crear un vehículo accesible con semejanzas de los reputados modelos todoterrenos de la marca Explorer o Escape. Respetar la filosofía, la tradición Ford, la versatilidad y promover el sentido aspiracional era el propósito medular. "Buscábamos otro tipo de uso, más cerca de los SUV. Lo logramos levantando y haciendo más robustas las suspensiones, poniendo la posición de manejo más elevada, dándole un tamaño más grande". La voz es autorizada: Fabrizio Marchesano, gerente de producto de Ford, contó en diálogo con Infobae el trasfondo de un modelo pionero, insignia e histórico. En el marco de la renovación de la EcoSport, su historia y sus porqué.
La evolución la resumió el representante de la marca bajo una etiqueta pretenciosa: el camino del creador. Repite que sin el modelo padre el segmento de mayor crecimiento en el mercado global no hubiera existido nunca. "En 2003 nace y es un éxito inmediato. Un producto que empieza exclusivamente para Argentina y para Brasil. En 2007 tiene el primer restyling importante. Ahí llegamos al medio millón de unidades fabricadas en Sudamérica. En 2012 viene la nueva generación de EcoSport totalmente renovada. Se hace global, se empieza a fabricar en India, en China. Y comienza a venderse en Europa en 2014. Es el primer producto global que se desarrolló casi en su totalidad en Sudamérica".
Ford presentó la nueva versión de la segunda generación de la EcoSport en el Salón de Buenos Aires y en Mar del Plata realizó un vasto despliegue como anticipo del lanzamiento formal en la red de concesionarios a partir de septiembre. Anunció el restyling estético bajo la adopción del Kinetic Design, cambios en la ingeniería de seguridad y tecnología, y la configuración como un producto global alineada a la estrategia One Ford con la fabricación en cinco plantas -Brasil, Rusia, China, India y Rumania, la expansión a 140 mercados en todo el mundo y el reto de conquistar el exigente escenario de los Estados Unidos. En la Argentina estará disponible nueve versiones de la tercera generación de la EcoSport, según declara la marca. Con modificaciones sustanciales en diseño, interior, equipamiento y nuevas motorizaciones, el modelo líder en el segmento de los SUV compactos oscilan entre los 370.000 y 510.000 pesos.
La épica de la idea que concibió un nuevo concepto en la industria es también su exigencia, su constancia. "Por muchos años estuvimos solos. Nadie nos copió. Ahora sí, la competencia es cada vez más grande", reconoció Marchesano. En 2016, según precisiones de la compañía, conquistó el segmento "mini utility" con el 28% del total, por delante de la Renault Duster (17%), la Chevrolet Tracker (14%), el Honda HR-V (13%), el Peugeot 2008 (10%), la Citroën Aircross (6%) y el Jeep Renegade (4%). Este año, la escena se vislumbra más compleja. Por eso la evolución del padre de las SUV pequeñas: "Esta nueva EcoSport tiene todo lo que hace falta para mantener la tradición y mantener el liderazgo a pesar de la competencia".
En sus casi veinte años de historia y la celebración de un presente auspicioso, Fabrizio Marchesano se permitió el recuerdo de aquellos años cuando el auge era joven: "Nunca imaginamos que iba a ser algo tan grande como lo es ahora. Sí sabíamos que teníamos un producto revolucionario, pero el éxito nos superó". Fue un suceso inmediato: respuesta directa de un estudio de mercado acertado. A tal punto que la compañía debió publicar un aviso en el diario pidiéndole disculpas a los clientes porque la demanda habían colapsado la fabricación.
El camino del creador comienza y conserva sus cimientos y filosofía en la región sur del mapa. Haber inaugurado el segmento de mayor crecimiento en el mercado global -con una expansión del 126% en diez años- infla el pecho de Ford. Y el de Marchesano : "Decir que un producto que terminó siendo global y que va a llegar a los Estados Unidos haya nacido en Sudamérica es todo un orgullo. El éxito fue tan grande que creó un segmento nuevo. Va camino a convertirse en todo el mundo en el segundo segmento más grande de la industria". Y repite, haciendo gala de ese orgullo vivo, que si no fuese por la EcoSport, nada hubiera sido igual.
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