Tesla Model 3 promete ser una revolución en la industria automotriz. Es el modelo "popular", la democratización de la filosofía Tesla, la masificación de los autos eléctricos. Su valor asciende a 35 mil dólares, la mitad de lo que cuestan otras creaciones de la compañía de Elon Musk. Pensado para evangelizar la cultura de la electrificación en la movilidad, el Model 3 es rupturista en muchos niveles. Así como Tesla busca cambiar paradigmas de la industria, su último modelo busca redefinir criterios de diseño convencionales.
Subirse a un Tesla Model 3 será diferente. No sacrifica elegancia, no pierde sensaciones deportivas, tal vez haya negociado extravagancia por utilidad. Asume una nueva personalidad, una nueva identidad. Si bien, Tesla ya había adelantado ciertas limpieza de componentes en el interior del Model S y el Model X, con su "auto para el mercado masivo" llevó el minimalismo a una nueva escala.
blockquote class="twitter-tweet" data-width="550">A look inside Model 3 pic.twitter.com/hIhAZn4Sdj
— Tesla (@TeslaMotors) July 29, 2017
El campo visual desde adentro del vehículo parece oxigenado, libre. Un culto a la sencillez y al minimalismo. Sólo se perciben dos botones que crecen del volante. Tesla se despide del cuadro de instrumentos, de los comandos, del tablero tradicional, del velocímetro, del tacómetro: renuncia a un concepto tradicional que remite a otro tiempo, otra época. Lo reemplaza una pantalla táctil de quince pulgadas en el que converge toda la información. Todo se concentra allí: desde los datos semejantes al manejo del vehículo hasta la sincronización con el smartphone, el sistema de navegación, las opciones de infoentretenimiento o la regulación de la temperatura.
El interior es, entonces, un canto a la simpleza. Un volante, una pantalla táctil y poco más. Obedece también a un criterio de economía en la fabricación, una lógica que elimina hasta las herramientas más tradicionales de los vehículos. El Model 3 fue diseñado para la producción en masa, que por los niveles de producción exige sencillez en el procedimiento. El display, claramente, es más fácil de montar y colocar.
"Apuntamos a un diseño muy simple y limpio, porque en el futuro los autos serán cada vez más autónomos. Así que realmente no necesitas mirar un panel de instrumentos con tanta frecuencia. Podrás hacer lo que quieras: podrás ver una película, hablar con amigos, irte a dormir", describió Elon Musk el viernes en la presentación formal del vehículo concebido para democratizar los principios de Tesla Motors.
El Model 3 tiene dos opciones: la estándar asume una autonomía de 345 kilómetros con una carga y el modelo Long Range presume de un recorrido sin necesidad de recarga de 498 kilómetros. Ambas versiones apenas superan los cinco segundos en llegar a los cien kilómetros por hora desde parado. Con más potencia y más autonomía, la versión Long Range cuesta 44 mil dólares, en relación a los 35 mil del Model 3 base que sirvió de marketing para vender la nueva creación de Tesla.
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