Sombras y misterios detrás de los logos de las principales automotrices

Delante de cada auto hay un logo, pero detrás de cada logo, una historia olvidada. Letras, imágenes, símbolos, escudos: el repaso por relatos apasionantes y desconocidos que ayudan a comprender la historia y el surgimiento de la industria automotriz

¿Por qué el logo de Mercedes es una estrella? ¿Por qué el de Renault es un diamante?

¿Qué son las cosas que se ven? ¿De dónde surgieron? ¿Por qué están ahí? ¿Qué historias ocultan? Cuando hay autos, hay logos. Lo que antecede a cada vehículo que se mueve no es más que un dibujo, una ilustración, una imagen, una identidad, un ícono que resume y representa un órgano mayor: la compañía fabricante. Son placas adheridas a los autos, a las calles, al imaginario colectivo. Forman parte de la escena popular que por repetición y presencia envuelven al símbolo en una red de naturalización y desaprensión.

Un tamiz más reflexivo y circunspecto divulgará la raíz de una elección, quizá arbitraria, quizá sujeta a especulaciones. Todo tiene una razón. Los logos de cada marca tienen una explicación. El análisis de su porqué, de sus motivos, de su evolución, decantará en historias apasionantes, pintorescas, desconocidas. ¿Qué hay detrás de los logotipos? Conceptos adulterados de potencia, velocidad, prestigio y confianza, fuentes de inspiración en los albores de la industria automotriz, traducciones del latín reversionadas, reseñas a escudos de armas de familias aristocráticas, letras subrayadas, símbolos mitológicos, insignias copiadas, encumbradas familias. Mientras algunas causas se repiten en la conformación de los consolidados logotipos, otros conservan un significado inaudito.

El estudio de los logos de las automotrices es también un repaso por el despertar de una industria transversal al compás de la evolución de la humanidad. Un compendio de narraciones empolvadas capaces de aportar, años o siglos después de su concepción, información relativa a la historia gráfica e industrial del siglo XX. La exploración sobre una ilustraciones que se miran y no se ve. Porque cuando hay autos, hay logos. Y si hay logos, hay relatos escondidos.

Volvo

El círculo y la flecha representan el dios Marte de la mitología grecoromana y en la alquimia, al hierro

Volvo proviene de "Volvere", el infinitivo del verbo latín "rodar, que en primera persona no es más que "volvo", la traducción precisa de "yo ruedo". La explicación del nombre es menos controversial que la historia que atraviesa su logotipo. La marca sueca ha sido denunciada eternamente por el colectivo feminista. La causa, su símbolo: la manifestación declarada de la insignia del género masculino.

Para reparar su imagen ante la tormenta de ataques y acusaciones, Volvo publicó una explicación formal de las razones que explican la utilización de este logo ambiguo. El argumento acude a la simbolización mitológica de Marte y Venus. Según la mitología grecoromana, la imagen de Marte -el Dios de la Guerra- consistía en un círculo y una flecha orientada en diagonal hacia el cielo: simbolizaba la fuerza y la resistencia, y en la alquimia simboliza el hierro, el mineral clásico del concepto Volvo.

Cadillac

El logo de la marca de lujo de General Motors proviene de una corona familiar

Cadillac no es más que una compañía automotriz que rinde tributo al fundador de la ciudad estadounidense de Detroit, un oficial del ejército francés llamado Antoine de la Mothe Cadillac. Una casa perteneciente a General Motors fundada en 1902 que adoptó como logotipo la evolución del escudo de armas de la familia de la Mothe.

Coronas, un aro de laurel, encuadrado en diferentes estructuras, sobre diseños definidos y lineales, el logo sufrió actualizaciones y permanentes transformaciones. Pero la insignia original estaba basada en la versión literal del fundador de Detroit, incluidos dos grupos de tres merlettes -patos- para representar la Santísima Trinidad más una corona de nueve puntas en la parte superior, identificando a los antiguos condes de Francia.

Citröen

Los engranajes inspiraron el mítico logotipo de la marca francesa

André Citröen encontró el logo de la compañía automotriz que fundara posteriormente en un viaje a Polonia en el 1900, cuando apenas tenía 22 años. Descubrió un negocio de alta rentabilidad en la utilización de engranajes en forma de chevrón. Le copió la idea a un pariente dedicado a la talla de ruedas dentadas de madera para molinos. El tipo de geometría que utilizaba aumentaba la superficie y repartía mejor el esfuerzo. La optimización de este proceso fue una inspiración para plasmarla sobre engranes de acero para la industria. Citröen abrió su primera compañía, la Citroën Hinstin, Cie, dedicada a la producción de engranajes.

Culminada la Primera Guerra Mundial, el visionario francés tomó posesión de la automotriz Mors y en 1919 la rebautizó como Citroën. Los engranes con la doble helicoidal -más robustos y silenciosos- fueron elevados a la categoría de logotipo, a modo de gentileza y retribución de parte del fundador de la compañía. En color azul sobre un contorno amarillo, un óvalo con doble chevrón fue el primer logo de la firma. Tras varias modificaciones y actualizaciones (en 1932 el emblema fue un cisne blanco en alusión conforme a la fabricación de los primeros motores flotantes que evitaban vibraciones), en 2009 Citröen renovó su imagen corporativa: los chevrones son liberados de su cuadro y representados en volumen.

Fiat

La automotriz italiana recién se empezó a llamar FIAT a los cinco años de su nacimiento

De un pergamino enrevesado hacia las siglas minimalistas, la transición de FIAT concede una historia más lineal. Su primer logo fue concebido como un manifiesto publicitario a cargo del pintor turinés Giovanni Carpanetto: un pergamino de estética vintage -incluso para el 1899- donde informaba la creación de la marca Fabrica Italiana di Automobili Torino y su ciudad de origen.

Duró poco: dos años después ya aparecieron las siglas FIAT con la presentación del flamante FIAT 12HP. Adiós al pergamino publicitario, bienvenida la placa esmaltada con elementos gráficos y en el corazón las letras que resumían la extensión de la firma. En 1904, ya la empresa adoptó las siglas que en 1901 sólo representaba los productos de la misma. La búsqueda por aggiornar la imagen de una de las automotrices más prestigiosas de la historia fue alterando los cuadros de su logo. De las cuatro cuadros inclinados en 18 grados sobre fondo azul de 1968, FIAT volvió en 1999 a su diseño original con un toque de modernidad.

Mercedes Benz

La estrella de Mercedes Benz, uno de los logos más icónicos de la industria automotriz

Para entender la estrella de Mercedes, es necesario comprender la concepción de DMG -Daimler Motoren GesellSchaft-, compañía pionera en la industria automotriz por la visión de Gottleb Daimler, quien creó en 1885 un pequeño motor de combustión interna aplicable a cualquier vehículo de movilidad. Su logotipo simboliza el poder de su invención: auto, barco, zeppelin. Su propulsor podía mover cualquier máquina de transporte. Las tres puntas de su estrella representan la tierra, el agua y el aire.

Según las teorías más aceptadas, la insignia de su logotipo deriva de una postal que Daimler le envió a su hija con un plano en el que una estrella ubicaba su fábrica. Sus dos hijos rescataron este ícono tras el deceso del fundador de la compañía y lo elevaron a la categoría de símbolo de la firma.

Renault

El diamante de Renault apareció recién en 1925, un cuarto de siglo después de haberse creado la firma

La cronología de símbolos de la marca francesa es un extenso recorrido por imágenes disímiles, independientes, ocasionales, casi sin continuidad ni identidad prolongada. Su primer logotipo eran las iniciales de Louis Renault, fundador de la compañía, encerradas en un óvalo adornado. Seis años más tarde del nacimiento de la casa automotriz en el año 1900, la imagen cambia por completo: será de 1906 hasta la Primera Guerra Mundial la figura de un auto enmarcado en un círculo de engranajes. Para el conflicto bélico, Renault se dedicó a la producción militar que inspiraron otra drástica modificación de su emblema: el auto se volvió un tanque, envuelto por un círculo libre de engranajes.

El mítico rombo de Renault no apareció hasta 1925, al cuarto de siglo de su creación. El diamante manifiesta la necesidad de fijar una imagen consistente de marca. La actualización más trascendente desde la apropiación del símbolo se realizó en 1972, por acción del artista de diseño Víctor Vasarely, responsable de haber consagrado la imagen donde se basa el logo actual.

Toyota

El logo de Toyota, una compañía que nació bajo la denominación de Toyoda

Toyota era antes Toyoda. Su cambio de "D" por "T" fue más que el reemplazo de una letra. En japonés, Toyoda significaba "campo de arroz fecundo" además de ser el apellido del fundador. Las razones de su transformación suponen dos versiones: desvincular el significado de su denominación a la fabricación de autos y por la cantidad de caracteres en idioma japonés. Toyoda son siete, pero Toyota demanda la utilización de ocho caracteres, número de buena suerte en el país asiático.

Su actual logotipo está formado por tres elipses que, según criterios propios de la compañía, simbolizan "el corazón del cliente, el producto y el alcance global de la compañía". Las dos elipses del centro, además, forman una letra "T" y combinando las líneas del logo se pueden formar cada una de las letras de Toyota. En 1936, la compañía había lanzado un concurso para presentar 27.000 propuestas para adoptar como nuevo logo uno elegido por los usuarios. La ganadora mostraba el nombre de la firma en alfabeto japonés dentro de un círculo rojo.

Maserati

El tridente de Neptuno, la inspiración para que Maserati le diera forma a su logo

La marca de automóviles de lujo deviene del apellido de su fundador, Alfieri Maserati, quien registró la compañía en 1914 con sede en Bolonia, Italia. Desde 1993 bajo el paraguas de Fiat, su logo es reconocido por la propia singularidad: todas las corazas de sus modelos son presididas por un tridente, el símbolo de Neptuno, aquel que utilizaba el dios de la mitología romana para desplegar manantiales o desatar tormentas y temporales.

Maserati se apropió de este logotipo en virtud a la Plaza Mayor de Bolonia, la ciudad natal del fundador de la casa de deportivos de alta gama. Allí se destaca la estatua de Neptuno, una fuente en la que el dios del mar porta su icónico tridente.

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