Ford Motor Company, Grupo Volkswagen -con Audi y Porsche-, Grupo BMW y Daimler AG -Mercedes y Smart- aunaron esfuerzos y logística para contrarrestar la influencia de Tesla Motors en la carrera por la movilidad del futuro. Firmaron un Memorandum de Entendimiento para concebir una red de carga eléctrica que multiplique los beneficios de la deficitaria, vanguardista y multipoderosa compañía automotriz y tecnológica de Elon Musk.
Cuatro grandes fabricantes de la industria automotriz celebraron una alianza estratégica para desplegar de manera acelerada y mancomunada un tejido de estaciones de carga más eficientes que optimizará la utilidad de los vehículos eléctricos. Esta comunión de factores no sólo supone un gratificación en el sistema de carga o un beneficio para habilitar los grandes desplazamientos urbanos, sino que significa una proyección deliberada y efectiva a la implementación masiva de la movilidad alternativa sin emisiones contaminantes. Lo tradujo en palabras oficiales el presidente del Consejo de Administración de BMW, Harald Krüeger: "Este proyecto conjunto es otro gran logro que muestra claramente que empresas competidoras están uniendo fuerzas para impulsar la movilidad eléctrica".
La idea precisa es montar una red de carga ultrarápida de mayores prestaciones: la proyección de los niveles de potencia remonta los 350kW, groseramente superiores a los cargadores que ofrece Tesla de 120 kW. La estimación es distribuir en 2017 cerca de 400 estaciones en Europa, camino a los miles de puntos de carga que pretenden instalar para 2020. La premisa de este cónclave automotor es estimular la producción de autos motorizados a través de propulsión eléctrica y permitir los desplazamientos largos conforme las estaciones de carga de red abierta en ciudad y rutas, un recurso inviable en la actualidad que ha mermado la expansión de autos no convencionales. La expectativa es regar de puestos de carga para que sean tan prácticos y funcionales como las estaciones de servicio de combustible tradicionales.
La tecnología estándar de Sistema de Carga Combinada (CCS) servirá de sustento para emplazar esta red. Sin importar marca y modelo, cualquier vehículo eléctrico de batería podrá aceptar la potencia de carga en un tiempo sensiblemente inferior al actual. El servicio se convertirá en la red de carga eléctrica más potente de toda Europa.
Este acuerdo plural de terminales automotrices manifiesta la fe de estas marcas en el futuro de la movilidad eléctrica mediante una cuantiosa inversión. Los partners fundadores de este proyecto común serán socios a partes iguales. De modo tácito, también promueven a otros fabricantes a participar de esta red que propone soluciones en tiempo y calidad de alimentación eléctrica. El emprendimiento a la vez invita a partners regionales a cooperar en el rápido despliegue de la red, aún sujeta a la ejecución y confirmación definitiva del acuerdo y a la aprobación del control de fusiones en varias jurisdicciones.
Las autoridades festejaron esta alianza comercial con mensajes promotores de la absorción y valorización de un esquema de movilidad alternativo, que reclama un cambio. "Una infraestructura de carga fiable y ultrarrápida es de vital importancia para la adopción de la movilidad eléctrica de manera masiva", apuntó Mark Fields, presidente y consejero delegado de Ford. Rupert Stadler, presidente del Consejo de Administración de Audi, planteó: "Con esta cooperación, queremos lograr una mayor adopción de la movilidad eléctrica y acelerar el cambio hacia una conducción sin emisiones".
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