Los concept car del pasado: cómo imaginó la industria a los autos del presente

Antes de los años 80, el sector lanzó prototipos futuristas que buscaron adelantarse a los modelos que circulan en la actualidad. Compañías como Lamborghini, Ferrari, Maserati y Alfa Romeo pretendieron recrear el diseño y la innovación de los autos actuales. El resultado: creaciones extravagantes

El Ferrari Modulo Concept, uno de los diseños más peculiares y extraños de la firma de Maranello

La dedicación en extraer bocetos del futuro es una obsesión de la industria automotriz. Actual e histórica, es una práctica que pretende el impacto. Modelos futuristas que acercan al presente componentes tecnológicos, diseños vanguardistas, innovaciones impropias a tiempo y lugar. Concept cars, ideas convertidas, visiones ejecutadas, apreciaciones materializadas: autos únicos, representantes de estereotipos pronosticadores.

Creaciones rupturistas que obedecen a un propósito: concebir innovaciones del futuro en los tiempos presentes, incapaces en el espacio temporal de su lanzamiento de egresar en producciones estándar, fabricaciones en serie. Que en caso de ser sometidos a ediciones masivas deberán adecuarse a legislaciones establecidas, a la coyuntura actual, reprimiendo incluso alguna instrumentación futurista que había significado en principio la épica de su concepción.

Son diseños con ruedas lanzados para consolidar una imagen de innovación, de preocupación ambiental, de compromiso tecnológico de los fabricantes. De ayer, de hoy y para el futuro. Pero cuando ese tiempo de predicción ya cambió los factores de la ecuación, se revela en definitiva el poder de previsión, augurio y sensaciones de profecía. Cuando la industria automotriz planeó antes de los '80 idear los autos que se usarán en el futuro, apostaron por diseños e innovaciones extravagantes. El contraste de los concept car del pasado con los autos de la actualidad es evidente. Los tiempos y la realidad han humillado los pronósticos de diseñadores, ingenieros y fabricantes automotrices.

Ferrari Modulo Concept

Un concept car de los más estrafalarios de Ferrari, creado por Pininfarina a fin de la década del 70

Ferrari necesitaba rejuvenecer su imagen. Sus competidores ganaban presencia en las nuevas líneas de diseño, por lo que a la compañía de Maranello le urgía presentar innovaciones estilísticas. El proyecto del Modelo Concept fue aprobado: la emergencia resultó un prototipo extravagante. Una creación de Paolo Martin, una obra acuñada por Pininfarina y presentada en el Salón de Ginebra de 1970.

Su radio de giro limitado lo expulsaba de la circulación en calle. Un concept car del que sólo se fabricó un ejemplar

Tomó como base un Ferrari 512 S de competición para refrescar su predominancia en el sentido deportivo e innovador. Un motor V12 con 550 CV motorizaba una carrocería de fibra de vidrio de apenas 93 centímetros de altura con una impresionante respuesta aerodinámica. Su peculiar sistema de acceso, con una cubierta transparente que se desliza hacia adelante, y el radio de giro limitado de las ruedas, que lo excluyen prácticamente del uso urbano, eran sus arriesgadas cartas de presentación. A finales de 2014, el Ferrari Modulo Concept fue comprado por el millonario y coleccionista norteamericano James Glickenhaus, con la intención de restaurar y corregir las limitaciones en la dirección para que sea un valioso producto de exposición.

Alfa Romeo Carabo

El color verde y el nombre hacen homenaje a una variedad de escarabajo, el Carabo

Presentada en el Salón de París de 1968, esta obra del diseñador Marcello Gandini fue realizada en apenas diez semanas y sólo se construyó un ejemplar, que se conserva como reliquia en el Museo Storico Alfa Romeo de Arese. No es el Volkswagen Tipo 1 pero su nombre también coquetea con la definición del escarabajo: el carabo es una especie que se distingue por su tonalidad verde. El prototipo, que imita esta tonalidad luminiscente del insecto, nació con la misión de crear una tendencia estilística de los deportivos futuros.

El concept car es único: la unidad se exhibe en el Museo Storico Alfa Romeo de Arese

Su llamativa figura recrea la apariencia de una cuña y sus puertas de tijera significaron una ruptura conceptual en la forma de ingresar al vehículo, una novedad absoluta en la industria automotriz. Sus prestaciones sí eran avanzadas para la época: un motor asociado a una caja de seis marchas le concedía el premio de acelerar en sólo 6,4 segundos de 0 a 100 kilómetros por hora y alcanzar una velocidad punta de 250 kilómetros por hora.

Maserati Boomerang

Una silueta de cuña para imprimirle aerodinámica a un deportivo de la mítica casa italiana

Un prototipo que, a diferencia de los otros, acompañaba el diseño que Maserati había adoptado en sus anteriores obras de predicción futura. El Boomerang, presentado oficialmente en el Salón de Ginebra de 1972, continuaba con conceptos estilísticos adelantados a su tiempo, como los faros escamoteables y la línea ininterrumpida entre el capó y el cristal delantero.

El Boomerang es uno de los tantos modelos diseñados por Giorgetto Giugiaro para Maserati

Nacido para competir en imagen con el Porsche Tapiro o el Lamborghini Marzal, sólo se fabricó una unidad que reapareció hace unos años en el Retromóvil de París. Fue anunciado como concept car hasta el Salón de Barcelona de 1974, posteriormente adquirido por el dueño de un club de Benidorm, que más tarde lo vendió al que hoy es su actual propietario, un ferviente coleccionista.

Citroën Karin

Mucho cristal y una estructura tipo pirámide: el increíble prototipo de la marca francesa

Citroën quiso anticiparse al futuro con un peculiar diseño. En el Salón de París de 1980 sorprendió con un modelo que descubrió una nueva manera de entender al automóvil. Su auto pirámide no fue más que otro forzado empeño en sustraer imágenes del mañana, respuesta de una intensa e histórica búsqueda de la marca francesa, pionera en elementos innovadores.

Su habitáculo presentaba una innovación peculiar: tres asientos en líneas y un comando central

El Karin fue un mero concept car original, estridente, que -claro está- no llegó a producirse en serie. Pero sí sirvió de musa para el diseño del Citroën AX, un hijo del prototipo puntiagudo que naciera seis años después. El modelo inspirador presentaba un predominio de superficies acristaladas y butacas que rompían los moldes establecidos, inaugurando una configuración interior discordante. El asiento del conductor se encontraba en posición central, escoltado por otros dos a los laterales, ligeramente retrasados. La instrumentación también emergía de la parte central -nada convencional y poco ortodoxo- y contaba con un volante de un solo radio doble de estética futurista y los comandos bordeando el cuadro.

Lamborghini Athon

Lamborghini eludió su referencia a los toros para darle el nombre del dios del sol de los egipcios

La premisa era diseñar un concept car convertible que causará impacto sin desobedecer las líneas sofisticadas de la compañía. Para la celebración del Salón de Turín en 1980, Lamborghini le encargó la tarea al diseñador Marc Deschamps de la casa Bertone para fabricar un descapotable rupturista. Su denominación, Athon, el dios del sol de los egipcios, no parecía indiferente a su esencia.

El Athon presentaba en su interior extraños diseños tanto del volante como de la palanca de cambios

Sobre el chasis del Silhouette, un modelo que había dejado de fabricarse tres años antes, se montó un motor V8 de 3.0 litros con una potencia de 260 caballos que ofrecía una velocidad máxima de 260 kilómetros por hora. El prototipo además de original e innovador debía responder en virtud de la eficiencia y agresividad propia de la marca. En su interior primaba el confort y la tecnología, con un impactante panel de instrumentación digital compuesto por elementos futuristas.

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