Santiago Artemis: “Viví tres años en el infierno y aprendí a no castigarme tanto”
Creció “a los palos” en Tierra del Fuego con la sensación de que “mi mera existencia provocaba ira en los demás”. Sobrevivió al maltrato, a los prejuicios y a la soledad refugiado en sus diseños. Y vivió tan rápido –”presionado por el éxito y la fama”– que hoy da cuenta del desfile de batallas que libró contra la ortorexia, el alcohol, la depresión y la droga. Confesiones íntimas de un genio precoz que solo quiere “que me quieran”
Jimena Monteverde: “Mamá había inventado un juego para que fuésemos a dormir sin saber que no teníamos para cenar”
A los 18 una vidente le anunció mucho más que este presente. Y aquí revela cómo la cocina la eligió desde una infancia “de lucha y sacrificios”. Por qué la apodaban Lucero. El bullying. El secreto que aniquiló su sueño de casarse. Los caprichos del Sultán que se la llevó a Brunéi. Un “shockeante” embarazo que la tuvo al filo “de la peor decisión”. El accidente de su hijo, “devastador para todos”. El año que decidió separarse de su marido. Y la propuesta de encarnar a una muñeca inflable en una película. Memorias de una “chica de campo” que asegura “doy vida a través de la comida”
Isabel Macedo: “Aprendí a amarme tanto que hoy puedo ser tratada como siempre soñé por el hombre que elegí”
Habla del proceso íntimo por el que, finalmente hoy, puede decir: “Estoy contando el cuento que siempre quise contar”. El amor de Juan Manuel Urtubey que, por primera vez, “me hace sentir valorada en casa”. La filosofía con la que educa a sus hijas. La deuda económica que, a los 16, la empujó al modelaje y el “amargo” debut por el que casi renuncia a la TV. Las lecciones de su madre: “Desde chica me decía que todo el mundo se enamoraría de mí”. Y el vínculo con su padre aún después de la muerte: “Él se me aparece todo el tiempo”. Memorias de una “eterna adolescente” para quien “la vida siempre está comenzando”
Denise Dumas: “Fui una mujer lastimada y me llevó años volver a sentir que yo valía”
Si dice haber aprendido a “devorarme la vida hoy y ahora, sin dar nada por sentado” es “gracias al dolor”. A sus 11 años, la trágica muerte de su hermana cambió para siempre la intimidad familiar (”yo vi a papá darse la cabeza contra la pared”) y hasta “determinó mi destino artístico”. Su “misión” en casa frente a la tristeza. El caballo que “me salvó”. Un primer matrimonio en el que se sintió “muy poquita cosa” y del que “no podía salir” hasta que “mis hijos le dieron sentido a todo”. Y por qué cree que Martín “Campi” Campilongo es su “ángel enviado”. Confesiones de una optimista que elige vivir sonriendo
Juan Otero Peña: “Me costó odios, terapia y algunas relaciones ser y sentir como quiero”
Dejar su cuarto –ese “mini universo” donde “brillaba” frente al espejo con la ropa de su madre (Florencia Peña)–, fue impactar de lleno contra la mirada de “una sociedad que insiste en imponer un modo de vivir”. Haters. Terapia infantil. Las charlas íntimas con la actriz y el ultimátum a su padre: “Crecer con ellos separados me salvó la vida”. El amor. Su llegada a Broadway y “el té con Madonna” que le predijo una vidente. Así, a los 15, cuenta cómo aprendió a honrar su libertad
Esteban Trebucq: “Pude entender que papá se escapara con otra mujer, pero jamás perdonaré su abandono”
Rubén ha sido la “maravillosa” influencia de sus tres grandes pasiones, aunque también la gran decepción que marcó su vida, desde los 9 y para siempre. Las veces que sintió el desamparo. Las deudas que aceleraron su adultez. Hermanos que no sabe quiénes son. El vínculo con una madre que le enseñó a paternar. La obsesión en la crianza de sus hijas. Y por qué “nada ni nadie me dura”. Relatos íntimos de un “laburante” que dice trabajar “para cambiar la realidad de todos”
Juan Pablo Geretto: “Crecí con la única fantasía de escapar de una casa hostil”
Creció en un FONAVI y supo mirar. Vivió en un “clóset de cristal” esperando abrazar su identidad. Fue transformista y aprendió a decir. Siendo peluquero resultó gran escuchador. Como instructor de Biomecánica Aplicada al Movimiento se conoció mejor. Y al idear su propio restaurante español descubrió otra creatividad. Memorias y lecciones de un artista que a los 50 revela: “No tengo vocación de actor, ni siquiera esa es la pasión de mi vida”
Campi: “Tenía 14 cuando mi casa estalló y la vida me hizo crecer a los sopapos”
Dice que la infancia “es la moral de cada uno” y regresa a mirarse para explicar quién es hoy. Un abuelo “maestro de mi dignidad y mentor de la creatividad que salvó mis carencias”. El bullying escolar. Una familia “con enojos y un intento de suicidio”. La depresión de su padre, “que reinventó nuestro vínculo”. Su pelea con el humor: “odiaba hacer reír”. Por qué quiso ser camionero y la “busca del mango” que lo llevó a ser hasta diseñador de moda. Confesiones del hombre de las mil máscaras
Florencia Torrente: “Llegué a cubrir todos los espejos de casa y sólo pensaba en desaparecer”
Tenía 18 y “una realidad tan dura de digerir” que ya no pudo comer. Anorexia, “explosión hormonal” y “lo que hoy creo fue depresión”, detonaron “pensamientos destructivos”. Juntó lo que tenía y escapó lejos “para ser una NN”. El arte la salvó. Pateó la medicina tradicional. Aprendió a mirarse. Y entendió todo explorando hasta la Terapia del hielo. La ruta de una evolución que ha ido más allá de sus talentos
Mercedes Funes: “A punto de iniciar otro tratamiento entendí que, en verdad, no quería ser mamá”
Hija de un Senador “sin herencia millonaria”, que le enseñó a no subirse “al caballo blanco de ningún príncipe azul”. Hija de una “guerrera” víctima de la rara enfermedad que “la secó por dentro”. Hermana de una “niña diferente” acechada por la crueldad, que murió “sin rencores” e inspiró su “ser actriz”. Esposa de un hombre que “me hizo amar como nadie pudo”. Memorias, miradas y lecciones de los “maestros” que cambiaron su vida